No más crímenes de odio

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Editorial UCA
15/06/2015

En el mundo actual, y por tanto también en nuestra sociedad, tienen mayor presencia pública, van ganando el reconocimiento que merecen, las personas que se agrupan bajo las siglas LGBTI: lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales. Por falta de información, dogmatismo o simple y llana ignorancia, en El Salvador muchos consideran que todos aquellos con una identidad de género o una orientación sexual distinta a la mayoritaria son pervertidos y merecen repudio. Así, la comunidad LGBTI frecuentemente sufre discriminación y violencia. Son rechazados en la escuela y a la hora de aplicar a un trabajo, no tienen cabida en el Ejército ni en la PNC, son objeto de burlas y amenazas, son asesinados con impunidad.

Nuestra sociedad tiene una gran deuda en tolerancia y respeto; tiene que aprender y avanzar mucho en el combate a la discriminación. Pero no solamente en lo que respecta a la tolerancia ideológica y política, sino también en el respeto hacia todas las minorías. Debemos, pues, aprender a aceptar la diversidad, evitando siempre entender la tolerancia y la aceptación como una resignación o concesión desganada y condescendiente ante la diferencia. Se trata de entender al otro en su diversidad, con honesto y profundo respeto, asumiendo sin matices que tiene los mismos derechos que cualquier persona.

El machismo, tan enraizado en nuestra cultura, condiciona sentimientos y relaciones, y constituye un enorme obstáculo para avanzar en tolerancia y respeto. La cultura machista solo entiende una determinada forma de ser hombre o mujer, y por tanto no tolera a las personas de la comunidad LGBTI. Y a esa intolerancia ha contribuido la posición de las Iglesias católica y evangélica, que han condenado sin matices las tendencias sexuales distintas a la tradicional. De este modo, en la conciencia de la mayoría de salvadoreños hay unos patrones definidos y muy rígidos de lo que debe ser y de lo que no debe ser en cuanto a la sexualidad, rechazando frontalmente a todas las personas que no los siguen.

De esa intolerancia, de ese rechazo, de esa cerrazón se derivan los constantes ultrajes y crímenes de los que son víctimas los miembros de la comunidad LGBTI en El Salvador. Sin duda que ello contribuye a que esos crímenes de odio queden usualmente en la impunidad, porque la discriminación, la negación del otro como persona, lleva a concluir que estas víctimas merecen serlo por el simple hecho de estar fuera de la mayoría. Esos son los casos de Francela Méndez, una activa defensora de los derechos humanos de los y las transgénero, y de otras nueve personas LGBTI asesinadas en lo que va de 2015. Asesinatos que a la fecha no han sido investigados ni juzgados.

Odio es la palabra que cristaliza el rechazo y la intolerancia que muchas personas sienten hacia la comunidad LGBTI, y que los mueve a actuar contra ellos. Por eso una gran parte de las violencias que sufren son tipificadas como crímenes de odio. Aunque ello está contemplado en el Código Penal actual, conviene dejarlo más claramente explicitado y que se considere homicidio agravado cualquier asesinato motivado por odio racial, étnico, religioso, político, por expresión de género u orientación sexual.

Se puede estar en desacuerdo con las reinvindicaciones de las personas LGBTI, desconcertarse ante ellas, apegarse a la idea de que solo son válidas las relaciones heterosexuales, seguir los principios de la moral católica o evangélica, pero eso no da ningún derecho a irrespetar a lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales, mucho menos a estigmatizarlos y desconocer sus derechos humanos. Si se quiere respeto a los propios principios, se debe respetar los de los demás, aun cuando sean de signo diferente o contrario. Si se quiere que la vida sea respetada, debe serlo para todos por igual. Toda persona es sagrada y tiene equivalente dignidad, y ello es inherente a la condición humana, con independencia de la orientación sexual. En este sentido, es fundamental que se sigan las recientes recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que insta al Estado salvadoreños a adoptar medidas adicionales para combatir la discriminación y la violencia contra las personas LGBTI.

