Sin más salida que el diálogo

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Editorial UCA
19/10/2016

Mientras cada vez son más las voces que se alzan a favor de un diálogo político honesto que logre acuerdos para superar la crisis fiscal que vive el país, los partidos políticos son incapaces de sentarse en una mesa común. Actúan como verdaderos niños caprichosos, llorando sobre la leche derramada y planteando exigencias que la misma crisis hace imposible atender. Nadie que conozca de administración y de economía puede negar que la falta de liquidez de la hacienda pública solo puede resolverse por la vía de un mayor endeudamiento. Es urgente prestar los fondos necesarios para que el Estado haga frente a sus obligaciones. Pero una vez que ello se logre, habrá que alcanzar acuerdos más amplios que impidan que esta situación se repita. Acuerdos que deben sentar las bases para sanear las finanzas públicas y enrumbar al país en la senda del desarrollo social sostenible.

El FMLN es responsable del entrampamiento. Sabiendo que no cuenta con la correlación de fuerzas necesaria para aprobar nuevos créditos o modificar leyes que resuelvan el problema del pago de las pensiones, ha presentado y aprobado presupuestos deficitarios que obligan a la emisión de Letes, incrementándose así la ya abultada deuda pública. El FMLN es responsable porque no ha querido o podido implementar una verdadera política de austeridad en el aparato gubernamental ni ha priorizado aquellos gastos e inversiones que contribuyan al crecimiento económico. Al Frente le ha faltado cálculo político y capacidad estratégica para sacar adelante su política social sin abrirle las puertas a una crisis fiscal.

Tampoco Arena no puede eludir su responsabilidad en esta crítica situación. Fueron sus Gobiernos los que aprobaron la dolarización y la privatización del sistema de pensiones sin prever, o sin importarles, el costo económico y social. Fue una administración de Arena la que generalizó los subsidios en lugar de focalizarlos en las familias con mayor necesidad. Fueron funcionarios del partido de derecha los que crearon la obligación de que los fondos de pensiones compraran deuda pública y habilitaron que con ellos se pagaran las pensiones del sistema antiguo. A lo largo de veinte años en el control del Ejecutivo y ocho en la oposición, ha sido Arena quien se ha opuesto a aprobar un impuesto predial y un impuesto al patrimonio que habrían generado fondos directos para las municipalidades, balanceado los ingresos y los gastos del Estado, y abonado a la construcción de un sistema tributario más justo y progresivo.

La actual coyuntura no afecta solamente al Gobierno, sino también a la ciudadanía. Por de pronto, ha causado un incremento de los indicadores de riesgo país, lo que supone un mayor costo para los créditos, tanto públicos como privados; todos, pues, pagaremos tasas de interés más altas. Además, la iliquidez pública golpea a los proveedores del Estado, que no están recibiendo los pagos en el tiempo pactado. Esto podría desencadenar una cadena de impagos, problemas financieros en las empresas e incluso la pérdida de un importante número de empleos.

Si las finanzas públicas están en cuidados intensivos, es absurdo reclamar caprichos. Todas las fuerzas políticas deben asumir la responsabilidad que les corresponde; Gobierno y oposición deben buscar juntos, con la seriedad que el asunto reclama, una solución que favorezca a los salvadoreños. Una solución de largo plazo que, entre otros, corte el gasto excesivo, ataque frontalmente la corrupción en el Estado, ponga paro a la evasión y elusión fiscal, aporte eficiencia a los servicios públicos, apuntale la institucionalidad democrática, contribuya a la superación de la aguda desigualdad social e incentive el crecimiento económico.

Si la estrategia de la oposición es ahogar al Gobierno para garantizarse una victoria en las próximas elecciones, se equivoca. Si no se logra pronto un consenso para superar esta crisis fiscal, será el país el que terminará hundido. Y si la oposición llega a gobernar, no tendrá de otra que implementar tardíamente las medidas que hoy no quieren apoyar, pagando por ello un alto costo político y golpeando más a la ciudadanía. Se ha llegado a un momento en que no hay otra alternativa que sentarse a dialogar. Y dado que parece no haber la suficiente decisión por parte de los políticos, le corresponde a la sociedad exigir que dialoguen en serio y encuentren las soluciones necesarias para la viabilidad de El Salvador a mediano y largo plazo.

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Anónimo
25/10/2016
15:51 pm
Yo diría que quien se está oponiendo a que el problema se solucione es el partido Arena. Al gobierno le interesa y al partido opositor no, porque quiere mantener esta situación hasta el período electoral, supuestamente para su beneficio. Tal como se los ha dicho el diputado Ponce, que no piensen en las próximas elecciones, sino en soluciones. A la población ya le quedó claro que el problema no se inició en 2009, sino que se viene arrastrando desde los períodos presidenciales de Arena. Debido a que la oposición sabe la verdad del problema es que Arena se ha comprometido a participar en reuniones para resolver la situación, pero hemos visto que rehuyen a asistir, como lo han prometido. El propio Arzobispo ha pedido a la oposición que colabore para que no se llegue al impago, que afectaría a toda la población. Recordemos la primera reunión, a la que fue enviado un diputado opositor que no tenía poder de decisión y dijo que más bien se fue a tomar café, no a discutir...
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Anónimo
25/10/2016
09:02 am
No entiendo como se puede afirmar que para lograr liquidez en la economía hay que recurrir a un mayor endeudamiento. Me parece descabellado hacer esa afirmación. Esa lógica económica solo beneficiaría, como siempre lo ha hecho a los grandes capitalistas..Ya es sabido que la economía dependiente de nuestros países entre otros factores se origina con la adquisición de deudas impagables. Ese aseveración es como intentar apagar un incendio con gasolina.
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Anónimo
24/10/2016
19:04 pm
muy buen editorial,equilibrado.pero acordemonos que estamos en proceso de elecciones y a la derecha lo que le interesa hacer ver mal al gobierno actual,sino vean como los norteamericanos han dicho que es necesarios el dialogo.ahora bien díganme que gobierno sea de cualquier partido esta libre de corrupción \"por favor\".Los gastos públicos, preguntemos que hace la corte de cuentas para velar por que nuestros impuestos se utilicen adecuadamente;donde están esas instituciones de gobierno que vigilan al estado.No nos demos pajas salvadoreños, los dos partidos nunca unirán sus fuerzas para sacar adelante este pequeño país( todo por sus antecedentes históricos).Los políticos mientras tengan asegurado su salarios,pagados por el pueblo,no le darán solución a esta coyuntura. Deberíamos quitarles el salario y dárselos hasta que se pongan de acuerdo.Al final quienes pagaremos las malas políticas seremos los ciudadanos que cada día salimos de nuestra casa a buscar el pan de cada...
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