Vivienda es una asignatura correspondiente al séptimo ciclo de Arquitectura y tiene como objetivo estudiar cómo se construyen condiciones idóneas de habitabilidad a nivel social. Durante el interciclo, para complementar lo analizado en las clases, 28 estudiantes visitaron, entre enero y febrero, cuatro obras de construcción ejecutadas por la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (Fundasal).
Las dos primeras visitas fueron el 22 de enero en zonas rurales. El grupo comenzó con el proyecto "Seguridad habitacional para víctimas del desastre", en Sacacoyo, La Libertad, en el marco del cual se construyeron 10 casas y 54 letrinas aboneras, con el fin de mitigar los daños ocasionados por la tormenta tropical 12E, de octubre de 2011. Después, se trasladaron al cantón El Pinalito, en Santa Ana, para conocer el proyecto "El Pinalito: un modelo alternativo de construcción y participación ciudadana", que vincula acciones de educación y construcción, para disminuir el contagio del mal de Chagas.
En el lugar, las viviendas están hechas de adobe, material que retiene humedad y que suele agrietarse, creando así las condiciones de reproducción del insecto transmisor de la enfermedad. Por esto, el programa busca mejorar los hábitos higiénicos de la comunidad y capacitar en la reparación y mantenimiento de los hogares.
Roberto Avelar, catedrático del Departamento de Organización del Espacio y responsable de la asignatura, cuenta que el objetivo de estas visitas es que los estudiantes tengan contacto con proyectos de construcción de vivienda mínima y que conozcan de primera mano las condiciones de los asentamientos en el país. De acuerdo a él, “esto es importante porque ahí [en la realidad] es posible brindar una formación humanística que la teoría no brinda, hay un contacto más fiel y verdadero con lo que se está enseñando”.
Avelar explica que en la materia se trabaja con los estudiantes para que no solo conozcan la realidad, sino que aprendan a proponer soluciones o alternativas ante la escasez de vivienda digna en las áreas rurales y urbanas.
Para conocer la situación en las zonas urbanas, el 11 de febrero el grupo visitó la comunidad Jerusalén, en Ilopango, y el barrio San Esteban, en el centro histórico de San Salvador. Ambas localidades han sido intervenidas con el programa Mejoramiento de Barrios, impulsado por Fundasal, que atiende asentamientos en condiciones precarias de seguridad social y vivienda. En las cuatro visitas, los estudiantes conocieron detalles como el costo, la ejecución y las implicaciones a nivel social de este tipo de proyectos.
La metodología de complementar el contenido que se imparte en las aulas con las visitas de campo se emplea en diversas asignaturas de pregrado, y constituye, junto con el servicio social, una manera de llevar a los estudiantes a la realidad, para que la conozcan, la entiendan y puedan aportar a su transformación.