Como parte de un programa de difusión de los más recientes avances de los procesos de integración regional y de unión aduanera centroamericana, y en el marco de la celebración de los 50 años de trabajo de integración en el terreno comercial, la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) realizó el pasado 14 de octubre un foro en el auditorio del ICAS. El evento fue parte de un ciclo de conferencias que la Secretaría organizó en doce universidades centroamericanas, siendo la Universidad de El Salvador y la UCA las sedes de dicha actividad en nuestro país.
La decana de Postgrados de la Universidad, Lidia Salamanca, abrió la jornada con un discurso en el que recalcó la necesidad de que la academia retome seriamente el tema de la integración a través de estudios y esfuerzos de formación. "Es preciso disponer de herramientas y de conocimientos de análisis sobre estos procesos (...), proporcionar investigaciones e investigadores que puedan abordarlos con rigor, así como también una reflexión profunda y sostenida sobre las implicaciones de la integración para los retos del desarrollo", apuntó.
Seguidamente, el encargado de Negocios de la Unión Europea en El Salvador, Stefano Gatto, habló sobre la relación entre la comunidad que representa y Centroamérica, y sobre las ventajas que la integración puede traer en temas de cambio climático, seguridad ciudadana e incluso vulnerabilidad ambiental y social ante desastres.
Gatto dijo que "para entender las relaciones europeas y centroamericanas, hay que entender que somos dos bloques de integración regional extremadamente asimétricos" en términos de avances en el proceso. "No es lo mismo un bloque como Centroamérica, en el cual todavía las mercancías paran en las fronteras, que la Unión Europea, donde las mercancías no paran", ejemplificó.
La tercera ponente fue Diana Florentino de Mazariegos, coordinadora del Proyecto de Consolidación de la Unión Aduanera Centroamericana (Consuac), quien expuso los avances conseguidos durante el medio siglo de integración comercial. Según la economista guatemalteca, para ponderar el futuro de los países del área, lo fundamental es preguntarse si "la integración centroamericana es el proceso por el que la región va a buscar su desarrollo". A su juicio, "debe verse como un proceso flexible, dinámico y activo en el que debe de tenerse la contribución de todas las fuerzas vivas que representan a la sociedad centroamericana".
Señaló, además, que a lo largo de estas cinco décadas, el istmo ha obtenido beneficios concretos a causa de un proceso de integración con enfoque multidireccional; esto es, que habría posibilitado la promoción de la integración desde una perspectiva con rostro humano y no sólo por medio de cifras comerciales.
En el foro también se tuvo la participación del experto internacional Juan Manuel Fabra, quien abordó la integración económica y su incidencia en los procesos de desarrollo de cada país. Fabra enfatizó que hay un problema que une a todas las naciones: "Somos demasiado grandes para llegar al pequeño problema que tiene el ciudadano a su lado; y, por otro lado, (...) demasiado pequeñas para resolver los grandes problemas que nos afectan". En este sentido, la integración se justifica en la medida de que, si se alcanza, "podremos resolver las dificultades para las que el Estado es demasiado pequeño".
El profesional también llamó a los asistentes (entre quienes había catedráticos, miembros de organizaciones civiles y estudiantes) a asumir una responsabilidad con el futuro de Centroamérica y convertirse en líderes de opinión y agentes sociales activos, en lugar de "quedarse esperando a que los Gobiernos hagan algo" en beneficio de la región.
El equipo de ponentes se complementó con la participación de la ganadora del Concurso de Ensayo sobre Integración Económica Centroamericana de la SIECA, Cristina López, egresada de Ciencias Jurídicas de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), quien dio testimonio sobre su experiencia en este tópico desde la perspectiva juvenil. Para ella, uno de los grandes problemas que se tiene en Centroamérica es que la integración la "vemos en la esfera de lo académico y en la esfera de la semántica"; lejos, pues, del involucramiento real de los ciudadanos en el proceso. Asimismo, piensa la joven, las variadas dificultades que enfrenta la región serían más fáciles de solucionar si estuviéramos integrados: "La unión haría que fuéramos más soberanos, y al tener más poder económico podríamos usar esa soberanía para el beneficio de nuestros ciudadanos. (...) Necesitamos ciudadanizar el tema de la integración centroamericana".
El ciclo de conferencias inició el 4 de octubre en Ciudad de Guatemala y finalizó el 15 de octubre en Tegucigalpa, Honduras.