En 1987 se fundó la carrera de Arquitectura en la UCA, con un plan de formación influenciado, en buena medida, por la visión y compromiso de Bernardo Pohl: hacer de la arquitectura un medio para servir a las mayorías y formar profesionales éticos, que den respuestas en el ámbito de la vivienda digna y de la construcción con carácter social.
En esa línea, por iniciativa de Pohl, en 1988 se construyó e inauguró el Taller de Simulación de Arquitectura, un espacio que él ideó para que los estudiantes de la carrera exploraran y descubrieran sus habilidades, y llevaran los conocimientos a la práctica.
El Taller, con el paso de los años, se convirtió en un símbolo para los estudiantes de Arquitectura, pasó a ser uno de los espacios más importantes en su educación profesional y, por ende, una de las contribuciones más significativas de Pohl, fundador de la carrera.
Bernardo Pohl falleció en 2012. Para homenajear sus aportes a lo largo de quince años de trabajo universitario, el 21 de abril la UCA denominó oficialmente con su nombre al Taller, que pasó a llamarse Taller de Simulación Bernardo Pohl.
En el acto, Carlos Ferrufino, jefe del Departamento de Organización del Espacio, explicó que el nuevo nombre es muy simbólico para todos los arquitectos que se han formado en la Universidad, pues el recinto es un lugar de convivencia, entrega, creatividad y amistad, valores que caracterizaron a Pohl. Por esto, Andreu Oliva, rector, aseguró que el reconocimiento también lleva implícito la responsabilidad de continuar el legado de Pohl y garantizar que la carrera continúe cumpliendo con los objetivos con los que se creó.
Hasta la fecha se han graduado más de 480 profesionales en Arquitectura, con un programa académico que tiene a la base un elemento que trasciende lo técnico y que Bernardo Pohl, en su momento, definió en una frase: “Más importante que formar arquitectos es formar personas”.