Más de dos millones de salvadoreños viven en el exterior, la mayoría de ellos en Estados Unidos; con sus remesas han logrado mantener a flote la frágil economía del país. Pero la diáspora salvadoreña también es, como reza el lema de la VI Convención, "capital humano" que puede aportar al desarrollo nacional. A pesar de reconocer este papel tan importante de la diáspora, el Gobierno se ha negado o ha obviado garantizarles algunos de sus derechos políticos, como el ejercicio del sufragio.
En este sentido, abordar el tema político y electoral en la Convención era fundamental. Para esto, Salvadoreños en el Mundo invitó a todos los candidatos presidenciales a exponer sus ideas sobre el tema, pero sólo José Tomás Chévez, del PCN, y Mauricio Funes, del FMLN, asistieron.
En la presentación, efectuada el 26 de noviembre en el Auditorio "Ignacio Ellacuría", ambos aspirantes a la presidencia de la República resaltaron la importancia social, económica y política de la diáspora salvadoreña.
Chévez, el primero en intervenir —obligado por el retraso de Mauricio Funes en acudir a la cita—, aseguró que conoce de primera mano el drama familiar que implica la migración, y que es necesario trabajar para que los salvadoreños en el exterior tengan un patrimonio cultural para cuando decidan regresar. "Tendremos que crear cultura y políticas para que la gente que recibe remesas (...) dedique una parte al consumo y otra parte a la formación de patrimonio para la gente nuestra", apuntó.
Por su parte, Funes, ovacionado por los compatriotas pese a su tardía llegada, dijo que, de ganar la presidencia el próximo año, algunas de sus prioridades serán trabajar por el derecho al voto de los salvadoreños en el exterior, la creación de un Ministerio del Migrante y el desarrollo de un programa de "reunificación" familiar, a través del cual se le solicitará al Gobierno estadounidense la emisión de unas visas especiales que permitan reunir a familias desintegradas por la migración de los padres. El candidato del FMLN también analizó las consecuencias sociales de la migración y denunció la incapacidad del Gobierno para frenar el éxodo de compatriotas. Asimismo, afirmó que los migrantes salvadoreños son muestra clara del fracaso de la administración actual, pues tuvieron que salir del país para encontrar las oportunidades laborales que en El Salvador no existen.
La Convención, realizada en las instalaciones de la Universidad, finalizó el 27 de noviembre y contó con el apoyo del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA).