Debido a que en los próximos días deben tomarse decisiones importantes para combatir el coronavirus, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas llama a mantener una actitud de diálogo y entendimiento entre los distintos poderes del Estado, pues solamente a través de ella se podrá enfrentar de forma exitosa la difícil situación que atravesamos. El bien del pueblo salvadoreño demanda de parte de todos, ciudadanos, instituciones, organizaciones de la sociedad y poderes del Estado, el mejor esfuerzo y la mayor voluntad. Tres son los temas que urge atender.
En primer lugar, la Asamblea Legislativa y el Gobierno deben valorar a profundidad la prórroga del estado de excepción más allá del 29 de marzo. Con el decreto legislativo que declaró el estado de emergencia nacional, las disposiciones del Código de Salud y los decretos ejecutivos aprobados, el Ejecutivo cuenta con las facultades legales necesarias para aplicar las medidas que considere oportunas para combatir la pandemia. La solicitud de prórroga del estado de excepción más bien parece que responde a un afán de poder autoritario (ejercido a través de la Policía y la Fuerza Armada), en detrimento de los derechos y garantías constitucionales.
En el caso de que se considere imprescindible prorrogar el estado de excepción para hacer frente a la pandemia, los diputados no deben perder de vista que limitar los derechos fundamentales tiene que ser siempre la última medida a tomar. Y si pese a todo la extensión se valora necesaria, esta no deberá superar los 15 días. Solo así se podrá mantener el control legislativo sobre la correcta aplicación del estado de excepción, a fin de garantizar el respeto a los derechos constitucionales.
Además, la Asamblea y el Ejecutivo deben, por un lado, legislar con un enfoque eminentemente sanitario y médico, sin limitar derechos fundamentales más allá de lo estrictamente necesario y respetando al máximo el pleno goce de los derechos humanos; y por otro, tener en cuenta las indicaciones dadas por la Sala de lo Constitucional en sus resoluciones de habeas corpus.
En segundo lugar, la UCA recomienda a la Asamblea que, con base a las indicaciones de la Sala de lo Constitucional, legisle de modo que las personas que irrespeten injustificadamente la cuarentena domiciliar sean amonestadas y enviadas de inmediato a guardar dicha cuarentena. Y que para quienes reincidan, estipule sanciones coherentes con lo requerido para combatir la pandemia y con la Constitución. La presencia en la vía pública por compra de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad, o por traslado por motivos laborales o de salud no deberá dar lugar a ningún procedimiento sancionatorio cuando esté amparada en los protocolos dictados y hecho públicos por las autoridades.
En tercer lugar, para que su estrategia sea efectiva, el Gobierno tiene que incrementar las pruebas diarias y realizarlas a toda persona que ingresa a los centros de contención. Con 160 al día, tardará 25 días para examinar a las 3,935 personas albergadas en los 85 centros, lo cual es inaceptable. Asimismo, sería un grave error que a estas personas las envíen a casa sin realizarles ninguna prueba extra, ya que podrían ser portadoras asintomáticas del covid-19.
En el caso de que la prueba de entrada a un centro de contención resultase negativa, la segunda debería aplicarse como máximo 21 días después. Y si esta también resultase negativa, la persona debería ser enviada a su hogar para continuar en cuarentena domiciliar. Ello disminuiría sufrimientos innecesarios, permitiría la reunificación familiar y liberaría espacios en los centros de cuarentena.
Finalmente, llamamos a todos los salvadoreños a cumplir la cuarentena domiciliar, y muy especialmente a prevenir el contagio siguiendo las medidas profilácticas de rigor: evitar todo contacto físico; lavarse frecuentemente las manos; no llevarse las manos a boca, nariz u ojos; guardar distancia con las personas fuera de la casa; y ante cualquier síntoma ponerse en comunicación con las autoridades de salud.
Las limitaciones y los sacrificios de ahora contribuirán al bienestar de todos el día de mañana.
Antiguo Cuscatlán, 29 de marzo de 2020