Una delegación de la UCA viajó a la Universidad de Santa Clara (SCU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, para reunirse con las autoridades y miembros del plantel académico, con el objetivo de fortalecer los vínculos de cooperación entre ambos centros de educación superior.
La delegación de la UCA estuvo conformada por Andreu Oliva, rector; Lidia Salamanca, vicerrectora académica; Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social; Juan Carlos Colocho, vicerrector financiero; Carlos Rivas, vicerrector académico adjunto; Silvia de Fernández, secretaria general; Amparo Marroquín, directora de Postgrados; Karla Martell, jefa del Departamento de Ciencias Jurídicas; Érick Burgos, jefe del Departamento de Mecánica Estructural; y María de los Ángeles Torres, jefa de la Oficina de Cooperación Internacional.
Durante el encuentro, que se llevó a cabo del 16 al 20 de septiembre, los representantes de la UCA pudieron conocer a fondo el funcionamiento de los centros Ignaciano para la Educación Jesuita, de Ciencia, Tecnología y Sociedad, y de Ética Aplicada; los mecanismos que la SCU utiliza para mantener la relación con sus graduados; la recaudación de fondos para becas y diversos programas universitarios; y el trabajo en ciencias jurídicas (a través de sus clínicas de asistencia especializadas en derechos humanos, justicia social y servicio público, entre otros) e ingeniería (en robótica, electrónica, mecánica y energías renovables).
Asimismo, gracias a las gestiones de Santa Clara, se logró visitar la Universidad de San Francisco y abordar con sus autoridades temas de interés común en derecho, educación, desarrollo sostenible y movilidad académica.
De acuerdo a Torres, la experiencia no solo fortalece las relaciones internacionales de la UCA con universidades jesuitas de Estados Unidos, sino que también permite trazar proyectos comunes que se ven enriquecidos por un “vínculo que trasciende de lo institucional y lo formal a un ambiente cordial y fraternal”.
Esta visita forma parte de una serie de acciones de acercamiento que iniciaron formalmente en 2013, cuando representantes de la SCU vinieron a conocer de primera mano el funcionamiento de la UCA y a definir líneas de intervención conjunta. En julio de 2014, un grupo de profesores y responsables de la identidad ignaciana de la Universidad de Santa Clara compartieron ideas con sus pares de la UCA, para elaborar propuestas de trabajo.
Entre los proyectos está un diplomado en inglés con énfasis en la terminología propia del derecho y la posibilidad de movilidad académica de profesores. “Está la responsabilidad de nuestro lado de saber aprovechar de la mejor manera el apoyo que nos están ofreciendo”, apuntó Torres.
Además de coincidir en temas académicos puntuales, la SCU también tiene una conexión especial con la UCA y sus mártires: en el jardín de su capilla, han grabado los nombres de Elba, de Celina y de los seis jesuitas sobre cruces de madera, que fueron colocadas espontáneamente por estudiantes en noviembre de 1989; y año con año hacen actividades en el marco del aniversario del martirio. “Hay respeto y admiración por el trabajo de los mártires”, confirma Torres.
Aunque los vínculos formales entre ambas instituciones se han ido estrechando y fortaleciendo en los últimos años, la Universidad de Santa Clara ha tenido una presencia solidaria constante en la historia de la UCA. En 1982, entregó un doctorado honoris causa a Ignacio Ellacuría. En esa ocasión, el Rector destacó que es importante que “una universidad norteamericana, de reconocido prestigio y de clara inspiración cristiana, venga en nuestro apoyo y se solidarice con nuestra labor”. Ellacuría explicó que al acompañar a la UCA en un contexto de guerra civil y represión militar, la Universidad de Santa Clara se unía también al esfuerzo por transformar la realidad salvadoreña.
Después de la masacre en la UCA, la universidad estadounidense recibió a Jon Sobrino y a Lucía Cerna, única testigo del delito, a quien ayudaron a aprender inglés y el oficio de enfermería. Cerna trabajó con ellos hasta jubilarse, en la casa asilo de la comunidad jesuita. Recientemente, Santa Clara apoyó la publicación de La verdad, el libro con el testimonio de Lucía.
A la base de los proyectos conjuntos que se ejecutarán está el vínculo histórico y solidario que nació a principios de los años ochenta con las palabras que dijo Ellacuría en el campus de Santa Clara: “Quiero agradecer en nombre de la Universidad Centroamericana ‘José Simeón Cañas’ esta distinción que se le hace al convocar a su rector para darle simbólicamente a toda la Universidad un abrazo de solidaridad y de apoyo (...) A pocos nos caben dudas sobre la generosidad del pueblo norteamericano. Después de este [abrazo], a mí no me cabe ninguna”.