Para Ignacio Ellacuría, "la proyección social, en la medida en que persigue la incidencia en la realidad, debe replantear periódicamente su sentido, viabilidad y las políticas generales para que esa incidencia se realice con la mayor eficacia”. En esta línea, a finales de 2012, surgió la propuesta de focalizar territorialmente la implementación de la agenda de proyección social de la Universidad.
Desde su naturaleza universitaria, la UCA busca la construcción de una nueva civilización fundada en el trabajo, la inclusión, la solidaridad, la sostenibilidad y la participación de la mayoría de la población. En este sentido, la iniciativa de focalizar la acción de la Universidad en ciertos territorios está encaminada a impulsar, de un modo sistemático e interdisciplinario, el desarrollo social, económico y cultural de determinadas regiones del país.
Para elaborar la propuesta de intervención territorial, se hizo un levantamiento de información a fin de identificar los proyectos que la UCA ejecutó entre 2006 y 2012 en diversas localidades del país. Así, se inventariaron 148 intervenciones, con una inversión estimada de 1.8 millones de dólares. En este primer diagnóstico, se determinaron ocho zonas en las cuales la UCA tiene mayor experiencia de trabajo.
"Esas ocho áreas fueron analizadas desde tres perspectivas: pertinencia con la Universidad: territorios donde hay pobreza, claridad de exclusión y potencialidades de organización comunitaria; relevancia en la proyección social: qué tanto se puede incidir en el sector para transformar sus procesos de desarrollo; y viabilidad con la Universidad: ubicación geográfica y socios que puedan hacer sinergia con la UCA", explica Carlos Ferrufino, jefe del Departamento de Organización del Espacio y miembro de la Mesa de Articulación UCA-Territorio.
A partir de estos criterios, se seleccionaron los tres territorios prioritarios: el nororiente de Chalatenango (los municipios San Antonio Los Ranchos, San José Las Flores, Nueva Trinidad y Arcatao, y las comunidades Guarjila e Ignacio Ellacuría), Tecoluca y Jiquilisco (Usulután). "Con la territorialización de la proyección social se busca tener un mayor impacto en zonas concretas. Lo que se pretende es hacer más efectiva la incidencia de la Universidad; consolidar el arraigo territorial que ya se tiene en ciertas zonas; ser más eficientes en el uso, manejo y aplicación de los recursos; e integrar los conocimientos y las experiencias de trabajo de distintas unidades y departamentos académicos".
En noviembre de 2014, la Junta de Directores aprobó la propuesta y "recomendó entrar primero en un sector y, gradualmente, intervenir en los otros dos. Por ello, iniciaremos el trabajo en Chalatenango y, a medida se vayan consolidando los proyectos, incorporaremos a Jiquilisco y Tecoluca", detalla Ferrufino.
Para darle seguimiento a esta iniciativa, se ha conformado un equipo de coordinación general (integrado por Andrew Cummings, director de la Maestría en Desarrollo Territorial; Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social; y Carlos Ferrufino); un grupo coordinador de los proyectos en Chalatenango, a fin de construir un plan laboral en conjunto con todos los actores; un equipo metodológico y uno de integración de estudiantes. En total, están involucrados 15 departamentos y cuatro unidades de la Universidad.
El objetivo es "acompañar a los habitantes en el proceso de transformación de su territorio. De esta manera, se quiere fortalecer la autonomía y las capacidades de los sujetos involucrados directamente; reforzar conocimientos en el tema de sostenibilidad ambiental, servicios básicos y desarrollo productivo; brindar asesorías técnicas; y facilitar a los lugareños la oportunidad de acceso a la educación universitaria".
Actualmente, se están definiendo las actividades del plan de trabajo. Entre ellas, determinar las formas de comunicación e intercambio de información con la contraparte territorial; organizar en Chalatenango un evento de lanzamiento de la iniciativa; construir la agenda de trabajo conjunta con los actores directos; desarrollar un seminario con la comunidad universitaria para intercambiar experiencias de intervención en ese sector; y entablar y/o fortalecer vínculos con otras universidades jesuitas que también han apostado por la focalización territorial.