¿Solo un himno?

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Editorial UCA
28/09/2016

En el mes de la independencia, siempre es bueno reflexionar sobre el sentido de la celebración. A lo largo de este septiembre que casi concluye, se ha escuchado el himno nacional a lo largo de todo el país, en la multitud de actos con los que se celebran las fiestas patrias. Nuestros hermanos migrantes seguro lo habrán coreado con nostalgia en sus lugares de residencia, aunque a la mayoría de ellos esa patria a la que aman y de la que se sienten hijos los haya expulsado sin contemplaciones. El himno es símbolo importante de identidad y se suele interpretar con respeto y devoción. Pero una cosa es sentirnos orgullosos de ser salvadoreños y otra detenerse a pensar si lo que se canta es una realidad o si se está trabajando para que lo sea. No tiene ningún sentido cantar el himno sin preocuparse de que sus versos tengan relación con la cotidianidad de las mayorías.

La letra del canto patrio invita a cada salvadoreño a dar lo mejor de sí, a construir nuestro país sobre la base de la paz, el progreso, la libertad, la abnegación y el respeto a los derechos de todos. Por ende, celebrar la independencia es pura alharaca si no se hace pensando en el bien común. La patria no es algo abstracto, no es solo un territorio representado por una bandera y unos pocos elementos simbólicos comunes. Esta patria, a la que llamamos El Salvador, es sobre todo un pueblo, la gente concreta, nuestras familias y amigos, los vecinos, los más de ocho millones que se sienten y llaman salvadoreños ya sea que vivan acá o en cualquier otro país del mundo.

El coro de nuestro himno nos llama a sentirnos hijos orgullosos de este pueblo y a trabajar sin descanso por el bien del mismo. Ciertamente, podemos sentirnos orgullosos de muchos salvadoreños y salvadoreñas que son ejemplo de trabajo y solidaridad, pero no de la realidad que se vive dentro de nuestras fronteras. Las situaciones de injusticia, impunidad, corrupción, violencia, irrespeto a los derechos humanos y exclusión social que afectan a gran parte de la población no son lo que los salvadoreños quieren para El Salvador ni lo que motivó a luchar por la independencia. A casi 25 años de la firma de los acuerdos que pusieron fin a la guerra civil, no hemos logrado consolidar la paz ni la justicia; demasiadas familias siguen viviendo en la marginación y la pobreza.

A medida que han ido pasando los años desde el cierre del conflicto armado, los problemas se han ido agudizando y nuestra sociedad se ha vuelto una de las más violentas del mundo. El himno hace conciencia de que la paz ha sido el eterno problema de El Salvador y que conseguirla es la gloria mayor. La paz es la dicha suprema y la aspiración de todos los pueblos; sin ella no puede haber bienestar. Pero no se puede olvidar que la paz no es posible sin justicia.

Las fiestas patrias deberían llevarnos a trabajar para cambiar el país, para que en un día no muy lejano podamos sentirnos orgullosos de que para todos los salvadoreños hay un feliz porvenir. La lección del himno es una: hay que mantener la fe en este pueblo, en que es posible un futuro mejor, en que a través del esfuerzo conjunto en pos del bien común —no el de unos pocos— es posible alcanzar un El Salvador que ofrezca empleo digno y decente, que no dé espacio a la corrupción, que garantice y pongan en práctica los derechos humanos sin excepciones. Un El Salvador en el que gobernantes y políticos de todas las tendencias depongan sus intereses ideológicos y sus pugnas infantiles en función de un pueblo al que se le agota la paciencia y encuentra pocos motivos para cantar.

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Anónimo
03/10/2016
20:24 pm
como el himno del El Salvador, también la de Guatemala que es reconocida como la mas hermosa en su letra y música, pero mucho de lo que dice no se ha \"ni haya esclavos ni tiranos....\"cuando en este país no se ha aceptado la diversidad cultural por lo mismos gobernantes. Por lo mismo muchos ya ni cantamos el himno nacional.
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Anónimo
02/10/2016
19:46 pm
Dice el himno: \"Saludemos la patria orgullosos de hijos suyos podernos llamar\". Como vamos a estar orgullosos de una patria que expulsa a sus hijos; en ves de darles trabajo para retenerlo en el territorio que es su casa, cómo podemos llamarnos hijos suyos si tenemos una mala madrasta de patria. \"De la paz en la dicha suprema, siempre noble soñó El Salvador; \" Cual paz si ya el país se encuentra en guerra y una guerra social, cual nobleza si tenemos políticos que succionan el presupuesto con exorbitantes emolumentos y empresarios que pagan a sus empleados miserables salarios; todo esto los califica como los mas corruptos y su hediondez rebalsa cual si fuera una bacinica llena de excremento apestoso. \"Y con fe inquebrantable el camino del progreso se afana en seguir, por llenar su grandioso destino, conquistarse un feliz porvenir.\" Cómo van ciudadanos tener fe inquebrantable si son expulsados; inservibles, lo grandioso y la conquista de una feliz
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Anónimo
28/09/2016
14:04 pm
Me gusta nuestro himno, nuestra oración a la bandera. No me gusta la bandera, tampoco el escudo. No creo que la bandera sea un buen diseño, ni el escudo. La franja blanca debió haber sido siempre más ancha, porque da cabida a las palabras Dios Unión Libertad o más tarde el escudo nacional; la bandera oficial siempre tiene color dorado alrededor, entonces es tricolor. Tricolor está bien, pero hay que integrarlo en la descripción. Mientras que el escudo tiene cinco volcanes, cinco banderas como si los símbolos representaran a Centroamérica, pero por lo contrario, representan solo a El Salvador. Creo que es error de concepto. Además, las banderas apoyadas en el triángulo son iguales (¿?). El diseño de la bandera debió haberse escogido de un concurso a nivel nacional, con participación de todas las escuelas, todas las organizaciones o sectores de la población. Nunca buscar a un encargado del diseño. Creo que las banderas de Honduras, El Salvador y Nicaragua, son feas....
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