Hace unas semanas, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales inició el proceso de consulta para la formulación de la política nacional del medio ambiente. Esta es una muy buena noticia por dos razones igualmente importantes. Es buena noticia porque El Salvador requiere con urgencia de una política nacional que responda a los grandes desafíos ambientales que tiene el país. Y es buena noticia porque la elaboración y perfeccionamiento de la política se hace de forma participativa, permitiendo a todos los salvadoreños y salvadoreñas realizar su aporte en un tema tan importante para la vida.
El Salvador ocupa el primer lugar a nivel mundial en riesgo climático, según la medición realizada por la organización German Watch en 2009. Y según el Fondo Global para la Reducción de Desastres y la Recuperación, encabezamos la lista de países con mayor riesgo en el mundo. Así las cosas, es evidente que el país requiere de políticas que permitan transformar esta situación, recuperar la seguridad medioambiental y bajar los niveles de riesgo con buenos planes de prevención y mitigación.
La Ley del Medio Ambiente, aprobada en mayo de 1998, exige que cada 5 años se elabore o revise la política nacional del ramo. Esta política tiene que ser previamente consultada a nivel nacional y aprobada por el Consejo de Ministros. A pesar de ello, en todos estos años no se ha cumplido con la normativa: el Consejo de Ministros solo aprobó una política nacional del medio ambiente en el año 2000 y desde entonces no se sometía a revisión. Una muestra del desinterés de los Gobiernos anteriores por el cuido del medio ambiente.
Los titulares actuales del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales han estado trabajando en una política nacional de medio ambiente que realmente ataque los principales problemas del país al respecto y que se concrete en estrategias y acciones que aseguren la mejora de nuestra situación ambiental. Dado que el país está en los primeros lugares de vulnerabilidad y riesgo, es acertado buscar una política que se ubique en los primeros lugares de las buenas prácticas en materia ambiental. Solo así se podrá revertir nuestra crítica situación ambiental; solo así se evitará que siga empeorando hasta niveles que pongan en riesgo la posibilidad de vida.
La necesidad de una buena política nacional ambiental es incuestionable. Vivimos en un territorio muy pequeño, con una alta densidad poblacional, con actividades productivas (tanto agrícolas como industriales) que han producido grandes niveles de degradación y contaminación de la naturaleza. La falta de una política medio ambiental y el incumplimiento de las leyes han generado una situación insostenible. Uno de los recursos naturales más afectados es el agua; según diversidad de estudios, ya disponemos de muy poca agua de calidad. El descuido del Estado y de la población ha profundizado tanto la degradación del medio ambiente que se ha llegado a una situación límite. Y a esto se une el cambio climático, el cual ya se está sintiendo en El Salvador, en especial, con un cambio sustancial en los períodos de lluvia y de sequía, y con el incremento de tormentas intensas.
La política medioambiental propuesta pretende dos grandes e importantes objetivos: revertir la degradación ambiental y reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático. Las áreas de intervención propuestas en la misma son muy acertadas y tocan los aspectos medulares del medio ambiente: saneamiento ambiental, producción más limpia, gestión hídrica, ordenación territorial y cultura ambiental.
Proteger y mejorar nuestro medio ambiente requiere sobre todo de un cambio en las actitudes de las personas. Por ello, es muy importante que desde ya la población conozca esta política nacional y se involucre en la misma participando en la consulta pública. Cada salvadoreño y salvadoreña es en alguna medida responsable de la degradación de nuestro medio ambiente; todos podemos hacer algo para que ya no se siga deteriorando; incluso en nuestras manos está también la posibilidad de rescatarlo para que las generaciones futuras sigan encontrando posibilidades de vida en El Salvador.