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En 1979 comenzó trabajando en la Universidad como instructora a tiempo completo, y en 1980 inició formalmente su carrera como catedrática haciéndose cargo de la materia de Contabilidad; desde entonces, Ana del Socorro Velásquez ha impartido decenas de clases y ha contribuido a la formación de varias generaciones de estudiantes.
Ana del Socorro se graduó de la Licenciatura en Contaduría Pública y, luego, hace 14 años, obtuvo una Maestría en Dirección de Empresas. Consciente de la necesidad de seguir preparándose y actualizando sus conocimientos, participa constantemente en congresos, diplomados y capacitaciones. Pero es siempre su interés por enseñar lo que la motiva: "Uno va viendo la necesidad de mejorar, por los alumnos".
Su vocación por la enseñanza la descubrió muy joven. Los primeros pasos como docente los dio a los 15 años, cuando impartió clases de matemática a niños y niñas. "Creo que soy maestra de vocación, me encanta enseñar. Puedo pasar todo el día enseñando", afirma la catedrática.
El carisma que ha mostrado dentro de las aulas le ha permitido entablar con los estudiantes lazos que van más allá de la relación maestro-educando. "El ser amigo de los alumnos se gana (...) no congraciándose con ellos o regalándoles notas, sino cuando ellos después comprenden que lo que uno les ha dicho en clases es por su bien", explica.
Además de su trabajo como docente, Ana del Socorro es miembro, desde hace muchos años, del Instituto de Contadores Públicos, donde participa activamente en la organización de congresos para docentes y estudiantes de Contaduría Pública.
Por todos sus aportes en el ámbito académico, la UCA le concedió, el 9 de junio, un reconocimiento como docente distinguida del año, el cual le fue entregado en el marco del VI Congreso Nacional de Docentes, desarrollado por el Instituto de Contadores Públicos. Dicho organismo también le otorgó, el 16 de mayo de este año, otro reconocimiento "por su destacada actuación y aporte en el desarrollo profesional de la Contaduría Pública en El Salvador". Para Ana del Socorro, recibir este tipo de galardones es un gusto porque es una manera de reconocer su trabajo de tantos años. "Yo he sido así no por esperar un reconocimiento, sino porque yo creo que las cosas hay que hacerlas porque a usted le nace hacerlas", dice.
De acuerdo a la catedrática, se puede aportar mucho al país desde los salones de clase: "Algo podemos hacer si logramos hacer conciencia en los estudiantes, si logramos hacerles ver la realidad del país (...): podemos sacar profesionales más humanos", concluye Ana del Socorro.
