¿Cómo está Centroamérica?, ¿cuáles son sus retos y logros? El Informe Estado de la Región, elaborado por el Programa Estado de la Región, responde a esas preguntas desde un diagnóstico sobre once temas estratégicos, entre ellos: la situación laboral, salud, seguridad alimentaria, migración, democracia, corrupción, gobiernos locales, áreas protegidas y energía.
De los resultados del Informe destaca la vulnerabilidad de las democracias centroamericanas, sobre todo en los sistemas judiciales y los temas de materia electoral. "El fortalecimiento de los sistemas de administración de justicia es uno de los componentes más rezagados en el desarrollo institucional y democrático de nuestros países", apuntó Mora. Esto se evidencia en la asignación presupuestaria para estas instancias. Por ejemplo, en 2006, Costa Rica y El Salvador dispusieron cerca de veinte dólares por habitante al poder judicial, mientras que en Honduras, Guatemala y Nicaragua, la cifra fue menor a los diez dólares. Es importante mencionar que en algunos países ese presupuesto es inferior a lo que se designa para el Ejército y las fuerzas armadas.
Con respecto a las condiciones sociales en la región, la investigación revela que más del 48% de los niños, sobre todo en Guatemala, Nicaragua y nuestro país, sufre de desnutrición. Mora piensa que este dato es preocupante, pues "genera limitaciones importantes en el desarrollo intelectual y físico de los niños (...) [y] estas secuelas suelen ser irreversibles". Además, 30 de los 42 millones de habitantes de la región no tienen acceso a la seguridad social, y 10 millones no se benefician con los servicios de salud públicos ni privados.
Por otro lado, en el ámbito económico, el istmo centroamericano, en los últimos cinco años, logró aumentar su productividad en apenas 1%. De acuerdo al coordinador del Informe, "el que la productividad esté estancada es una pésima noticia; significa que (...) vamos a tener que generar ingresos iguales o mayores a los que tenemos en este momento". A esta situación se suman los altos niveles de desigualdad en la distribución de los ingresos. En este punto, sobresale que, en la mayoría de los países de la región, el 10% de la población más rica recibe como ingreso entre 20 y 24 veces más que el 40% de la población más pobre.
Esta inequidad no solo aumenta la pobreza, sino también los flujos migratorios. El Informe concluye que, para 2006, todos los países de la región, excepto Costa Rica y Panamá, han sido expulsores netos de población. Se calcula que cerca de cuatro millones y medio de centroamericanos viven fuera de sus países de origen, principalmente en EE. UU., mientras que a nivel intrarregional el mayor desplazamiento humano se da de Nicaragua hacia Costa Rica. Asimismo, la migración ha tenido una consecuencia directa en la economía centroamericana, ya que, para el mismo año, las remesas representaron el 10% del Producto Interno Bruto del istmo. En este contexto, Mora considera importante dar un seguimiento al desarrollo humano sostenible de Centroamérica, a fin de "lograr mayores niveles de bienestar para nuestra gente".
El Informe Estado de la Región se elabora desde hace más de un decenio, y en la edición de este año participaron cerca de 65 investigadores y 300 personas, a través de los talleres de consulta desarrollados en toda América Central.