Tiempo de dar ejemplo

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Como hemos afirmado en otras ocasiones, la precaria situación económica que vive El Salvador hace urgente e impostergable una profunda reforma fiscal. Sin embargo, una reforma tributaria con las características que requiere nuestro país ha encontrado siempre una férrea oposición en la gran empresa privada que nunca ha estado dispuesta a sacrificar sus beneficios. Y a juzgar por lo dicho y hecho por los voceros empresariales, parece que esta vez no será la excepción.

Conviene, no obstante, que veamos otra faceta del mismo problema. Es verdad que Mauricio Funes debe impulsar y exigir con firmeza que se colabore en sacar adelante a nuestro país, pero esta exigencia tendría mayor peso si el Gobierno, en general, fuera el primero en dar ejemplo. "Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra", reza el refrán popular. Y este señalamiento es pertinente para los tres poderes del Estado.

Hace pocos días circuló la noticia de que dos funcionarios viajaron en misión oficial a Israel con diez mil dólares de viáticos cada uno para una estancia de diez días. Es decir, cada uno de los burócratas llevaba para sus gastos diarios lo que un salvadoreño con salario mínimo gana en más de 5 meses. Recordemos también que el año pasado la Presidencia de la República adquirió 36 nuevos vehículos, en su mayoría todoterrenos de lujo, a pesar de que Funes había subrayado al llegar al poder que, a diferencia de Gobiernos anteriores, su administración sería austera, no compraría carros nuevos. Tardó menos de un año en romper su palabra. ¿Y qué decir de la decisión de comprar aviones que gracias a una oposición masiva no pasó de ser una intención?

Por otro lado, los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia revelaron hace algún tiempo que se encontraron con que sus antecesores disfrutaban de hasta cuatro vehículos por persona. Además, tenían derecho a una cantidad a todas luces excesiva de vales para combustible. Ningún presupuesto del mundo será suficiente para ayudar a nuestra maltrecha economía con semejantes despilfarros. Nuestros funcionarios han hecho del lujo y el abuso características inseparables del ejercicio del poder. Hasta se considera normal que quien llega a un cargo público se aproveche de los recursos que entre todos los salvadoreños y salvadoreñas aportamos al país.

Terminemos esta pequeña enumeración de ejemplos hablando un poco del nido de las peores mañas del tradicionalismo político salvadoreño: la Asamblea Legislativa. El nuevo presidente del primer órgano del Estado ha aceptado que hay 1,674 personas contratadas por la Asamblea, y hasta el día de hoy ninguno de los honorables diputados ha dicho "esta plaza es mía". Lo que revelaron los legisladores es que cada uno dispone de un monto que oscila entre 10 y 12 mil dólares para contratar personal como le plazca; en el caso de los vicepresidentes de la Asamblea (5 en total), el monto asignado para cada uno es de 20 mil dólares. Así, el cálculo promediado arroja que cada diputado tiene 13 empleados a su servicio y cada vicepresidente, hasta 25. ¿Es tanto el trabajo que hacen los honorables padres de la patria como para que tanta gente esté a su servicio?

Es oportuno recordar además que en 2010, en medio del discurso de austeridad gubernamental, la Junta Directiva de la Asamblea acordó disponer de más de medio millón de dólares de los salvadoreños para regalarse una flota de 12 camionetas, cada una de las cuales tiene un precio de mercado de 59 mil dólares. Una vez más, los diputados salvadoreños deben andar en carros de doble tracción y full extras por, según ellos, exigencias de su trabajo. Nos preguntamos: ¿por qué nuestros funcionarios deben usar vehículos todoterreno con todas las extras de lujo posible? ¿Por qué mientras en países de Europa y en algunos de Suramérica los altos funcionarios compran vehículos que cuestan entre 15 y 20 mil dólares, los funcionarios salvadoreños tienen que andar en unos de 50, 60 y hasta 70 mil dólares?

Bastan estos pocos ejemplos para comprender que son los funcionarios del Estado los primeros que tienen que ponerse en sintonía con las necesidades del país. Si se le pide al pueblo que se apriete el cinturón, si se les exige a los empresarios que colaboren como deben, el Gobierno tiene que ser el primero en dar muestras de cambio.

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Anónimo
03/03/2011
07:32 am
Es indignante darse cuenta de la vida de los políticos, mientras uno apenas alcanza a comprar las tortillas del día, viajando en buses en mal estado, colgado porque no dan abasto. Indigna realmente, que por apenas un sueldo de 316 mensuales, ya te descuenten renta, todo con la pantalla de que es para obras en el país. Obras, se le llama obras a esto? darse esos grandes lujos señores diputados, políticos y encargados de gobernar el país? Ponganse en nuestros zapatos!
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Anónimo
01/03/2011
18:42 pm
me parese muy bien su Opinion ya que vivimos en un pais un poco democratico y casi todo lo puede uno Opinar. pero a que funes rompio su palabra yo pieso que ay que saver un poco de politica para desir eso yaque la politica es asi un poco Incomprensiva,en mi Opinion funes a echo lo mejor para el pais y no soy de Izquierda ni de derecha Osea no soy ni del fmln ni tampoco de arena solo un ciuduadano mas, yo pienso que ay que dejarlo trabajar no ay que pedir perfeccion ni yo ni nadien lo ès en el gobierno de funes ay muchas travas empesando por su propio partido y no ablemos de los contrarios que son mas si todos lo apollaramos talves seria mejor la situacion del pais y le facilitariamos mas las cosas a funes para mi el es un buen presidente solo ay que dejarlo aser puede aser mejor las cozas si sè lo permitimos y no ay que ver los herrores tratemos nosotros de aser mejor las cozas y tendremos un pais que todos deceamos ay que cambiar nuestra cultura y nuetro estado de vida p
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