Derechos humanos, para todos

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Editorial UCA
31/08/2015

En el cierre de agosto, son varios los acontecimientos que nos llevan a reflexionar sobre los derechos humanos. Por un lado, algunas organizaciones que los defienden celebran el aniversario de su fundación confirmando su compromiso de seguir trabajando por la plena vigencia de los mismos en nuestro país. La Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos de El Salvador celebra sus 21 años de existencia, mientras el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca) cumple 30 años de haber sido fundado. Ambas son instituciones que surgieron para apoyar y promover el respeto de los derechos humanos ante los graves crímenes que se cometieron durante el conflicto armado. Por otra parte, en 2010, el 30 de agosto fue declarado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, y en ese marco la Comisión Pro-Memoria Histórica de El Salvador solicitó una vez más a la Asamblea Legislativa que declare esa fecha como el Día Nacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada.

Es fundamental que todos los salvadoreños seamos conscientes de la importancia de los derechos humanos y de la necesidad de que existan organizaciones que velen por ellos. A esas organizaciones les debemos un mejor y mayor conocimiento del tema, la formación de miles de personas en la materia, la constante vigilancia frente a atropellos y abusos, la denuncia clara y valiente de las violaciones a los derechos fundamentales y la exigencia de que estos no solo sean respetados, sino que tengan plena vigencia. Sin Pro-Búsqueda, por poner un ejemplo, no se hubieran conocido las muchas desapariciones forzadas de niños y niñas durante la guerra, y mucho menos se hubiera dado el reencuentro de 250 niños con sus padres biológicos.

A pesar de ello, no faltan quienes expresan que las organizaciones de derechos humanos son un estorbo en el país, que viven ancladas en el pasado, que impiden superarlo por sus reclamos de verdad y justicia. También se afirma que solo se preocupan por proteger los derechos de los criminales, no los de las víctimas. Nada de ello es verdad. Es precisamente la defensa de los derechos de las víctimas, de todas las personas que sufren una negación de sus derechos fundamentales, lo que ha animado el trabajo de estas organizaciones. Al denigrar su trabajo y afirmar que son un estorbo, se repite lo mismo que en el pasado afirmaron los dictadores; los que defendieron que el Estado cometiera actos de terrorismo contra la población; los que con la excusa de combatir el comunismo en nuestro país masacraron a poblaciones enteras, violaron mujeres, torturaron despiadadamente, desaparecieron a niños y niñas, e impidieron el ejercicio de las libertades civiles y políticas.

Los derechos humanos son inherentes a la dignidad de la persona, la base del Estado de derecho y de la democracia en una sociedad desarrollada social y culturalmente. Defenderlos, exigir su vigencia es la única garantía de que los derechos de la población serán respetados siempre. Pero reclamar el respeto a estos derechos solo para un grupo de personas, mientras se permite que se violen los de otros, es muy riesgoso. Si los derechos humanos no son para todos, en cualquier momento no serán para nadie. Ante ello, hay que repetirlo: los derechos humanos son imprescindibles, imprescriptibles e irrenunciables, no negociables en ningún caso. Permitir la violación de los derechos humanos, aun de aquellas personas que pudieran haber cometido graves crímenes, es contrario tanto a los principios de la democracia como del Evangelio.

Por lo anterior, es inaceptable la opinión que algunos difunden, y que se está extendiendo entre la gente, a favor de la pena de muerte o de las ejecuciones extrajudiciales de los criminales. En la misma línea, otros plantean que no deben reconocerse los derechos humanos de los delincuentes. De hacerse realidad, esas acciones solo llevarían a una espiral de violencia sin fin y expondrían a toda la población a cualquier tipo de abuso y atropello. Por ello, no debe dejarse de exigir que el Estado cumpla con su deber de proteger los derechos humanos de todos; si no lo hace, falla a su fin principal y a uno de los principios que legitiman su existencia. Defender los derechos humanos de todos los salvadoreños sin excepción alguna es contribuir a la paz social que tanto necesita nuestro país.

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Anónimo
04/09/2015
12:51 pm
Los seres humanos todos y todas tenemos derechos y en todas las etapas de nuestra vida esos derechos nos acompañan, van con nosotros, no debemos de permitir que se nos violenten, que nuestros derechos no caduquen, que no tengan fecha de vencimiento. Que se cumplan es uno de los mejores logros alcanzados.
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Anónimo
01/09/2015
09:16 am
Transparencia Activa: \"Que el país acepte ... organismo internacional contra la impunidad sería decirle al mundo que el sistema judicial de El Salvador colapsó, algo que no es cierto, consideran los diputados ... del...PCN, y...de GANA, quienes hicieron una valoración sobre la conveniencia...de crear una entidad...parecida a la de Guatemala.\" ¡Qué tristeza e indignación causan estos partidos políticos! ¿Creen que somos tontos adormecidos por los mass media? ¿Creen que no tenemos memoria histórica de los gravísimas violaciones de derechos humanos cometidas por el PCN en el pasado? ¿Creen que somos indiferentes al dolor de nuestros compatriotas y que somos egoístas individualistas? Lamentablemente, creo que estos sinvergüenzas ya MIDIERON al pobre pueblo salvdoreño. Excepto por quienes pertenecen a organizaciones comprometidas, ya saben que la gran mayoría somos básicamente buenos, pero conformistas, individualistas,...,alienados. ¡Despertemos y actuemos salvadoreños!
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Anónimo
31/08/2015
13:26 pm
El talón de Aquiles del país es la IMPUNIDAD e INJUSTICIA. Si , en el país persiste la impunidad los derechos humanos de la poblaciòn nunca seran respetados. La impunidad en la guerra civil, y la actual ola de violencia producida por oscuros intereses, hacen que el paìs se encuentre con una \"herida profunda e infectada\" , por lo que es necesario una limpieza, debridaciòn, aunque dolorosa es necesaria, y por lo tanto aunque incomode y sea dolorosa a muchos ,es primordial que la ley de amnistía (\"ley de la impunidad\")quede sin efecto, asì puedan aclarse estos crìmenes: desapariones forzadas, Beato Romero, p. R.Grande, masares Mozote, mártires UCA....
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