La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas se solidariza con todos los nicaragüenses, particularmente con los estudiantes, que participan con legítimo derecho en las reivindicaciones por democracia, libertad y oportunidades de desarrollo para todos, y apoya su lucha para que se les haga justicia a todas las personas asesinadas desde el inicio de las movilizaciones populares.
En ese marco, condena categóricamente los ataques de los que han sido objeto las universidades, especialmente nuestra universidad hermana, la Universidad Centroamericana de Nicaragua, tanto la madrugada del domingo 27 de mayo, por parte de grupos de paramilitares encapuchados que desde dos pick-ups dispararon morteros de alto poder explosivo contra los vigilantes que cuidaban el portón principal de la institución, como la destrucción a pedradas de parte de sus instalaciones el pasado 18 de abril. Afortunadamente, no hubo daños personales que lamentar.
Nos solidarizamos con todo el personal de la UCA de Nicaragua, encabezado por su rector, P. José Alberto Idiáquez, S.J., y con sus estudiantes, y exigimos el respeto tanto a la integridad física de los miembros de la comunidad universitaria como a las instalaciones del campus.
Condenamos el papel que hasta el momento ha jugado la Policía Nacional de Nicaragua, incapaz de garantizar la seguridad de los nicaragüenses y defensora de los intereses políticos del régimen totalitario de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El desinterés del cuerpo policial por detener a los grupos armados defensores del status quo es más que evidente.
Exigimos a la Policía Nacional que respete el derecho de la población a manifestarse libre y pacíficamente, y pare la represión contra personas e instituciones que quieren la paz y la democracia para el país.
Exigimos a Daniel Ortega y Rosario Murillo que ponga alto a todo tipo de represión, maltrato y amenaza, perpetrados por la Policía o por grupos armados vinculados a su Gobierno, contra quienes ejercen su derecho a la protesta. A la vez, les animamos a escuchar el clamor popular, deponer su actitud de intolerancia a la crítica y a la oposición, y dejar a un lado sus intereses personales para el bien de Nicaragua.
Nos solidarizamos con el pueblo nicaragüense, al que manifestamos nuestra solidaridad en su lucha pacífica por el pleno respeto a los derechos humanos, el restablecimiento del Estado de derecho, la democratización de las instituciones públicas y el avance hacia una sociedad en paz y con justicia social.
La Libertad, 29 de mayo de 2018