¿Y la educación?

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Editorial UCA
06/10/2014

Durante la pasada campaña electoral, los candidatos a la Presidencia ofrecieron subir el presupuesto de educación hasta el 6% del PIB. Todo apunta a que se quedará en promesa incumplida. El anteproyecto de ley del Presupuesto 2015, presentado por el Gobierno a la Asamblea Legislativa para su aprobación, propone un incremento de 30 millones para educación con respecto al actual ejercicio. Esto en realidad supone una disminución del porcentaje en relación al PIB, del 3.49% al 3.44%. Para lograr alcanzar la meta del 6% al final del actual período gubernamental, sería necesario incrementar la asignación en un 0.5% del PIB anualmente; así, para 2015, el presupuesto de educación debería ser del 4% del PIB; en dólares, 1,061 millones, es decir, 146 millones más de lo que se ha presupuestado. Sin embargo, puesto que entre el PCN, GANA, Arena y el FMLN, o cualquier combinación de tres de ellos, suman mayoría, aún es posible enderezar el árbol. Si estos partidos políticos de verdad quisieran destinar más recursos a la educación, tienen la capacidad de modificar el anteproyecto y aumentar la partida de forma significativa, y así comenzar a cumplir la promesa hecha por sus candidatos.

Invertir más en educación no es algo infundado o caprichoso. Solamente por esa vía se podrá alcanzar una mayor cobertura y una mejor formación. Nos quejamos de la calidad de la escuela pública, de la baja cobertura en la secundaria, del poco acceso a la universidad, pero no se ponen los medios para que esto cambie. La educación cuesta dinero, y entre mejor educación queramos, más dinero hay que invertir. Pero es una apuesta segura. Un país con altos niveles de escolaridad y de calidad educativa es más capaz de tomar su propio camino hacia el desarrollo y salir de la pobreza con más facilidad. Que en El Salvador el 40% de la población viva en la exclusión se debe en parte a la falta de acceso a la educación y a las profundas deficiencias del sistema educativo público.

El caso de Costa Rica nos muestra que la inversión en el rubro es una de las mejores apuestas para que un país avance y su población pueda realizarse. Nuestro vecino ha logrado niveles de desarrollo humano y de ingreso per cápita muy superiores a los del resto de Centroamérica, con excepción de Panamá. ¿Qué lo ha propiciado? Costa Rica tiene una historia democrática de larga data, no sufrió las guerras intestinas de otros países del istmo, ni ha estado sometido a dictaduras; por el contrario, ha tenido varios Gobiernos identificados con la social-democracia, que han invertido en la gente y han logrado construir una sociedad más equitativa. En ese marco, Costa Rica visualizó la importancia de la educación y alcanzó un acuerdo nacional para establecer en su Constitución la obligación de dedicar el 6% del PIB a ella. Hace seis años, decidieron nuevamente incrementar el presupuesto en educación, llevándolo al 8%. Y para garantizarlo, modificaron de nuevo la Carta Magna.

Los recursos destinados a la educación han sido clave para el desarrollo costarricense. En 1957 ya tenían una cobertura del bachillerato cercana al 56% de la población, que se estancó hasta el año 2000. Pero con el impulso que significó asignar el 6% del PIB a educación y el posterior incremento, pasó, en un lapso de 13 años, a tener una cobertura del 90%. Además, en los últimos 10 años han logrado reducir la brecha educativa entre las zonas rurales y las urbanas del 30% al 7%, así como también la que media entre la población con mayores ingresos y la de menores ingresos, del 44% al 17%. Más interesante aún: los ticos han reducido la brecha entre la educación que reciben los que nacen en familias más educadas y los que nacen en familias menos educadas, del 68% al 29%. Aunque todavía les falta para alcanzar una verdadera equidad, el avance es notable y muy lejano a lo conseguido en El Salvador. Todo eso en buena parte gracias a que triplicaron el presupuesto en educación en un período de 14 años.

