Una forma diferente de aprender

En 2011, la UCA lanzó el plan piloto de un programa de refuerzo académico que buscaba, en ese momento, “ayudar a estudiantes que no avanzaban en su carrera por estancarse en algunas materias”, explica Carmen Avelar, coordinadora de los Círculos de Estudio del Centro de Servicio Social. El piloto inició con 25 estudiantes de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura que recibían refuerzo en materias como Matemática, Álgebra y Física.

Los Círculos de Estudio iniciaron formalmente en 2012; para el cierre de 2017, han beneficiado a un total de 4,616 alumnos de las tres facultades de pregrado con refuerzos en 45 materias. Las tutorías son impartidas por otros estudiantes que han cursado y aprobado con nota mínima de 7.5 la materia en la que apoyan, poseen un CUM de 7.0, disponen de al menos 4 horas semanales para dar los refuerzos y tienen deseo de ayudar a sus compañeros.

Ricardo Emilio Romualdo tiene 19 años y cursa tercer año de Ingeniería Mecánica. Su primer acercamiento con los Círculos de Estudio fue recibiendo tutorías de Matemática como alumno de nuevo ingreso. “Me gustó la dinámica desde el inicio. Es una forma de establecer otro tipo de relaciones dentro de la Universidad. Luego me fue muy bien en la materia Álgebra Vectorial y sentí que podía ayudar a otros, así que me sumé al equipo de tutores”, cuenta.

Como él, 1,055 estudiantes han participado desde 2012 en el programa como tutores. “Hay que demostrar confianza, saber desenvolverse y mostrarse seguro sobre lo que uno sabe. Es una gran responsabilidad, pero vale la pena”, comenta el joven.

Para Lorena Argueta, estudiante de cuarto año de Licenciatura en Administración de Empresas y tutora desde 2016, “la mejor forma de aprender es enseñando”. “Esta experiencia sirve para reforzar conocimientos que uno posee y compartirlos. Es una forma diferente de aprender, ayudar y desarrollar otras aptitudes”, afirma.

En 2018, el programa evolucionará. De acuerdo con Avelar, desde la coordinación se están enfocando en satisfacer necesidades específicas de los estudiantes, abriendo nuevos horarios para beneficiar a personas que trabajan y facilitando el acceso a los servicios. “Hemos mejorado y actualizado los procesos de inscripción y tratamos de cubrir la mayor cantidad posible de estudiantes. Sin embargo, necesitamos optimizar las condiciones para que los tutores se desarrollen mejor, crear espacios adecuados para las tutorías y capacitar a los colaboradores en otras áreas que fomenten aptitudes dirigidas a la enseñanza”.

En la actualidad, los Círculos de Estudio también dan apoyo al Curso Preuniversitario como parte del programa de horas socioafectivas y trabajan en coordinación con la Dirección de Desarrollo Estudiantil brindando refuerzo a estudiantes becados.

“Los Círculos de Estudio, como proyecto de la Universidad, son una ayuda esencial en el desarrollo de los estudiantes, tanto tutores como beneficiarios. Son espacios de aprendizaje libre donde se fomenta la confianza y se pierde el miedo a preguntar y a enseñar. Además, permiten que se forjen amistades y lazos de compañerismo”, concluye Argueta.