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Muy buenos días, autoridades que presiden la mesa de honor, queridos compañeros, familiares y amigos. Representa un verdadero honor para mí tomar la palabra en nombre de mis compañeros graduandos y darles las gracias a todos ustedes por acompañarnos en esta mañana y compartir la alegría que sentimos al recibir como estudiantes un grado académico más.
En primer lugar, quiero agradecer a Dios. Él nos bendice con la vida, llenando nuestros corazones con los más grandes anhelos y sueños, y se hace presente a través de nuestra familia, amigos y demás personas que han hecho posible nuestro triunfo no solo académico, sino también vital.
Gracias a nuestros padres, que han sido nuestros primeros maestros y nuestro principal pilar; a nuestras familias y a las personas que, pese a no tener ningún vínculo sanguíneo con nosotros, pusieron toda su energía por ver llegar este día. A todos ustedes, gracias por las noches de desvelo, por sus consejos, regaños y por acompañarnos hasta este día en el cual vemos culminados nuestros esfuerzos.
Gracias a nuestros catedráticos, que nos transmitieron infinidad de conocimientos útiles para nuestra formación profesional dentro de las aulas, pero sobre todo que nos ayudaron a formarnos como personas integrales y de carácter.
Gracias a cada uno de ustedes, compañeros, amigos, hermanos; muchos de nosotros llegamos a formar una segunda familia en las aulas.
Gracias también a quienes durante este camino nos enseñaron, a quienes nos permitieron enseñarles, a quienes nos corrigieron con tino, a quienes sin palabras y un tanto a la distancia nos ayudaron en el estudio y en la vida. La lista de agradecimientos es extensa como la de las expectativas y esperanzas que hoy nos acompañan.
De forma personal, quiero agradecer a mi madre por todos sus sacrificios para que yo llegara con éxito a este día; a mi padre y familia por su apoyo; a Giovanni y Raúl, que más que compañeros se convirtieron en mis hermanos, gracias por siempre estar conmigo y hacer de este camino toda una aventura.
Hace poco más de 5 años, nos preguntábamos qué carrera estudiar, llenábamos el formulario de inscripción, nos perdíamos en el campus, intentábamos sobrevivir a una nueva etapa en nuestras vidas; ahora nos encontramos como profesionales, como graduados UCA, y nos vamos con un sinfín de experiencias y conocimientos. Recordemos lo que hemos vivido, luchado, quizás llorado, lo que hicimos o dejamos de hacer; recordemos lo positivo, las risas, las anécdotas, los sacrificios y esfuerzos que nos hicieron más fuertes y las lecciones que marcaron nuestra vida.
Desde el primer ciclo entendimos que estudiar en esta universidad involucraba un compromiso mucho mayor al acostumbrado. Aquí se nos inculcaron valores, principios, y nos mostraron el deber y la capacidad de ser agentes de cambio para bien de nuestro país y de los demás.
Hemos escuchado en reiteradas ocasiones que somos el futuro del país. Sin embargo, ya dejamos de ser el futuro para convertirnos en el presente. No nos acomodemos nunca al mundo, porque sabemos que este puede mejorar, al igual que nosotros mismos.
¡Felicidades, compañeros! Les deseo el mayor de los éxitos en su desempeño como profesionales y los exhorto a continuar preparándose con el ahínco y entusiasmo que han demostrado hasta ahora. Muchas gracias.
