Pronunciamiento ante la orden de procesamiento de la Audiencia Nacional de España en contra de 20 militares salvadoreños por el Caso Jesuitas

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31/05/2011

En España, bajo el principio de justicia universal, el juez Eloy Velasco inició en enero de 2009 la investigación que condujo a girar la orden de captura de los 20 militares salvadoreños, tras admitir una querella presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España y el estadounidense Centro para la Justicia y la Rendición de Cuentas, con el apoyo de familiares de las víctimas. Velasco señala a los militares como responsables de ocho asesinatos terroristas o crímenes de Estado, y un crimen de lesa humanidad o contra el derecho de gentes, basado en las normativas penales salvadoreña y española. Las víctimas son Julia Elba Celina Ramos y su hija Celina, junto a seis sacerdotes jesuitas, todos ejecutados dentro de nuestra universidad en la madrugada del 16 de noviembre de 1989.

La orden de procesar a los militares es muestra de la consistencia de los alegatos presentados ante Velasco. En dicha orden no solo se incluye a todos los señalados en la querella original, sino que se incorpora a seis personas más, cuya participación en el crimen —pese a haber sido mencionada en los informes Moakley y de la Comisión de la Verdad, así como en los documentos desclasificados estadounidenses— nunca fue considerada judicialmente en nuestro país. Asimismo, la decisión del juez confirma la teoría de que se conspiró e instigó para asesinar a ocho personas no combatientes e indefensas. También queda establecido que esas ejecuciones fueron parte de una operación militar ordenada y dirigida desde el más alto nivel castrense, junto con la colaboración civil para su encubrimiento.

¿Por qué la justicia española está procesando a estas personas? Porque en El Salvador el sistema judicial se empeñó en no hacerlo. Lo que hubo acá fue un juicio contra los hechores materiales, pero nunca se investigó ni mucho menos se juzgó a los autores intelectuales de la masacre. Desde el primer momento, las familias de las víctimas, la Compañía de Jesús y la UCA trataron que fueran las instituciones nacionales las que buscaran la verdad e impartieran justicia, sobre todo después del fin de la guerra. En este sentido, el deseo de la Compañía de Jesús y de la UCA es que las instituciones nacionales —que tienen por misión investigar estos crímenes y llevar a los responsables a la justicia— funcionen, y por eso se ha ido hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuyas recomendaciones tampoco han sido tomadas en cuenta por el Estado salvadoreño.

Cuando no se hace justicia donde corresponde en primera instancia, se desatan procesos como el que hoy referimos y del cual somos testigos. Las víctimas tienen derecho a buscar justicia, tienen derecho a conocer la verdad, y por ello acuden donde se les pueda atender su deseo. La Audiencia Española aceptó el caso y está actuando de acuerdo a la ley. Ahora no queda más que acatar la orden de captura internacional y llevar a los acusados ante la justicia. Le toca a la Audiencia Nacional decidir sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados, y sería un gran logro de la acción internacional para la defensa de los derechos humanos que a través de este proceso finalmente se conozca la verdad y se haga la debida justicia.

Sin embargo, salvo honrosas excepciones, nos encontramos frente a un obstáculo monumental, insensible y aparentemente insalvable: la Corte Suprema de Justicia. Por mayoría, la actual Corte se opuso a responder a las "rogatorias" del juez Velasco; se negó a entregar las copias certificadas de todos los expedientes judiciales del caso, pese a ser de conocimiento público. La causa en España necesitaba contar con un análisis cuidadoso de la prueba y la Corte no quiso colaborar. Los ahora procesados tuvieron varias oportunidades para defenderse y no lo hicieron por decisión propia, por mala asesoría o porque esa mayoría en el máximo tribunal no hizo el favor de ayudarles. Así, a la justicia universal no le quedó otra opción que decretar estas órdenes de captura internacionales.

Reiteramos, una vez más, que no deseamos cárcel para los inculpados en el crimen. De hecho, dos meses después de la vista pública del juicio de los autores materiales en El Salvador, pedimos a la Asamblea Legislativa el indulto para las únicas dos personas condenadas por el caso. Este modo de proceder, en el caso de la autoría intelectual, hubiera podido ser satisfecho con mayor facilidad dentro del Estado salvadoreño. Y es que, desde hace años, la Compañía de Jesús en Centroamérica y la UCA hemos tomado la decisión de actuar en el caso jesuitas exclusivamente con los instrumentos legales propios de El Salvador. Respetamos cualquier otra iniciativa que pueda surgir de los familiares de los jesuitas, pero no participaremos en aquellas actividades judiciales que trasciendan el marco legal salvadoreño o las obligaciones internacionales derivadas de pactos o tratados firmados por El Salvador.

