Lección inaugural del 51.° año académico

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Margarita Moreno
16/04/2016

En el marco del aniversario de los cincuenta años de fundación y para comenzar formalmente su segundo medio siglo de historia, la Universidad inauguró el 51.° año académico con la lección titulada “El papa Francisco, expresión actualizada del Vaticano II”.

La ponencia magistral se desarrolló el 7 de abril, en el Auditorio “Ignacio Ellacuría”, y estuvo a cargo del P. Pedro Trigo, jesuita, doctor en Teología por la Universidad de Comillas (España) y docente de la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela).

De acuerdo a Trigo, para muchos cristianos, el Concilio Vaticano II fue “un verdadero Pentecostés”. Que el papa Francisco comparta esta visión es, a su juicio, “una muy buena noticia para la Iglesia e incluso para el mundo”.

La lección se dividió en dos partes: la primera abordó la propuesta conciliar y la segunda analizó la figura del papa como actualizador de dicha propuesta. Así, el teólogo recordó el carisma y sentido que tuvo el Concilio Vaticano II: “Contribuir a la salvación del mundo desde la encarnación solidaria en él”. En esta línea, se buscaba mostrar a un Dios que “no es revelación de verdades, preceptos y ritos, sino acontecimiento histórico: no solo ha creado al mundo y en él a la humanidad, sino que la ha creado para entablar un diálogo”.

Las acciones y discursos del papa retoman el espíritu del Concilio Vaticano II, ese afán de conexión con el mundo y la realidad. De ello, según Trigo, es signo su insistencia en escapar a la imagen y desempeño tradicionales de los papas; no ser una figura icónica, sino un ser humano inmerso en la vida histórica para trasmitir desde dentro la humanidad fraterna de Jesús; salir, estar en misión como cristiano por antonomasia, es decir, como seguidor y representante de Cristo; pasar de una Iglesia de puertas cerradas a una de puertas abiertas; crear relaciones entrañables con los pobres y denunciar al sistema fetichista que los produce y oprime; hacerse cargo de los problemas que afectan a la humanidad desde el paradigma de Jesús; promover una Iglesia pobre para los pobres.

Finalizada la lección, Lidia Salamanca, vicerrectora académica, entregó al P. Trigo un cuadro del Mural Mártires de la UCA, como recuerdo y agradecimiento por su participación.

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