En 2015, la Universidad, a través de la Oficina de Planificación y Gestión por Procesos, abrió espacios de consulta y reflexión para recopilar insumos que permitieran establecer una base de acciones prioritarias a implementar de cara al cumplimiento de la misión institucional en el próximo quinquenio. Durante esa fase, entre abril y diciembre, se desarrolló un diagnóstico tanto interno como externo, en el que se identificaron once factores críticos de éxito a los que la Universidad debe responder.
Algunos de estos factores son desarrollar programas de formación académica de calidad, innovadores y flexibles; producir y transferir conocimientos a partir de investigaciones de calidad, pertinentes e interdisciplinarias que incidan en la transformación social; conformar una comunidad universitaria comprometida con la misión y coherente con los valores y principios de la Universidad; e implementar buenas prácticas en sustentabilidad ambiental y en gestión de riesgos, en armonía con el desarrollo territorial del entorno del campus.
Con esta base, se elaboró el Plan Estratégico Institucional (PEI) 2016-2020, estructurado en siete áreas estratégicas: formación integral y de calidad; investigación e innovación; incidencia en la transformación social; identidad y cultural institucional; organización y gestión; tecnología e infraestructura; y finanzas.
Para que los objetivos del PEI se cumplan, se han definido 22 líneas de acción estratégicas, cuyo avance se medirá a través de una serie de metas cuantitativas. Así, por ejemplo, en el área de formación integral y de calidad, se buscará fortalecer la formación integral de personas competentes y comprometidas con la justicia social a través de dos líneas de acción específicas: (a) potenciar las competencias del cuerpo académico, administrativo y de proyección social para garantizar la formación integral del estudiantado; y (b) consolidar la formación integral en la gestión del currículo.
Entre las metas que permitirán medir los avances en esas dos líneas se acción se encuentran que el 60% de las carreras incorporen la formación integral y que al menos mil estudiantes al año participen en actividades exaula diseñadas desde un enfoque de formación integral. De la misma forma, se han formulado líneas de acción y metas para cada una de las siete áreas estratégicas.
Además de establecer la ruta del trabajo universitario para el próximo quinquenio, el proceso de elaboración del PEI permitió actualizar la misión, visión y valores institucionales. De acuerdo al P. Andreu Oliva, rector, el documento señala el horizonte hacia el cual debe enrumbarse el quehacer de todas las unidades y departamentos de la Universidad.
Para socializar el Plan, en febrero se desarrollaron tres sesiones informativas en las que participaron los empleados de la Universidad. Actualmente, las unidades y departamentos se preparan para iniciar la elaboración de sus respectivos planes operativos, que deberán responder a las acciones y metas definidas en el PEI.