“Jon creyó en la promesa de salvación y la encontró en la gente sencilla, al lado de Rutilio, en donde descubrió más a fondo lo que era el pueblo salvadoreño, con su dolor y esperanza, con la opresión que sufrían y con el espíritu de lucha que tenían”, rememoró el P. José María Tojeira, director del Idhuca, en la misa del décimo primer aniversario del fallecimiento del P. Jon de Cortina.
En la eucaristía, organizada por la Facultad de Ingeniería y Arquitectura y celebrada el 8 de diciembre en la capilla de la Universidad, se recordó a De Cortina como un hombre dedicado a los salvadoreños más humildes desde las grandes áreas de trabajo que marcaron su vida: la ciencia, la docencia y el servicio pastoral.
Además de dedicarse a la enseñanza en la UCA, el jesuita realizó trabajo pastoral en Guarjila, Chalatenango. En la localidad, ejecutó proyectos de cara a elevar la calidad de vida de la comunidad. Ejemplo de este esfuerzo fue la creación de un sistema de salud local y algunas obras de reconstrucción y mejora de infraestructura en la zona.
Por este legado, el 10 de diciembre, Guarjila también homenajeó al jesuita con la celebración del II Encuentro Memoria Viva, Comunidades Unidas, en el que se desarrollaron exposiciones fotográficas, actos culturales y una procesión de farolitos.