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Anónimo
26/06/2015
12:06 pm
No estoy de acuerdo con el matrimonio ni con la unión de gays, hay que respetar los mandamientos de la Ley de DIOS, dios hizo todo perfecto, es el hombre el que degrada todo lo creado. Debemos conservar los valores cristianos de la Iglesia Católica y creo que también es compartida por la Iglesia Evangélica.
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Anónimo
16/06/2015
18:55 pm
Mucho admiramos y deseariamos vivir en países como Suecia o Noruega, altos niveles de desarrollo Humano, riqueza y calidad de vida, pero lo que se valora mas de estos países, es la extrema cultura de Paz, Respeto y Tolerancia. Basta con que ofendas o discrimines a alguien de LGBTI o heterosexual, para que tengas serios problemas con la ley, ademas sus mismos ciudadanos lo condenan y te miran como bicho raro si tan solo comentas algo que denigre o rechaze a una persona por su condicion o preferencia. ¿por que es tan dificil practicar la Tolerancia y Respeto en ES? Claro, el respeto debe venir de ambas partes asi que cada quien que tome su parte. YO soy un buen ciudadano, respeto y tolero a todo aquel que es diferente a las mayorias, siempre y cuando muestre un comportamiento adecuado y no cause ningún daño a la sociedad.
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Anónimo
16/06/2015
10:44 am
Aplaudo el contenido de este editorial, y felicito a la UCA por sentar posición respecto al tema. Una sociedad inclusiva no puede ni debe considerarse una utopìa. Debemos encaminarnos hacia el reconocimiento de nuestra diversidad.
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Anónimo
15/06/2015
20:35 pm
Continuando con el tema de las religiones, tambien se da discriminación, aquí nunca he oido crímenes por esta causa, vayamos a los países islámicos, veamos como asesinan muchos cristianos, aquí lo que se siente es que los y las personas que no profesan la religión catòlica; pues dicen que solo ellos son cristianos y los católicos no somos Cristiano y pedi que diera una definición de cristiano, me contestò con mucho palabreo, pero menos me dijo \"ser seguidor y seguidora de Jesús\"
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Anónimo
15/06/2015
20:07 pm
Leyendo los comentarios, considero que merecen respeto, cada uno ha opinado por su convicción o alguna experiencia desagradable..Me identifico con Oscar Arias, vayámonos a uno de los documentos vastos que tiene el Magisterio de la Iglesia(Doctrina Social de la Iglesia) uno de los valores que nos enseña es sobre \"La dignidad de la Persona Humana\" porque hemos sido creados y creadas a imagen y semejanza de Dios. Nuestro Señor Jesus, no los excluyera, si el estuviera , sin temor a equivocarnos, comeria con ellos y ellas n el odio por las religiones ellos también. Se quedo un segmento, por las religiones.
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Anónimo
15/06/2015
13:06 pm
Le doy un Like a Juan José, porque en lo que escribe tiene razón, no es generalizar en lo negativo, pero también hay que investigar \"el porque\" del crimen; muchas veces la malas acciones pueden llevar a la muerte a cualquier persona sea gay o no. Y no todo debe relacionarse como crimen de odio
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Anónimo
15/06/2015
12:00 pm
No solo es el machismo, dabería ser tambien \"la machisma\" porque las palabras que dicen y escriben ciertas mujeres por ejemplo k.Velado, Reginal de Cardenal y otras que dicen luchar por la vida y la familia, siembran odio para esta población LGBTI
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Anónimo
15/06/2015
10:55 am
Soy bisexual y me encantan las transexuales no las descrimino pero muchas veces ellas mismas se ganan el rechazo y odio. La prostitución transexual esta llena de drogas, esto las lleva a convertirse en ladronas y hurtadoras de los clientes, e visto como maltratan y golpean clientes en estado de ebriedad que no pueden oponer ninguna resistencia, te roban en el motel. A muchas las matan no por ser transexuales, las matan por sus malas acciones, El caso de la ultima asesinada en Sonsonate era conocidad vendedora de droga.
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Anónimo
15/06/2015
10:55 am
Se pueden respetar cuando ellos no respetan? Soy una mujer muy atractiva trabajo en el sector Gobierno e sido y soy víctima del acoso de lesbianas, son necias y no entienden una negativa por eso muchas veces uno las discrimina. respeto se gana con respeto
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Anónimo
15/06/2015
09:31 am
No podemos excluir a nadie por su preferencias sexuales o de cualquier índole, nuestra sociedad necesita generar actitudes que nos lleven al buen vivir y a la sana convivencia, no debemos mostrarnos indiferentes con los asesinatos selectivos o crímenes de odio, que sólo reflejan la intolerancia y la inhumanidad de quienes los cometen, somos más los que construimos relaciones fraternas, es por ello que debemos como salvadoreños y salvadoreñas denunciar estos crímenes y rescatar la universalidad de la dignidad humana que tanto le hace falta a nuestra patria.
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