En síntesis, la posición de la Compañía de Jesús y la UCA, ayer, hoy y siempre, se fundamenta en una convicción y en un compromiso: la justicia en el caso de nuestros hermanos jesuitas, Elba y Celina Ramos contribuye al fortalecimiento de las instituciones nacionales. Devolver su dignidad a las víctimas de la guerra y la posguerra, garantizándoles también el acceso a una pronta y cumplida justicia, es un deber de nuestras instituciones. La sociedad sigue demandando verdad y justicia, porque es este el único y verdadero camino para superar la impunidad y alcanzar una auténtica paz.

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Anónimo
22/06/2011
02:07 am
22.06.11 Parece mentira que estamos a finales de Junio de 2011 y nuestro gobierno aún está esperando y piense en "si que sí ó que si no" esclarece los crímines. SI ES SU DEBER,CARAMBA! ¿Cuál es la función de la Corte Suprema de Justicia? parece que NO saben para que están allí. Uno se pregunta: no pueden establecer justicia ¿por qué los amenazan? o ¿por qué los pistean? ¿Tendrán miedo? ¿En qué clase de pais vivimos? Es el deber de la Policía y la Fiscalía esclarecer todo crimen. Toda persona que en los 80 participó activamente en medios de comunicación y propició un ambiente, para que se pudieran dar esas matanzas, TAMBIEN son culpables. Las personas que llamaron por telefono a las radios cadena abierta el dia 15.11.89 ¿dónde están? y los que participaron anteriormente con su p
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Anónimo
02/06/2011
06:46 am
¿Es decir que la Compañía de Jesús de Centroamérica y la UCA en El Salvador, no están de acuerdo con el principio de justicia universal? ¿Lo respetan pero no estan de acuerdo? ¿Sólo quieren justicia de una parte del universo: Que sea en El Salvador? El por que de lo anterior no se explica en el pronunciamiento. Favor aclararlo a la opinión pública.
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Anónimo
01/06/2011
14:43 pm
Fijense que los paises por eso son sub desarrados, siempre ponen de referente de la justicia a Juan Perez,y quienes manejan la plata son cables en este pais, poreso se recurre a estas instancias del derecho internacional, tambien deberian investigar el gran lavado de dinero que se hizo cuando se privatizo la banca en el Salvador.
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Anónimo
31/05/2011
13:49 pm
Porque se ha esperado tanto tiempo en buscar la justicia humana en personas que se han comportado como animales en no respetar la vida de Nuestros sacerdotes que entregaron su vida por oponerse a la desigualdad que nosotros como seres humanos hemos puesto en nuestros projimos.Sigamos adelante Hermanos ya que por hoy ellos estan en el reyno con Dios y desde alla nos guiaran a seguir una vida frustuosa a sia Dio. La vida de ellos que quisieron destruir con asesinarlos hoy mas que nunca ellos viven en el corazon de cada uno de nosotros que practicamos sus ensenansas.
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Anónimo
31/05/2011
11:13 am
Es en verdad muy satisfactoria esta noticia, ojalá los magistrados de la CSJ cumplan su promesa de cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República.
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Anónimo
31/05/2011
09:38 am
la justicia tarda pero jamas olvida, con esta frace celebre quiero iniciar mi comentario, jamas en la historia de nuestra patria un presedente similar se registra contra una accion similar, casos de masacres en nuestro pais fueron el pan del dia para miles de salvadoreños durante la guerra, el ejercito represivo y sanginario actuaba con total impunidad y salvajismo, ellos eran los imperantes en complicidad con las oligarquias, los politicos del momento y las cupulas militares que ordenaban los salvajes hechos que se cometieron. ahora esta sentencia del juez Eloy Velasco no es oportuna pero si justa, este hecho debe ser la pauta para que de una vez por todas el estadop asuma un verdadero compromiso en investigar la camandula de casos que aun esperan ser jusgados, los criminales, tanto materiales como intelectuales siguen en su mayoria impunes y con mucho poder tanto que son capaces de silenciar inclusive hasta la suprema corte, que no merece llamarse, Suprema de Justicia.
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