Muestras de humanidad en el Día de la Madre

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Editorial UCA
10/05/2017

En este 10 de mayo, saludamos y felicitamos a todas las madres salvadoreñas, que entregan cariño y servicio para que sus hijos crezcan y alcancen sus metas. Gracias por su esfuerzo de cada día, por su amor incondicional, por su generosidad, por la formación brindada, por ser en muchos casos padre y madre a la vez, por su paciencia, porque ayudan a distinguir el bien del mal y de ese modo construyen un mejor futuro. Con justa razón, el año pasado la Asamblea Legislativa declaró asueto remunerado nacional el Día de la Madre, como un modo de homenajearlas y reconocer su valor. De ese modo, los diputados enmendaron la injusticia que cometieron al decretar feriado el Día del Padre, mientras mantenían el 10 de mayo como una fecha laboral normal.

Poco a poco, aunque todavía demasiado despacio, se van superando algunas de las tendencias y expresiones machistas de nuestra sociedad. Vivimos en una cultura que da primacía al hombre sobre la mujer, que hace grandes diferencias entre ambos, a favor del primero, y que mientras celebra a las madres cada 10 de mayo es a la vez tremendamente tolerante con actitudes que las denigran y violentan. ¿Qué mejor regalo para las madres que cambiar estas actitudes machistas por una de profundo respeto hacia toda mujer y por un compromiso honesto con la eliminación de cualquier tipo de violencia física o moral contra ellas?

Para muchas madres, poco hay que celebrar. Miles de ellas han perdido al menos a uno de sus hijos o familiares por la guerra sin cuartel entre pandillas, crimen organizado y fuerzas del orden público. Miles migran para buscar el sustento para sus hijos, dejándolos a ellos al cuidado de sus abuelas o tías. Por la vigencia de las medidas extraordinarias de seguridad, miles llevan más de un año sin poder ver a sus hijos presos, sin saber nada de ellos. Muchas más viven en la angustia de lo que pueda pasarle a los miembros de su familia cuando salen de casa cada día para ir a la escuela o al trabajo. A todas ellas, les hacemos llegar nuestro cariño y estima, nuestra solidaridad y consuelo.

Es mucho lo que se puede hacer en el Día de la Madre. De parte de las autoridades, hubiera sido una muestra de humanidad que en los siete centros penales afectados por las medidas extraordinarias se permitiera que las madres pudieran visitar a sus hijos. Sin duda, este tipo de acciones contribuirían a la rehabilitación de los privados de libertad y disminuiría la angustia que pasan sus familias por no tener ninguna noticia de ellos desde abril del año pasado. También hubiera sido un hermoso detalle que se estudiara la posibilidad de ofrecer un indulto a todas aquellas madres privadas de libertad que mostraran un buen comportamiento y ya hubiera cumplido la mayor parte de su condena. Una gracia que ya está contemplada en nuestras leyes.

El Salvador necesita de estas muestras de humanidad, de actos de compasión y misericordia, de ofertas de perdón, y qué mejor que darlas en un día tan señalado como el Día de la Madre. En particular, a las madres que ya han cumplido con la justicia, que no representan ningún peligro y cuya presencia en sus familias es tan necesaria e importante. Multiplicar este tipo de acciones es fundamental en una sociedad como la nuestra, tan marcada por la violencia, la barbarie, el sálvese quien pueda, la exclusión.

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Anónimo
12/05/2017
22:12 pm
Bonito articulo, pero las personas que estan en la carcel pudieron evitar estar ahi. Fue su decision y ahora tienen que afrontar la realidad. Sin embargo, es cierto que algunos estan ahi por error. Yo si vi felicidad en las personas que tratan de ser ciudadanos respetuosos de los derechos humanos.
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Anónimo
11/05/2017
05:14 am
Marcelo Rodríguez es un claro ejemplo de nuestra sociedad misógina. He aquí la definición de esa palabra: La misoginia es una conducta practicada desde las civilizaciones antiguas, ya que la mujer es vista en algunas culturas como la causa de la tentación y de la perdición del hombre. Por ejemplo: en el cristianismo se vincula el pecado original con la mujer, en la Antigua Grecia la guerra de Troya entre algunas de sus causas se menciona la fuga de Helena por el príncipe Paris de Troya, leyenda de Pandora, etc. La misoginia existe en las relaciones humanas de algunas sociedades, estableciendo creencias que relaciona a la mujer con el origen de todos los males. En este sentido, se puede relacionar a la misoginia con la ausencia total del sexo femenino en la vida del hombre.
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Anónimo
10/05/2017
20:29 pm
\"Vivimos en una cultura que da primacía al hombre sobre la mujer\". Esa oración muestra la total desconexión de la realidad del autor de este editorial. Vivimos en una sociedad ginocéntrica. La mujer siempre ha estado por encima del hombre y ahora lo está más aún gracias a las leyes misándricas que se aprueban cada año. Ya basta de favorecer tanto a la mujer, de preocuparse tanto por los problemas de la mujer. Son los hombres los oprimidos y los que necesitan ayuda. Es una estupidez decir que hay que \"eliminar\" la violencia contra la mujer. Eso delata una mentalidad infantil y anidada en una izquierda radical. La violencia no puede eliminarse, es parte de la humanidad. Además hay que combatir mucho más urgentemente la violencia contra el hombre. La mujer puede esperar.
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