Alto a la violencia contra la mujer

7
Editorial UCA
22/11/2017

La violencia de género, en especial la violencia contra la mujer, es uno de los mayores flagelos de la humanidad. El fenómeno viene de larga data, pero permaneció invisibilizado durante mucho tiempo por variadas razones; entre ellas, porque hasta hace muy poco los hombres tenían control total de la política y de los medios de comunicación, y se encargaban de ocultar la realidad de violencia contra las mujeres. También porque estas aceptaban la situación como un hecho normal o se sentían impotentes ante ella, pues no tenían modo de denunciar efectivamente los abusos. Por un lado, vivían atemorizadas; por otro, las posibilidades de que fueran escuchadas y atendidas eran mínimas. Pero a pesar de las dificultades y del machismo imperante, en la última década se han dado grandes pasos que han permitido que esta epidemia empiece a remitir. Estos cambios han sido propiciados por las organizaciones de mujeres en defensa de sus derechos y organismos internacionales, por la introducción de la perspectiva de género en los espacios públicos y legales, por la mayor presencia de la mujer en la vida política y social, por la mayor consciencia de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Cuando las mujeres hablan de sus historias y cuentan lo que les ha tocado vivir, se constata que un alto porcentaje de ellas ha sido víctima de la violencia desde muy corta edad. No son pocos los casos de mujeres que fueron violadas de niñas por uno de sus parientes cercanos y que fueron obligadas a soportar y a mantener en secreto el abuso bajo amenazas contra sus vidas y las de sus seres queridos. Pero en los últimos años se han incrementado las denuncias por violencia de género, en parte porque existe una mayor conciencia entre las víctimas, en parte porque se han generado mejores condiciones para presentar denuncia y que esta sea debidamente atendida. También es cierto que asistimos a un aumento de la violencia social, y ello tiene su correlación con el incremento en la violencia contra la mujer.

Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, El Salvador es el país que presenta la mayor tasa de feminicidios: 11.2 por cada 100,000 mujeres. Tal como afirma la ONU, “en la actualidad, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo”. Dada la gravedad de este problema, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se ha planteado poner fin a la discriminación y a la violencia contra las mujeres. En la misma línea, hace siete años se creó ONU Mujeres, “para acelerar el progreso que conllevará a mejorar las condiciones de vida de las mujeres y para responder a las necesidades que enfrentan en el mundo”. Entre las áreas de trabajo prioritarias de la organización se encuentra poner fin a la violencia contra las mujeres, aumentar su liderazgo y participación, implicarlas en todo proceso de paz y seguridad, y hacer de la igualdad de género un aspecto central en la planificación y elaboración de los presupuestos nacionales.

Los esfuerzos para empoderar a las mujeres y para acabar con la violencia de género deben ser múltiples y en varias vías, porque el reto es enorme. Por ello, como mínimo, es necesario unirse a las campañas que los organismos internacionales y nacionales realizarán en torno al 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ante un mal que aqueja a tantas salvadoreñas y rompe el tejido social, es fundamental que todos caminemos para ponerle fin.

Lo más visitado
2
Anónimo
14/07/2018
15:01 pm
efectivamente todas las mujeres debemos unirnos y decir ¡Basta ya ! terminemos con la violencia contra la mujer. y castigar a aquellos hombres que lo merecen.
0 4 0
Anónimo
22/11/2017
21:26 pm
Es el colmo del descaro querer enfocarse en la violencia contra la mujer cuando son los hombres los que constituyen más del 90 % de las víctimas de asesinato. Y eso que para forzar las estadísticas, incluyen violencia verbal, violencia psicológica, etc. Parece que el feminismo trata de crear un problema que no existe para justificar su propia existencia. Ya basta de trato especial para las mujeres. Queremos igualdad.
0 9 9