Todos los expertos coinciden en que la inversión en educación es la fuerza más poderosa para transformar una sociedad. Diversos estudios muestran que es clave para el desarrollo económico y social, y una garantía contra la pobreza, así como el camino para una mayor equidad. Cuando se relacionan los años de escolaridad con el tipo de empleo se observa que a menos años de educación, más grande es el porcentaje de gente con empleos no cualificados. Por el contrario, a más años de educación, mayor el porcentaje de los que tienen empleos cualificados y, por tanto, mejores salarios. La diferencia es muy notable cuando se superan los 11 años de educación: el 90% de esa población logra empleos cualificados.

Deberíamos aprender del ejemplo de Costa Rica. Debemos invertir más en educación, iniciando ya en 2015, aunque eso implique hacer recortes en ministerios, entidades autónomas y demás dependencia del Estado. Solo reduciendo otras asignaciones y aplicando una estricta austeridad en el uso de los recursos públicos será posible disponer de los fondos necesarios para invertir en la educación. No hay que dejar de repetirlo: si queremos un mejor futuro para El Salvador, debe ampliarse sustancialmente la cobertura y la calidad educativa, desde la primera infancia hasta el bachillerato, en todo el territorio nacional. De lo contrario, seguiremos viviendo de ilusiones, falsas promesas y esperanzas.

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Anónimo
12/10/2016
08:24 am
Cuando Estados Unidos ofreció apoyo para capitalizar positivamente las remesas a traves de la iniciativa Bridge, al entonces funcionario Alex Segovia se le ocurrio que los recursos de esa capitalización se podrían usar como medio para ejecutar proyectos de infraestructura vial o cualquier otro de importancia estratégica, por lo que veo, en El Salvador nunca se ha visto la educación como un Eje de vital importancia, si se considera que la tendencia a la automatización en los países del primer mundo nos va a dejar sin opciones talvez se reconsidere que solo con gente calificada podremos salir adelante como país.
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Anónimo
12/10/2016
08:20 am
El tema del salario siempre sale a colación, sin embargo, se sabe tambien que hay población que tiene recursos y no invierte en educación, caso de las personas que reciben remesas por ejemplo, la educación es el Estado el que debe provisionarla pero en eso ha fallado desde siempre, somos el tercer país con la mejor infraestructura vial en latinoamerica, despues de Chile y Panamá, y contrasta que nuestra educación sea mala y la infraestructura pésima, el detalle en este país es que pueden poner un mega presupuesto, pero si no se vigila que se utilice de la forma correcta simplemente lo van a desfalcar, creo que resolver la deficiencia en nuestro systema es algo que require acciones profundas de corrección que permitan una distribución logica y efectiva de los recursos aplicados, a mi me parece algo ridiculo que la gente administrative tenga sueldos enormes y los profesores sigan recibiendo salarios nimios.
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Anónimo
07/10/2014
14:34 pm
Acá también cabe recordar otra triste realidad que, de no ser contrarrestada, constituiría un serio obstáculo a todos los beneficios que trae la inversión en educación. Me refiero específicamente a que muchas empresas son un reflejo de la mezquindad de la derecha salvadoreña. Pagan salarios de hambre con tal de maximizar sus plusvalías y \"lograr el máximo beneficio con mínimo costo\". Bien es sabido que prefieren contratar técnicos en lugar de ingenieros. Las transnacionales prefieren enviar sus expertos a capacitar graduados nacionales. El tema de los gremios profesionales de corta visión (y poca solidaridad entre colegas) sale a colación, pero, hoy por hoy, cabe reclamar al estado establecimiento de fuertes políticas y leyes que velen por la justicia salarial y de prestaciones, empezando por el salario mínimo. También debe erradicarse la vergonzosa práctica de vender al país como uno de mano de obra barata para atraer inversión extranjera. ¿Cómo educarse mejor con salarios
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Anónimo
07/10/2014
11:34 am
Ejemplos de países que han logrado invertir en la educación hay muchos, pero lo que veo es que no hay gobiernos que se atrevan a desafiar a los intereses predominantes de los poderes .economicos para poder alcanzar los niveles requeridos para un pleno desarrollo educativo.
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Anónimo
07/10/2014
09:34 am
Y también Chile que ya esta impulsando una reforma presupuestaria grande, para invertir en educación y lograr frenar la desilgualdad, estos son los referentes que se necesitan, pero ahora que chile hace estas reformas, la derecha de este país ya ni siquiera lo toma como referente o parametro de desarrollo o no señor Altamirano? que hipocresía.
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