"O servimos a la vida, o servimos a la muerte" fue una de las citas de monseñor Romero que el director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), Roberto Cuéllar, retomó en su discurso de inauguración de la "Segunda reunión regional para la reconceptualización de la democracia dentro de un marco de derechos humanos, inclusión, participación ciudadana y combate a la pobreza", realizada del 21 al 23 de febrero por el Instituto en nuestro país.
El evento tuvo como principal objetivo establecer una agenda viable de recomendaciones y propuestas concretas para que las prácticas democráticas se acerquen más a la dramática realidad universal de los derechos humanos, desde la dimensión de la pobreza en las Américas.
En la inauguración, llevada a cabo en el Auditorio "Segundo Montes, S.J.", la mesa de honor estuvo presidida por Cuéllar, junto a Franzi Hasbún Barake, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia; Édgar Chamorro, secretario del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA); y Florentín Meléndez, magistrado de la Corte Suprema de Justicia. En sus discursos, todos se centraron en la idea de que no puede haber democracia sin derechos humanos.
Cuéllar hizo hincapié en que "los pobres y sus derechos encaran un permanente estado de emergencia", y en que es necesario que las instituciones puedan aproximarse —con la mayor precisión posible— a las condiciones en que están las mayorías, para luchar por sus derechos. En esa línea, el IIDH propone analizar y medir la pobreza desde las causas que impiden el desarrollo efectivo y el ejercicio de derechos de las comunidades dentro de la democracia.
Para profundizar en el marco teórico de la pobreza en Latinoamérica, se cedió la palabra a Gerardo Caetano, analista político de Uruguay. El especialista inició su reflexión recordando que los latinoamericanos vivimos en el continente más desigual del planeta, "no el más pobre, el más desigual". Y destacó que es inaceptable que en nuestra región existan brechas tan grandes como para que en el mismo territorio habite el hombre más rico del mundo y otros mueran por falta de alimento.
Puesto que la reunión fue, al mismo tiempo, un espacio de consulta a instituciones clave que se encargan de trabajar con los sectores menos favorecidos, Caetano aseguró que "hoy más que nunca, esta consulta requiere participación", pues solo así se sentarán bases seguras que posibilitarán pasos irreversibles para desempeñar la ardua tarea de beneficiar a las mayorías. Por otra parte, a su juicio, hablar de cumplimiento de derechos humanos en Latinoamérica no es algo sencillo, ya que si bien algunos países han crecido económicamente, también han crecido en desigualdad. Por ello, "los pobres no deben ser un objeto de análisis, un simple factor más, a la hora de abordar esta temática, sino el sujeto de la misma".
La reunión, que contó con el apoyo del IDHUCA, se organizó como parte del Marco Estratégico (2007-2010) del IIDH, que busca examinar la efectividad y realización de los derechos humanos y la democracia, desde la dimensión de la extrema pobreza.