Discurso del representante de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura

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Ángel Álvarez
17/06/2019

Buenos días, compañeros, amigos, profesores y familia. Es un honor para mí dar estas palabras frente a ustedes. En esta mañana especial, celebramos con mucha felicidad la finalización de una de las etapas más importantes de nuestras vidas, la obtención de nuestro título como ingeniero o ingeniera, arquitecto o arquitecta. En la Universidad crecimos y nos formamos, pero nuestra carrera apenas comienza; siempre debemos estar abiertos a aprender, diciéndonos cada día a nosotros mismos que podemos ser mejores que ayer, y llevarlo a cabo con acciones. Sin duda, la formación que hemos recibido nos servirá en este camino.

En el mundo laboral, nos encontraremos con retos de toda clase. Para afrontarlos, no solo valdrán nuestros conocimientos e inteligencia, sino también la actitud que mostremos para tomar las mejores decisiones. La ingeniería tiene infinitas aplicaciones, no importa qué especialidad hayamos estudiado; la ingeniería se puede aplicar tanto en nuestras vidas laborales como personales. Es una forma de vida, no solo una herramienta de trabajo. Es disciplina, esfuerzo continuo, afán de mejora. Donde vayamos, lo que nos definirá será nuestra habilidad para resolver problemas.

¿Para qué estudiar y formarnos como arquitectos o ingenieros si no aplicamos nuestros conocimientos para mejorar los lugares donde trabajemos y vivamos? ¿De qué nos servirá tener un título si no aportamos a nuestro país? Los invito, compañeros y compañeras, a vivir amando nuestra carrera y a ser responsables en las empresas donde laboremos, en nuestras comunidades, en nuestra sociedad, dando el ejemplo a los demás.

Gracias al esfuerzo conjunto de nosotros mismos y de las personas que siempre nos acompañaron, ahora podemos celebrar. Resulta satisfactorio saber que nuestros desvelos, nuestra determinación, nuestra perseverancia y nuestro deseo por superarnos han valido la pena. Y es que así es la vida. Ciertas cosas cuestan mucho, pero todo lo que cuesta vale. Ninguno de nosotros debe olvidar de dónde venimos, lo que hemos vivido en nuestro tiempo en la Universidad y antes de esa etapa. No debemos olvidar quiénes somos, los sacrificios que hicimos, los amigos que encontramos, los fracasos y éxitos que tuvimos, porque al final todo, absolutamente todo, ha valido la pena. Ahora somos con orgullo arquitectas, arquitectos, ingenieras, ingenieros.

De todo corazón, y en nombre de mis compañeras y compañeros, quiero agradecerles a todas las personas que nos acompañan en la celebración de este logro. Agradecemos profundamente a quienes siempre nos apoyaron y creyeron en nosotros. También le damos gracias a Dios por habernos permitido llegar hasta aquí y culminar esta etapa tan importante. Hoy, compañeros y compañeras, salgamos a celebrar con los nuestros, riamos, gritemos de emoción, lloremos de felicidad, demos gracias y quedémonos con los recuerdos y las experiencias que nos llevamos de nuestra vida en la Universidad.

Este es el final de una etapa que marcará nuestras vidas por siempre, pero también es el comienzo del resto de nuestras vidas. Sigamos adelante con el entusiasmo y la motivación que nos caracterizan. Si triunfamos, celebremos, porque todo triunfo lo merece; si fallamos, levantémonos y sigamos caminando. Nunca dejemos de buscar el éxito. Seamos profesionales y seres humanos ejemplares.

Les deseo la mejor de las suertes, compañeros y compañeras. Sea cual sea el rumbo que decidan tomar, les deseo éxitos. Que Dios nos bendiga a todos. Muchas gracias por su atención.


* Ángel Álvarez, graduado de Ingeniería Industrial.

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