Un equipo de estudiantes de Ingeniería Eléctrica, conformado por Luis Merino (24 años), Mayra Salgado (21) y William López (23), ganó el primer lugar en la competencia de automatización organizada por la Asociación de Instrumentistas, Sistemas y Automatización (ISA) de El Salvador, el pasado 2 de septiembre en el Palacio de los Deportes Carlos “El Famoso” Hernández.
En la competencia, dirigida a alumnos de educación técnica a nivel medio y superior, Luis, Mayra y William, que actualmente cursan el quinto año de la carrera, destacaron por su desempeño frente a los equipos de la Universidad Don Bosco, la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-Fepade y otros centros educativos relacionados con la formación en automatización y robótica.
El concurso consistió en diseñar, probar y poner en funcionamiento una solución a un proceso industrial, a través de la ejecución de un controlador lógico programable (PLC, por sus siglas en inglés). Este tipo de dispositivos se utiliza para automatizar procesos electromecánicos, como el control de robots en líneas de montaje o para juegos mecánicos.
Las tres pruebas que superaron los equipos buscaban resolver problemas industriales a través de la programación de un PLC. En la primera fase, por ejemplo, los estudiantes tuvieron que diseñar una banda transportadora para mover una caja.
“Nunca habíamos tenido la oportunidad de representar a la Universidad, menos aún en un concurso de ese nivel. Estábamos demasiado nerviosos, pero estaba seguro de que podríamos resolver cualquier problema que se nos planteara”, cuenta Luis.
El primer desafío se presentó con la máquina asignada para desarrollar las pruebas. “Fue difícil y estresante, porque no habíamos trabajado con un equipo tan nuevo. Pero logramos superar ese obstáculo, pues, gracias a lo que hemos aprendido sobre la configuración de los dispositivos, tenemos las herramientas para poder enfrentar cualquier cosa nueva”, comenta Mayra, la única mujer que participó en la competencia.
En cada prueba se estableció un tiempo límite para que los participantes pudieran desarrollar las soluciones a los problemas que se les planteaban, utilizando también un software de programación. En ese contexto, además de poner en práctica los conocimientos adquiridos en la carrera, los estudiantes de la UCA pudieron valorar su nivel respecto al de grupos de otros centros educativos.
“Fue retador tener que hacer las cosas bien, rápido y mejor que las otras universidades. El método que utilizamos nos ayudó bastante a resolver los problemas, así como la forma en la que se nos ha enseñado, pues no solo se queda en aprender a hacer programas básicos, sino que va más allá: desde la configuración de software, hardware hasta cualquier variable, ya sea física o en la computadora. Es decir, sabemos lo básico y más”, asegura Mayra.
En esa línea, Luis destaca la importancia de la formación recibida para afrontar los retos de la competencia. “Fue interesante compararnos con las otras universidades; vimos cómo los demás no conseguían los resultados, lo que lleva a veces a la frustración. Pero nosotros con una preparación mejor pudimos sobresalir”. Para William, otra de las claves del buen desempeño fue el trabajo en equipo: “Nos fuimos complementado, cada uno fue aportando y unos ayudaban a crecer a otros”.
La competencia también brindó a los estudiantes la oportunidad de participar en nombre no solo de la Universidad, sino también de sus compañeros. “Nos sentimos orgullosos de representar a la UCA. No es algo que se toma a la ligera, ya que está en juego todo lo que representa la Universidad: una institución que está formando profesionales y líderes. Que nosotros nos desempeñemos bien y que los demás vean que estamos haciendo un buen trabajo, vale mucho. Es demostrar con hechos que hay mucho trabajo de por medio”, asegura Luis.
Por otro lado, Mayra enfatiza la necesidad de que los estudiantes participen en este tipo de eventos, pues “la preparación profesional no puede quedarse solo en aprobar exámenes o materias, sino que debe ir más allá”. “Si hay una oportunidad para representar a la UCA y poner en práctica lo aprendido, hay que aprovecharla, porque, al final, estas pequeñas oportunidades dejan un legado y animan a otros a querer superar el nivel”, dice.
De acuerdo a Gabriel López, catedrático del Departamento de Electrónica e Informática y asesor del equipo, los tres estudiantes fueron seleccionados por su desempeño académico y perfil integral. Por ejemplo, Luis y Mayra han destacado en el ámbito deportivo: él obtuvo el tercer lugar en un triatlón realizado recientemente y ella formó parte de la selección de baloncesto de la Universidad; William ha colaborado como instructor en diferentes materias y participa activamente en eventos organizados por el Departamento.
En la recta final de su formación de pregrado, los tres recuerdan qué les animó a estudiar Ingeniería Eléctrica y definen las áreas en las que desean trabajar y especializarse. “Desde niño me ha gustado armar y desarmar cosas. Comencé estudiando Ingeniería Industrial, pero me cambié porque vi que mi actual carrera tenía las materias que se enfocaban en la electrónica. Yo quería estudiar ingeniería mecatrónica o biomédica, para poder desarrollarme en el área biónica. Ese es el sueño que tengo. Con la Ingeniería Eléctrica encuentro el camino para llegar a eso”, dice Luis.
Para William, la selección de la carrera se vio influenciada por el trabajo de su padre, que estuvo siempre relacionado al área eléctrica. Además, afirma que inició sus estudios asumiéndolos como un desafío, pues “muchos dicen que es un carrera difícil, pero es un buen reto para superar”. Le interesa el área de automatización e instalaciones eléctricas.
En el caso de Mayra, a pesar de que desde el colegio descubrió su interés por la electrónica, inició su formación en la UCA en Ingeniería Industrial. “Me daba un poco de miedo, porque a mi alrededor no habían niñas que estudiaran Ingeniería Eléctrica; me dio temor. Pero antes de comenzar las materias propias de la Ingeniería Industrial, me armé de valor y, gracias al apoyo que tuve, me cambié. Desde que hice el cambio, me han dicho que se nota que soy feliz. A la hora de elegir, no me guie por el campo laboral, sino por los conocimientos y el contenido de la carrera. Me he enfrentado a situaciones de machismo, pero no siento que sea menos que mis compañeros; me siento capaz de ir al mundo laboral y desempeñar de la mejor manera el trabajo que se me otorgue”. Las áreas que más le atraen de su campo de formación profesional son la automatización y las energías renovables.