Hace dos años, la Universidad firmó un convenio de cooperación con la Unión Europea, a través de la Asociación de Cooperación Rural en África y América Latina (ACRA). En la actualidad, ya se ven los resultados de aquel acuerdo, que se suscribió para echar a andar el proyecto dirigido a la juventud rural "Participación ciudadana y acceso a empleo de jóvenes en dos municipios de Ahuachapán: Guaymango y Jujutla". El 27 de mayo, durante la mañana, en el auditorio del ICAS, la UCA, junto a las instituciones participantes en el proyecto, realizó un foro para analizar la iniciativa y la situación de la juventud en general.
En la actividad participaron representantes de la Unión Europea, principal financiadora, así como de la organización italiana ACRA, la portuguesa OIKOS Cooperación y Desarrollo, la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (Funsalprodese), y la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico y Restauración Ambiental (Fundesyram), todas instituciones ejecutoras.
En las palabras de apertura, Andreu Oliva, vicerrector de Proyección Social, explicó las razones por las que la UCA participa en este tipo de iniciativas; la principal, transformar la realidad para que todos los sectores sociales, especialmente los más desfavorecidos, tengan una vida digna. "Es nuestra obligación colaborar por encontrar el camino para que la juventud rural de nuestro país pueda tener un futuro mejor del que hoy les estamos ofreciendo", expresó el Vicerrector.
Para conocer en profundidad la calidad de vida y realidad de los jóvenes en el campo, el Departamento de Matemática llevó a cabo, en 2008, un estudio estadístico titulado "Realidad de la juventud en los municipios de Guaymango y Jujutla". Entrevistas cara a cara fueron el medio por el cual se recopiló la información de las 414 personas que participaron en la muestra.
Los resultados de la investigación fueron dados a conocer por William Mendoza, jefe del Departamento, quien hizo una presentación de los datos obtenidos. Entre las conclusiones más importantes, destaca el hecho de que los jóvenes de Guaymango y Jujutla, por las condiciones de pobreza y bajo nivel de desarrollo humano de sus municipios, han perdido las dinámicas de asociatividad, emprendedurismo y participación ciudadana.
Luego de la exposición de Mendoza, Vanda Pignato, primera dama de la República y secretaria de Inclusión Social, reaccionó ante los resultados del estudio. A su juicio, la sociedad no puede continuar expulsando a sus hijos fuera de las fronteras salvadoreñas, pues esto agrava los problemas estructurales del país. "La mejor manera de contribuir con la juventud rural es promover oportunidades en el campo, y esas oportunidades serán el fruto de unas políticas que se han comenzado a aplicar", apuntó Pignato. Para Héctor Dada, ministro de Economía, y también panelista del foro, los jóvenes tienen que ser los primeros actores del cambio, actores decididos a mejorar su situación particular y, con ello, la del conjunto de la sociedad.
La opinión de la juventud estuvo representada por Wilfredo Fuentes, miembro de la Red Juvenil de Jujutla y Guaymango. "Nosotros no les pedimos que nos den el pan, nosotros les pedimos que nos enseñen a hacer el pan. Si (...) aprendemos un oficio, podemos salir adelante", manifestó.
En la línea de lo señalado por Fuentes, en el marco del proyecto se ha brindado asistencia técnica para el establecimiento de 13 microempresas que son gestionadas por jóvenes y que desarrollan actividades económicas (panadería y ventas y servicios agropecuarios, por ejemplo) en respuesta a las necesidades de sus comunidades. Y es que el objetivo del esfuerzo es, precisamente, "contribuir a la creación de una propuesta de política local, en coordinación con las alcaldías, para que los jóvenes tengan acceso a empleo", según declaró Paolo Fattori, coordinador de ACRA El Salvador.