A Yolanda y sus hijos

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Idhuca
18/11/2010

El 14 de noviembre de 2000, Guillermo Rodríguez Carías, de 29 años, y Federico Calderón Carías, de 12, fueron asesinados en una pupusería de la colonia La Cima. Tres sujetos les dispararon a quemarropa. Guillermo murió en la acera y Federico alcanzó a refugiarse en el negocio, pero falleció por la gravedad de sus heridas.

Desde entonces, la Fiscalía General de la República ha tenido diez años para encontrar a quienes ejecutaron a los hermanos Carías, pero especialmente para dar con quien ordenó el crimen. Han pasado tres fiscales generales por la institución que tiene el monopolio de la acción penal y ni uno solo se tomó en serio su deber de hacer justicia.

Ni Belisario Amadeo Artiga Artiga, ni Félix Garrid Safie Parada, ni Romeo Benjamín Barahona Meléndez cumplieron con su deber constitucional en este caso. Peor aún, sus fiscales auxiliares cometieron errores graves como no recoger la dirección de los testigos ni hacer retratos hablados de los hechores.

Tampoco investigaron todas las hipótesis que apuntaban hacia un empresario hotelero. No les importó la insistencia de la madre de las víctimas, Yolanda Carías. No fueron capaces de responderle ni ellos ni el resto de instituciones, como tampoco han sido capaces de responderle a cientos de madres de víctimas de la violencia y el salvajismo en los que está hundido El Salvador.

Pese a que Guillermo fue jefe de Comunicaciones y Transporte en la zona occidental del sector juvenil de Arena, este partido político tampoco presionó para que el caso se resolviera. Después del crimen, ni los presidentes Francisco Flores y Antonio Saca, ni sus equipos de gobierno, ni la dirigencia partidaria fueron capaces de lograr que se le hiciera justicia a uno de sus dirigentes.

Eso sí, doña Yolanda Carías recibió arreglos florales de la presidencia y del partido, así como esquelas en las que decían lamentar la muerte de los hermanos Carías. Eso no se tradujo en acción para impedir que el caso quedara impune. No fueron más que lágrimas de cocodrilo.

Por el caso se procesó a Wilfredo Enrique Ágreda como autor material. Sin embargo, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos declaró en su momento que el testigo criteriado que inculpó a Ágreda fue falso e irresponsable. En todo caso, no se investigó la autoría intelectual.

Tras diez años de dolor y de búsqueda de la verdad, el caso ha prescrito. Acabó el tiempo que la ley le da a la Fiscalía y a la Policía para investigar, encontrar y sancionar a los responsables. Lo peor es que el asesinato de Guillermo y Federico está impune por la indiferencia y la insultante insensibilidad de los fiscales generales y auxiliares que debieron resolverlo. Hubo testigos y sospechosos; faltó compromiso, profesionalismo y una pizca de humanidad.

"Memo" y "Lico", como cariñosamente los llama su madre, fueron asesinados hace diez años. Durante dos lustros su madre ha llorado y sufrido sus ausencias. También ha luchado, pero chocó siempre con la negligencia y apatía de las instituciones. A todos y todas los que han sido incapaces de siquiera cumplir con su trabajo o de solidarizarse y actuar para apoyar a esta madre, estos diez años, esta impunidad, debería darles vergüenza.

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Anónimo
25/06/2013
14:07 pm
Es lamentable que casos como el de los Hermanos Carías, queden en total impunidad, habiendo tantas hipótesis que se pudieron explotar en su momento, como el caso que se señalaba a esta persona hotelera, quien al parecer le había dado un cheque a "Momo" por un trabajo que éste le había realizado, y no obstante haber evidencias que él pudo haber sido el autor material o haber ordenado la muerte de los "Hermanitos Carías" convirtiéndose en este caso como autor intelectual no se hizo mayor cosa por las autoridades por esclarecer tan abominable crimen, que enluto a la familia de Doña Yolanda Carías. Como Salvadoreños tenemos la obligación de luchar por que los crímenes no queden en la impunidad, por que hoy fueron los hermanos Carías, mañana puede ser uno de nosotros o cualquiera de nuestras familias y no nos gustaría que pasara lo mismo que a Do&ntil
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Anónimo
22/11/2010
20:15 pm
Muy triste este suceso. En nuestro país muchas muertes y crímenes siguen demandando justicia. Algunos son de personas famosas y celebres que salen a la luz. Otros casos no salen ni nunca saldrán a la esfera publica. En uno y otro caso la impunidad es evidente. Crímenes no resueltos no es cosa solo de la guerra de los ochentas sino que ahora en pleno siglo XXI sigue la racha de crímenes sin respuestas. Sera necesario un esfuerzo nacional para ponerle frenos progresivos a un sistema corrupto de administracion de la justicia.
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Anónimo
19/11/2010
15:32 pm
es lamentable como la fiscalia no hace buen uso de las pruebas y recursos mi hermano fue asesinado de cinco balazos en la cabeza y el fiscal se muestra negligente nunca dio informacion simplemente no hizo uso de las pruebas que se encontraron el el lugar del crimen llevo varios meses y nada de informacion que mas le vamos a hacer hasta cuando nuestra vida puede pasar por este caso hace unos dias otra compa fue asesinada en sonsonate un tipo la agrede sin mediar palabra y nada de pistas de los hechores que pasa negligencia o inutilidad
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