El Coro Universitario de la UCA nació en 1973. Su primer director fue el guatemalteco Eduardo Stein, quien lo dirigió hasta finales de 1978. En 1979, asumió la dirección Francisco Avelar, y, al cierre del mismo año, tomó el cargo Salvador Marroquín, actual director de Música en la Secretaría de Cultura. Marroquín llevó la batuta hasta principios de 1990. Los diversos acoples y las frecuentes presentaciones públicas que hubo durante su administración hicieron del período la época dorada del Coro.
En el siguiente trienio, la responsabilidad fue asumida por Julio Herrera, quien ahora coordina la Unidad de Arte del Centro Cultural Universitario; y desde hace 19 años, el ensamble de voces está en manos de Juan Carlos Berríos. "Empecé en el Coro como estudiante, era tenor. La primera vez que lo dirigí fue en la misa del cuarto aniversario de los mártires, el 16 de noviembre de 1993". Su pasión por la música coral lo ha mantenido en el cargo por casi dos décadas.
"Nuestro canto no es solo canto, sino que es historia"
El Coro ha sido testigo de momentos que han marcado a la Universidad. "En 1991, cantamos la primera misa de aniversario de los mártires, donde había 300 sacerdotes y más de 50 obispos de todo el mundo (...) Fue una eucaristía importante y el Coro estuvo allí acompañando desde el canto. De igual manera, estuvimos cuando murieron los padres Jon de Cortina, Francisco Ibisate y Dean Brackley", recuerda Berríos.
Pero también se canta para celebrar. "Nos alegra cantar en las graduaciones, en Navidad, en los conciertos o en las bodas de empleados, estudiantes e integrantes del grupo". Así, el repertorio abarca desde cantos festivos hasta piezas musicales que van en la línea del pensamiento de la UCA y relatan hechos históricos. Un ejemplo es Aguilares, tema que cuenta la muerte de Rutilio Grande en 1977. "Nuestro canto no es solo canto, sino que es historia", afirma el director.
Otro momento que marcó la trayectoria de la agrupación fue su participación destacada durante la visita de Juan Pablo II a El Salvador, en 1983. Tal fue el reconocimiento del Coro UCA, que fue invitado a cantar en la segunda visita papal, en 1996. De igual manera, y hasta la fecha, es el coro oficial en las misas de aniversario de monseñor Óscar Arnulfo Romero, que se celebran en la cripta de la Catedral Metropolitana.
En la década de los ochenta, fue el coro de la guerra, pues a pesar de la difícil situación que se vivía en el país, sumó el mayor número de presentaciones de su historia. "Se presentaba en varios lugares, incluso fuera de San Salvador. En una ocasión, canceló un concierto en el Teatro Nacional debido a las amenazas que recibía por las letras de sus canciones".
Por otra parte, y por su misma naturaleza, el número de integrantes ha fluctuado constantemente. "Tenemos un coro cada ciclo. Hay quienes se quedan poco tiempo, pero hay otros que se mantienen años. En 1995, llegamos a tener 111 miembros; ahora, tenemos en nómina 50, pero más o menos siempre cantan 30 o 20, porque cuesta reunirlos a todos".
Cuatro generaciones
Para celebrar sus casi 40 años, el Centro Cultural Universitario organizó un concierto generacional, el pasado 25 de septiembre. El evento reunió a unas 70 voces, entre exintegrantes y miembros en activo del Coro. "Fue un reencuentro histórico. Había personas que estuvieron en los años setenta y personas que tienen dos meses de estar en él".
Al evento se logró convocar a las cuatro generaciones que le han dado vida al conjunto. "Una contralto vino desde Canadá solo para reencontrarse con sus compañeros a través del canto; y hubo quienes asistieron únicamente para recordar parte de su vida con la música", comenta Berríos.
A raíz de la gran aceptación del concierto, se ha programado un segundo para final de año. "Tomamos el acuerdo de que haremos un concierto de villancicos en diciembre; y el próximo año, queremos hacer un homenaje a Francisco Andrés Escobar".
El director considera que la Universidad "le da al país un coro que está en función de mantener viva la memoria histórica. Un coro que ya tiene el reconocimiento de la gente. La UCA debe saber que el Coro está aquí y vale la pena su trabajo".