Derechos de la niñez: "una revolución cultural"

0
Margarita Moreno
26/02/2008

"Si los niños tienen derechos, entonces yo ya no tengo más autoridad" y "si los niños tienen derechos, no tengo más responsabilidades" son dos frases que manifiestan visiones deformadas sobre el actual proceso de democratización de las relaciones familiares que, de acuerdo a Emilio García Méndez, ha transformado la forma de entender los derechos de la niñez.

Durante la conferencia "El Sistema de Protección Integral de la Niñez y su relación con el Sistema Penal Juvenil", realizada el 26 de febrero en el auditorio del ICAS, Méndez, diputado argentino y especialista en derechos de la niñez, aseguró que el vínculo entre los sistemas de protección y los de represión es una temática emblemática para analizar la cuestión de la infancia en América Latina.

"El tema de la articulación entre los sistemas de protección y el sistema de responsabilidad penal (...) (es) la síntesis de los nudos atados hace más de 100 años", explicó. Y es que fue en 1899 cuando se abrió la puerta a la justicia para los niños y adolescentes con la creación, en Estados Unidos, del primer tribunal de menores del mundo. Pero con este hecho, según Méndez, también "se saca formalmente a los menores del derecho penal (...) no se le da ningún límite a la pretensión punitiva del Estado y se le otorga a un nuevo tipo de juez la capacidad de producir sufrimientos reales".

A partir de entonces, se estableció una cultura de compasión-represión en la que "ya no hay más (niños) delincuentes, sino menores enfermos que necesitan un tratamiento", apuntó el especialista. Esta forma de entender los derechos de los menores y su aplicación en el tema penal se mantuvo hasta 1989, cuando surgió la Convención sobre los Derechos del Niño.

Para Méndez, la Convención constituye "un antes y un después en la consideración jurídica y social de la infancia (...) una revolución cultural" que modifica la forma de plantear las relaciones entre los niños y los adultos. "La Convención no rechaza la autoridad (...) lo que rechaza es el autoritarismo", aseveró. Con la Convención se abrió también la posibilidad de realizar una distinción entre "el niño víctima" y el "niño victimario". De acuerdo a Méndez, el verdadero desafío, en la actualidad, "no es proteger a los niños, sino a los derechos de los niños".

La ponencia se dio en el marco del Diplomado de Estudios Superiores en Derechos de la Niñez y la Adolescencia, organizado por el Departamento de Ciencias Jurídicas de la UCA, la Oficina de Justicia Juvenil de la Corte Suprema de Justicia y Unicef.

ARCHIVOS RELACIONADOS

ico 48ee7ce7790b7conferenciaparte2.mp3
ico 48ee7cb76b398conferenciaparte1.mp3
Lo más visitado
2
Anónimo
30/11/-0001
00:00 am
El país tiene un gran trecho que recorrer en este tema, porque hasta ahora la Convención sobre los Derechos del Niño nos ha quedado únicamente como una adopción retórica y política, más que una aplicación real y práctica de la misma. Los abusos contra la niñez se dan en este país en todos los niveles, pero niños abandonados, desprotegidos y marginados social y económicamente son quienes más necesitan del respaldo de esta Convención. Basta conocer los abusos que se cometen constantemente en algunas dependencias del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia, para darnos cuenta del serio problema que tenemos. La aplicación de los derechos de la niñez debe empezar en las mismas instituciones nacionales.
0 0 0
Anónimo
30/11/-0001
00:00 am
Proteger a los niños o proteger sus derechos... Creo que la percepción que la población tiene o podría tener sobre los argumentos negativos que a diario se dan por parte de los diferentes actores del sistema legal, no obedece más que a la aprobación de una ley duramente positiva debido a su garantismo por los derechos, deberes y protección de los niños/as y adolescentes(Ley Penal Juvenil). Problema que se agudiza con la misma violencia castigadora que se ejerce sobre los jóvenes por parte de los ya fallidos planes presidenciales y con carácter electoral, conocidos como mano dura,y algunas políticas que inhiben a los menores y violentan el principio de igualdad ante la ley. Aunque hay que tener en justa consideración además que los parámetros para determinar los índices de delincuencia juvenil utilizados por la Policía Nacional Civil son erróneos, o del mismo Vicemini
0 0 0