La democracia interna del FMLN

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Willian Marroquín
06/01/2011

A juzgar por las declaraciones de sus dirigentes, el FMLN pasa por uno de sus mejores momentos políticos. No solo es el partido en el Gobierno, sino que durante el año 2010 desarrolló un "ejercicio democrático" que culminó con la reforma de sus estatutos, en los que se muestra como un partido unido y disciplinado. A esto hay que agregar que en un país con altos niveles de polarización ideológica y con una derecha aparentemente debilitada, el FMLN tiene grandes posibilidades de obtener buenos resultados en las próximas elecciones. Ciertamente, la polarización política del país beneficia tanto al FMLN como a Arena, pero en la actualidad beneficia más al primero, que se apoderó de la representación de la izquierda en el espectro político del país; la representación partidaria en el polo de la derecha se definirá en las elecciones de 2012.

Sin embargo, con la reforma de los estatutos y con la presencia mayoritaria de sus líderes en las instituciones públicas, el FMLN comienza a degradar su democracia interna y a consolidar su propia "oligarquía". En concreto, la reforma estatuaria que permite a sus alcaldes competir por la reelección cuando veces lo deseen (con solo el aval de la dirección nacional del partido) abre las puertas a la perpetuación en el poder de una élite o "coalición dominante" —como la llamaría Panebianco— que tendrá impactos negativos en la democracia interna que el FMLN venía construyendo. Desde ahora se disminuyen los incentivos selectivos a los afiliados o bases del partido, como son la obtención de cargos y las posibilidades de competir y de hacer carrera en el instituto político.

A mediano plazo, este proceso de consolidación de la élite generará conflictos en el FMLN, pues la máxima expresión de la democracia al interior del partido se da dentro de la esfera de poder de sus afiliados o bases. Las bases creen que seleccionan a sus candidatos a puestos de elección y que aprueban los planes y programas de la institución; sin embargo, estas funciones gradualmente se trasladarán a la élite (como se vislumbra con los cambios de los estatutos) y, por ende, la organización partidaria como un todo se debilitará. El reciente decreto que aprobaron el FMLN y Arena en relación a establecer requisitos exagerados para la inscripción de candidatos a diputado sin partido es un claro ejemplo de que temen perder sus privilegios.

De igual manera, la proclamada unidad del FMLN —basada en el cambio de coordinación general por la de secretario general— no es más que la imposición de una coalición dominante del partido sobre las otras. Todo indica que una élite empezará a controlar las funciones principales del Frente, de tal forma que la centralización en las decisiones y el aumento en la rigidez ideológica reemplazarán el debate político interno, el alcance y grado de participación de los líderes en las discusiones con las bases, y aflorará la inconsistencia de las políticas asumidas por los líderes con sus bases. El deseo de perpetuación en el poder llevará al FMLN a comunicarse más con los electores que con sus bases —al menos en los períodos electorales—, lo que terminará generando prácticas antidemocráticas a su interior, tal como le sucedió a Arena en sus años en el poder.

Sin duda, el debate político en los próximos años se centrará en el tipo de democracia representativa que existe en el país. Por las señales que envían Arena y el FMLN, con sus reacciones negativas a las sentencias de la Corte Suprema de Justicia sobre los cambios necesarios en el sistema electoral, es claro que el sistema de partidos ha decidido cerrar los espacios a la participación política ciudadana. Este fenómeno, junto al desprestigio que muestran en las encuestas la Asamblea Legislativa y los partidos políticos, legitima el surgimiento de movimientos sociales y grupos de presión que hagan evolucionar nuestra incipiente democracia hacia formas más participativas.

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Anónimo
18/05/2013
07:58 am
La Democracia en el FMLN ha desmejorado desde que está bajo la dirección real del pcs a través de otro grupito que fue de las fpl, esto sucede desde hace más de quince anos. Esta nueva clase política asegurada en sus posiciones de poder dentro del Partido o en el gobierno, no se preocupara para que el frente se democratice o crezca más; ojala los militantes abran los ojos y exijan cambios ya que el propósito del porque fue creado va por otro rumbo. El Frente se esta convirtiendo en un partidos electorero tradicional, ...pensé que a estas alturas, la izquierda oficial debería de diferenciarse de los partidos tradicionales en la forma de hacer política; a nivel Local (la transparencia y rendición de cuenta, los cabildos abiertos y participación ciudadana) y a nivel del Legislativo ( Los diputados no han cambiado la forma de hacer política, negocian de bajo de la mesa y ahora lo están hac
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Anónimo
07/01/2011
08:04 am
La reflexión en cuanto a las decisiones tomadas por el FMLN considero que también pasan por que no existe una política en el FMLN que esté formando cuadros políticos que hagan política. Y esta es una debilidad que no sólo la vemos en el FMLN sino también en otros partidos políticos. Obviamente al tener cuadros seguros no se van a poner en riesgos las posiciones de poder conquistadas. Se esperaria que en los próximos años se implementen estrategias para formar cuadros políticos nuevos desde las bases de forma participativa y representativa.
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