Hora de renovar el compromiso con la justicia

2
Editorial UCA
09/04/2012

Finaliza la Semana Santa. Quedan atrás las playas, las excursiones, las procesiones y las solemnes celebraciones, para sumergirnos de nuevo en el trabajo diario, el estudio, la búsqueda del alimento. Para muchos, la Semana Santa ha sido un espacio para la reflexión personal o comunitaria, un espacio para llenar el espíritu. Al recordar la pasión y crucifixión de Jesucristo, recordamos también la pasión y el sufrimiento de todos los pueblos del mundo que siguen anhelando una vida en justicia, equidad y libertad. Nuestra condición de discípulos de Jesús nos llama a seguir trabajando a diario para que los valores del Reino de Dios se hagan realidad en nuestra sociedad. Celebrar la Semana Santa nos ha reanimado para seguir luchando por la igual dignidad de todas las personas, por una verdadera justicia sobre la que se pueda construir una paz duradera.

Jesucristo resucitado nos devuelve la esperanza con su enseñanza de que el amor, la justicia y la verdad siempre triunfarán sobre el egoísmo, el odio, y la mentira. Tarde o temprano, los justos, los misericordiosos y solidarios, los que anhelan la venida del Reino de Dios, obtendrán aquello que buscan. Ni el poder político ni el religioso, con todas sus estrategias y artimañas, pudieron acabar con Jesús. Dios defendió al Justo y le dio la razón; resucitándolo restauró la vida y lo constituyó en El Señor. La esperanza se renueva y se ha fortalecido la promesa de que el Reino de Dios sigue creciendo y finalmente triunfará en este mundo.

Volver de la Semana Santa con la fe y la esperanza renovadas implica también retomar los compromisos que como discípulos de Jesús tenemos. Es decir, seguir trabajando, a tiempo y a destiempo, por una nueva sociedad, estando al lado de los pobres, los marginados, los que sufren; trabajar por el cambio de aquellas estructuras sociales que injurian la dignidad de muchos de los hijos e hijas de El Salvador. Debemos seguir trabajando por una sociedad justa, respetuosa de las leyes y de todas las personas, en la que todos los salvadoreños puedan vivir como hermanos en paz.

También la vida política se reactiva después de la tregua de la Semana Santa. Ojalá que estos días de descanso les hayan servido a los políticos para reflexionar sobre sus intenciones y actitudes, para que intenten adecuarlas a la ética política y la justicia. Ojalá que la Semana Santa les haya hecho abandonar el truculento proyecto de elegir al nuevo Fiscal General de la República en base al reparto de espacios de poder. Dado que del Fiscal depende en gran medida la lucha contra el crimen y la impunidad, el cargo requiere de una persona que esté realmente comprometida con la justicia y que haya demostrado con creces que es capaz de actuar con independencia de cualquier otro poder. El Fiscal General debe ser un profesional que se haya destacado por su auténtico compromiso con la verdad y la lucha contra la impunidad. Una persona que no tenga miedo de investigar cualquier crimen o delito, sea quién sea el que lo haya cometido. Si a lo largo de los años después de la firma de la paz la criminalidad ha crecido sin freno, en buen parte se ha debido a que no hemos tenido un Fiscal General capaz de entregarse plena y libremente a la tarea de la persecución del delito. Los sucesivos titulares de la Fiscalía han hecho ojo pacho ante muchos crímenes y con su negligencia y desinterés han protegido a los delincuentes, en lugar de perseguirlos y someterlos a la justicia. Dada la situación del país, con los altos niveles de inseguridad ciudadana y victimización, no se puede jugar con la elección del Fiscal General, esta no puede ser moneda de cambio para obtener otras cuotas de poder.

Si en el pasado se criticó que la elección del Fiscal General obedeciera a una negociación entre Arena y el PCN para fortalecer su alianza y proteger a la derecha, hoy es necesario volver a criticar, y con más dureza si es posible, al FMLN y a GANA por hacer lo mismo, pues al menos del primero se esperaba una actitud más ética y responsable. Es a todas luces condenable que ambos partidos estén queriendo repetir historia al elegir como Fiscal General a un miembro de GANA a cambio de garantizar con ello la permanencia del FMLN en la dirección de la Asamblea Legislativa. Es una traición al Estado de derecho y a los salvadoreños, que merece instituciones fuertes y capaces de luchar contra el delito y la impunidad. La persecución del delito y el compromiso por la justicia no pueden negociarse a ningún precio. Ojalá que los rumores en ese sentido sean solo eso, rumores. Ojalá que la Semana Santa haya iluminado a nuestros políticos y desistan de seguir crucificando al pueblo salvadoreño. Ojalá hoy sepan que es hora de que el bien y la justicia resplandezcan sobre la codicia, la ambición de poder y el ocultamiento del mal.

Lo más visitado
1
Anónimo
10/04/2012
10:43 am
¿Son los políticos de la Asamblea Legislativa que nombran funcionarios los que tienen crucificado al pueblo salvadoreño? o ¿será la frase: "Ojalá que la Semana Santa haya iluminado a nuestros políticos y desistan de seguir crucificando al pueblo salvadoreño." es tan universal o esta sacada de texto, para meterla en el contexto de nombramientos de la Asamblea Legislativa? Ojala, ojala los editoriales UCA pusieran a diario en texto y en contexto a los políticos que crucifican al pueblo salvadoreño.
0 0 0