Un espacio público (una calle, un parque o una plaza) es un lugar donde cualquier persona tiene derecho a circular. En El Salvador, la mayoría de los pocos espacios públicos que existen se encuentra en situación de descuido y abandono. Esto reduce las opciones para que los jóvenes puedan convivir sanamente, y hacerlo en lugares que les ofrezcan alternativas a la violencia o la delincuencia.
En el marco de esta realidad, la UCA, el Proyecto Pro Jóvenes y el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) presentaron el foro "Espacios públicos, convivencia y seguridad en la ciudad". Este es el primero de una serie de coloquios abiertos que se desarrollará durante todo el año, y que tiene como objetivo reflexionar y discutir, en diferentes escenarios, los temas y las experiencias que han sido relevantes en los procesos de políticas públicas.
La actividad se llevó a cabo el 6 de marzo, en el auditorio del ICAS, y contó con la participación del P. José María Tojeira, rector de la Universidad; Óscar Bonilla, presidente del CNSP; Lissette Miranda, directora nacional del Proyecto Pro Jóvenes; y Reinhard Junghanns, jefe de Cooperación de la Delegación de la Comisión Europea. En el foro, los panelistas discurrieron sobre la importancia de los espacios públicos en nuestro país y sobre la relación de éstos con el desarrollo personal y comunitario.
Según Herbert Arévalo, gerente de Infraestructura del Proyecto Pro Jóvenes, el espacio público es un área física que permite la convivencia social y el desarrollo de actividades que previenen la violencia juvenil. "No tiene sentido construir o remodelar un espacio físico si esto no va acompañado de programas sociales preventivos que dinamicen la participación comunitaria", explicó. Carlos Ferrufino, jefe del Departamento de Organización del Espacio, presentó un panorama de la situación actual del país: "En El Salvador, la pobreza no se asocia con violencia, sino con el crecimiento poblacional de los municipios del área metropolitana y su grado de urbanización". Por su parte, Olga Segovia, consultora chilena, expuso los resultados de proyectos similares.
También se comentó sobre la experiencia de Pro Jóvenes en la recuperación de espacios públicos en comunidades de alto riesgo. Aunque la iniciativa arrancó en 1999, el Programa de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia Juvenil es realizado desde 2003 por Pro Jóvenes y el CNSP, en convenio con la Unión Europea. Hasta la fecha, el Proyecto ha llegado a 50 mil jóvenes en situación de riesgo que residen en el área metropolitana de San Salvador, y ha invertido un aproximado de 4 millones de dólares en la reconstrucción, remodelación y rehabilitación de canchas deportivas, casas comunales, complejos polideportivos y áreas verdes, entre otros.