Vida Gómez: excelencia, constancia, humanismo

A donde va, siempre lleva consigo un libro. Su pasión por la lectura y la investigación la ha llevado a obtener logros y reconocimientos académicos. Vida Eugenia Gómez Asturias nació en San Miguel el 8 de abril de 1987, aunque muy pronto su familia emigró a San Salvador. Sonrisa y buen humor la caracterizan. Practica natación y baloncesto. Vive con su padre, José Mauricio Gómez; su madre, María Luz Asturias; y su hermano, Alejandro Gómez.

En 2003 se graduó del Colegio Cristóbal Colón. Con 16 años, se sometió al proceso de selección en dos universidades. "Al principio, quería estudiar odontología, como mi mamá, pero luego, me incliné por las ciencias sociales". Optó por el derecho, como su padre. "Estaba convencida de que quería estudiar en la UCA; me identificaba con su misión y con la disciplina que exige a sus estudiantes. Veía en ella un espacio armónico y equilibrado propicio para la formación que buscaba".


Una perspectiva humanista

"Detrás del derecho siempre hay un problema humano", explica. Por eso, en los años de estudio, no solo se preparó intelectualmente, sino también se involucró en actividades que la ayudaran a desarrollar una conciencia crítica y humanista; espacios que le acercaran a la realidad salvadoreña. "No pasó mucho tiempo para que comprendiera que, más que tener simples objetivos formativos, la UCA busca ser un instrumento de transformación social. El Seminario Regional sobre Víctimas y Justicia Margaret Popkin, organizado en 2005 por el Idhuca, fue mi primera oportunidad para tener un verdadero acercamiento a la misión de la UCA y a la realidad de muchas personas cuyos derechos han sido permanentemente irrespetados".

En 2006, Vida obtuvo un reconocimiento por el mejor memorial del V Concurso Universitario de Derechos Humanos "Segundo Montes", otorgado por el Idhuca y el Consejo Latinoamericano de Estudiosos del Derecho Internacional y Comparado. En octubre del mismo año, participó como miembro titular del equipo de la UCA en el IV Concurso Interuniversitario sobre Competencias para los Juicios Orales, organizado por el Consejo Nacional de la Judicatura.

"La UCA constituye un espacio único de crecimiento profesional y humano, que permite desarrollar nuestro potencial tanto en asuntos académicos como en actividades culturales, religiosas y deportivas. Muchas de estas actividades me permitieron sentar las bases de una perspectiva humanista que hoy rinde importantes frutos en mi carrera profesional", asegura.


"No me he detenido"

"Ingresé a la UCA en 2004 y, desde entonces, no me he detenido en el estudio", dice entre risas. En 2009, se graduó de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas; al año siguiente, se inscribió a la Maestría en Derecho Penal Constitucional. "Escogí esta maestría porque estoy comprometida con el área del derecho público y los derechos humanos". En febrero de 2013, Vida defendió su tesis Delitos contra la humanidad: análisis crítico de los delitos de genocidio y violación de las leyes o costumbres de guerra en la legislación penal salvadoreña. Cuestiones problemáticas. Defensa que el jurado calificó como cum laude.

Desde hace cuatro años, es Técnica Jurídica de la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores. "Soy responsable de manejar temas jurídicos de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos y Derechos Humanos (...). Me gusta lo que hago porque puedo aportar, investigar y criticar sobre diversas temáticas de interés nacional e internacional".

Vida siempre ha estado en constante preparación. En 2013, obtuvo el Escalafón Diplomático de El Salvador, en el rango de Primer Secretario; también se ha especializado en áreas de derechos humanos y derecho internacional público; está a punto de terminar sus clases de italiano; y, además, es asesora de tesis en la Maestría en Derecho Penal Constitucional.

Actualmente, está trabajando en la publicación del libro que recoge toda su investigación de postgrado. "Con mi editora, estamos reestructurando el contenido de la tesis para que tenga una visión más histórica, sin perder los aspectos jurídicos (...). Tenemos programado que, al final del año, UCA Editores publique el texto".


Frutos de la perseverancia

Recientemente, la Academia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la American University, de Estados Unidos, le otorgó el Premio al Ensayo en Derechos Humanos, por ser el mejor trabajo en español. El concurso busca estimular la producción de artículos académicos en derecho internacional de los derechos humanos. Este año, los participantes tenían flexibilidad para seleccionar cualquier temática relacionada con las personas con discapacidad y el derecho internacional de los derechos humanos.

"Cuando me enteré del concurso, me llamó la atención el tema. Mi hermano es autista y estoy muy identificada con los problemas y la situación que enfrentan las personas con discapacidad mental. Por ello, me animé a escribir sobre los ‘Nuevos retos para el derecho internacional de los derechos humanos: protección de la libertad personal de las personas con discapacidad mental’".

Para Vida, este tipo de discapacidad está invisibilizada en la sociedad salvadoreña. "Por lo general, las personas con discapacidad mental son institucionalizadas o recluidas en un hospital psiquiátrico y se les viola el derecho a la libertad. Redacté el artículo desde un enfoque crítico y humanista, pensando en mi hermano".

La Academia le ha otorgado una beca para estudiar en el Programa de Estudios Avanzados en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. El 24 de mayo, viajará a Washington para recibir clases durante tres semanas. "Las jornadas abarcarán dos cursos en inglés y dos en español (...). Elegí las materias Derechos Humanos y Tribunales Internacionales, Derechos Humanos e Impunidad, Litigio en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario".

Vida se sabe perseverante. "Soy persistente, por no decir necia. Nunca dejo nada pendiente, aunque tenga dificultades". A futuro, quiere estudiar un doctorado, aprender otro idioma y abrirse campo en la docencia universitaria.

Tiene presente que su paso por la Universidad la ayudó a ser una persona consciente de la realidad del país, comprometida en su trabajo y capaz de responder con calidad profesional a las necesidades del otro. "Pienso que estudiar en la UCA potencia las capacidades individuales y profesionales como elemento clave para alcanzar las transformaciones que nuestra realidad reclama con urgencia".