Ingenieras, arquitectas, mujeres UCA

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Loyda Salazar
07/03/2018

“Toca ir más allá de los estereotipos”, afirma Mayra Salgado, egresada de Ingeniería Eléctrica en la UCA. A sus 21 años, Mayra se convertirá en la sexagésima cuarta mujer en graduarse de esa carrera en la Universidad. “El miedo te gana hasta cierto punto, pero no puede impedir que hagas lo que te gusta. Yo vi ejemplo en otras mujeres que se arriesgaron a meterse en campos comúnmente dominados por hombres y superaron todos los retos. Y yo también lo estoy haciendo”.

Cuando comenzó a estudiar, Mayra se inscribió en otra carrera de ingeniería, pues, aunque siempre había querido estudiar Eléctrica, se sentía insegura. Sin embargo, al llegar el momento de definir su especialización, asumió su vocación. El año pasado, el equipo conformado por Mayra y dos de sus compañeros de carrera ganó el primer lugar en la competencia de automatización organizada por la Asociación de Instrumentistas, Sistemas y Automatización (ISA) de El Salvador.

“Fuimos el único equipo con representación femenina y ganamos. No es que yo necesitara confirmación sobre mis decisiones, pero ese momento fue crucial para el final de mi carrera”, comenta. El concurso consistió en diseñar, probar y poner en funcionamiento una solución a un proceso industrial a través de la ejecución de un controlador lógico programable, un tipo de dispositivo utilizado para automatizar procesos electromecánicos, como el control de robots en líneas de montaje o para juegos mecánicos.

Hasta el momento, 2,401 mujeres se han graduado de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, de un total de 7,497 personas. Las cuatro carreras con más mujeres graduadas, hasta 2017, son Ingeniería Industrial (952), Ingeniería Informática —antes Licenciatura en Ciencias de la Computación— (447), Arquitectura (351) e Ingeniería Química (313). De las que menos alumnas se han graduado son las ingenierías Eléctrica (63) y Mecánica (22).

“Los números van en aumento. En Química somos de las carreras con más nuevos ingresos cuando antes éramos la penúltima. Se trata de elegir con libertad, basándose en las habilidades que uno sabe que tiene y puede desarrollar. Las limitantes que puedan existir las enfrentan también los hombres, y cada quien encuentra formas de superarlas. Y así como hay situaciones en las que aún se discrimina por género, hay muchos casos de éxito de mujeres abriendo brecha”, dice María Dolores Rovira, jefa del Departamento de Ingeniería de Procesos y Ciencias Ambientales.

Rovira fue coordinadora de la carrera de Ingeniería Química por ocho años, la única mujer en el equipo de coordinación en ese entonces (2007). Luego, en 2015, pasó a ser la primera mujer en asumir la jefatura del Departamento. “En la Facultad siempre ha habido predominancia masculina, pero no por eso se le han negado oportunidades de superación a las mujeres, ni a tener voz y voto en las decisiones. Cuando dejé la coordinación, ya éramos tres mujeres en el equipo. Y ahora somos dos mujeres liderando departamentos. Hay un avance, hay un cambio para bien en general, pero siempre se puede ir más allá”, afirma.

El año pasado, la UCA y otras nueve universidades salvadoreñas firmaron un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Educación y Usaid para crear la Red de Mujeres Líderes en Educación Superior, que promoverá el fortalecimiento del rol de las mujeres en las áreas de innovación, ciencia y tecnología, así como su aporte al desarrollo económico y social de El Salvador.

Según Patricia de Hasbún, jefa del Departamento de Mecánica Estructural desde 2015 y primera mujer en ocupar una jefatura en la Facultad, se trata de una iniciativa positiva porque busca incentivar a más jóvenes y empoderar a las mujeres para que se desarrollen en carreras tradicionalmente dominadas por hombres. “Ha costado llegar hasta donde estamos y todavía hoy en muchos ámbitos es difícil que reconozcan a una mujer ingeniero. Pero hay que tener actitud, buena formación y demostrar la capacidad”, dice.

 

El reto es para todos

Para Mayra, ninguna salvadoreña está a salvo de la discriminación. En un momento de su carrera, sintió cierta animosidad de parte de algunos compañeros por el hecho de obtener mejores notas que ellos. “Me afectó un poco porque despreciaban mi esfuerzo ‘por ser mujer’. Al final, demostré que todo lo que lograba era por mérito propio”. En el campo laboral, dice, muchas empresas les cierran las puertas a las mujeres porque dudan de sus capacidades para ejercer en ciertos campos de la ingeniería. “Es pura ignorancia; hay tanto desconocimiento de todo lo que se puede hacer y aportar. Uno tiene que encontrar, dentro de su rama, lo que le apasiona y desarrollarse en eso”, dice.

Patricia de Hasbún cuenta que en su promoción hubo solo cuatro mujeres: “Recuerdo haber escuchado a profesores externar opiniones machistas. Decían que las mujeres íbamos solo a buscar esposos; tocaba demostrar que no. Para una mujer, incluso imponerse en un aula con 200 estudiantes, en su mayoría hombres, ha sido un camino difícil. Y afuera es más complicado, no es por falta de capacidades, es que no les gusta que una mujer llegue a dar órdenes”.

En este punto, Rovira comenta que antes era más común que las empresas llamaran a la Universidad solicitando solo hombres para cubrir puestos específicos, práctica que con el tiempo ha disminuido. “Fomentamos que la persona recomendada cumpla el perfil solicitado, sin importar su género”, asegura.

“Cierto, las carreras de ingeniería no son fáciles… pero no son fáciles para nadie. Es un reto para quien las elige. Sin embargo, creo que no hay límites para ninguna aspirante que se lo proponga. Hemos avanzado, pero aún hay mucho por enfrentar. Si nos estancamos y no presionamos, no vamos a cambiar las cosas”, reflexiona Rovira. Para De Hasbún, “la sociedad está cambiando, es un momento que las mujeres podemos y debemos aprovechar”.

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Anónimo
08/03/2018
11:05 am
Q emmocion! Soy parte de las 63 mujeres que se han graduado de Ing Electrica. Comparto las ideas de mis colegas pero todos los sacrificios valen la pena al seguir la vocacion. Sigamos marcando la diferencia
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Anónimo
07/03/2018
21:07 pm
Estoy feliz de estos datos. Yo trabajé casi 8 años como docente a tiempo completo, pero si algo me llena de felicidad es como ciertos colegios de mujeres no tienen temor a las ciencias duras, En mi época comprendo que el pavor era enorme, sin embargo en mi promoción de un colegio católico conservador , me parece que solo hubo 2 ingenieras en 1979 Pero en estos 8 años que laboré en la UCA me he dado cuenta , que el Colegio Guadalupano se decantan por Ingenierías y ciertos bilingues .tiene un número alto en Ingenierías. Sería interesante hacer ese estudio, pues siempre ha existido el cliché de que me paso a una humanística por no llevar números.El problema es cuando se dan cuenta que llevan estadísticas y por otro lado requieren de tener muy desarrollados hábitos de lectura y un alto desarrollo de habilidades cognitivas superiores cognitivas superiores.
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