Un cierto olor a podrido

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Editorial UCA
04/03/2015

Pasaron las elecciones. Los comentarios ensalzarán triunfos, mostrarán fracasos, harán críticas. Acostumbrados ya a una gestión técnica transparente, la lentitud y poca eficiencia del actual Tribunal Supremo Electoral a la hora de informar ganará numerosas críticas, y con razón. Pero en medio de los normales comentarios de sorpresas y cálculos, conviene una vez más reflexionar sobre los partidos. Un político militante de larga data, y que hoy trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores, decía en la víspera de las elecciones que en El Salvador el sistema de partidos políticos apesta. En otras palabras, que hay podredumbre, corrupción en ellos, al menos en referencia a lo que debería ser una buena organización democrática partidaria.

Efectivamente, nuestros partidos políticos tienen una estructura interna sumamente autoritaria y mínimamente transparente. La Comisión Política del FMLN y el Coena de Arena podrán tener un discurso muy diferente y muchas veces opuesto, pero en cuanto a estructura interna autoritaria son muy parecidos. Ni hablar de los partidos pequeños, donde con frecuencia el que pone el dinero, la negociación o los contactos se convierte en una mezcla de cacique y mercader político. Es una terrible contradicción que quienes tienen la responsabilidad constitucional de gestionar la democracia en El Salvador tengan internamente una estructura y estatutos autoritarios y mínimamente democráticos. El miedo a elecciones internas dentro de los partidos es evidente. Y los nombramientos vienen de arriba, una vez aprobada la confiabilidad ideológica de parte de las cúpulas o las aportaciones económicas de los aspirantes a participar en los partidos. Cada vez más el dinero —de distintas maneras en cada caso— tiene un poderío mucho mayor que la opinión y el debate, incluso de los propios militantes. “Dinero es poder”, dice un viejo adagio, y los partidos tienden a rendirse ante él.

La falta de transparencia añade posibilidades no solo de autoritarismo, sino de corrupción. Quienes han aprobado leyes de transparencia para las instituciones estatales o están encargados de velar por ella se oponen con frecuencia a ser transparentes con excusas increíblemente bobas, despreciando así al ciudadano. Y además son muy poco transparentes en lo que corresponde a asuntos del propio partido. La negativa a informar sobre la proveniencia de fondos es clara. Y en algunos partidos sirvió, durante un tiempo, para robar y estafar al pueblo salvadoreño, como cuando en la administración de Francisco Flores se desviaron hacia Arena, sus intereses y propaganda, donaciones económicas dadas en favor de damnificados. Es obvio que no son democráticos los partidos que ejercen el poder sin transparencia, de un modo claramente autoritario, con cúpulas no refrendadas por sus bases y con un sistema de selección oscuro, y a veces poco comprensible, de las personas que optarán a cargos públicos en los eventos electorales. Y donde no hay formas democráticas ni transparentes florece rápidamente el amiguismo, los favores y las complicidades. En definitiva, la corrupción. No es extraño, en ese sentido, que se haya dicho que el sistema de partidos apesta.

Sin embargo, si queremos vivir en democracia, necesitamos a los partidos políticos. E incluso hay que reconocer que dentro de estos hay personas asqueadas de este modo de funcionar. Un mayor acercamiento entre la sociedad civil y los miembros de los partidos deseosos de cambiar las cosas, amantes de la transparencia y la democracia interna, es indispensable para regenerar la política en El Salvador. Pero para ello es necesario poner en el debate público la transparencia y la democracia interna de los institutos políticos. Solo así lograremos desechar el olor a podrido que despiden.

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Anónimo
14/03/2015
11:54 am
Da mucho gusto leer los y en especial este editorial, son basados no de la imaginación si no de una realidad cruda que vivimos los salvadoreños, ojalá que los dirigentes de partido cambiaran de actitud y empezáramos a evacuar lo podrido mal oliente.gracias por la oportunidad Fuentes José
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Anónimo
05/03/2015
07:09 am
Hay un dicho que los partidos politicos son un mal necesario, pues no hay otra forma de canalizar los votos sino es por medio de agrupaciones politcas,podridas o sanas. La lucha es como sacarle la pus que las pudre.
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Anónimo
04/03/2015
23:53 pm
Me parece bastante acertado el comentario de Justino, el problema es que las personas siguen eligiendo a los corruptos ( y lo digo por todos no solo un partido)... si la gente se manifestara en contra de estos políticos que hay... digan me ustedes...
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Anónimo
04/03/2015
21:53 pm
Ciertamente que los partidos políticos en nuestro país y en muchos países del mundo , no son más que grandes empresas en las que se comercializan voluntades, para favorecer a los dueños de estos negocios que cada ves se enquistan mas en el poder sin dar oportunidad mas que a sus mas allegados; motivo por el cual y con tal de mantenerse en el poder son capaces de vender su alma, pues las sendas ganancias que de este negocio se deriva son suficientes como para asegurar sus vidas con uno o dos periodos al frente, pero que sin embargo si no son de la familia o parientes cercanos ala cúpula o amiguismos de gran `poder económico no tienen derecho para ocupar una silla en el curul o cargo que a conveniencia del interés de sus asociados así se lo permitan. Excelente editorial para comentar mucho más. Bendiciones.
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Anónimo
04/03/2015
20:53 pm
El problema no solo es de los políticos sino de la persona humana, que ha caído en una falta de valores evidente, que vota a pesar de saber que es corrupto y no solo pasa en la política sino hasta en las Iglesias hay corrupción y no hablo de Institución sino de la gente, buscan siempre generar bienestar propio a costa de los más débiles... estoy convencido de eso, en la Iglesia es donde más corrupción he visto, más que en cualquier otro lugar. entonces que podemos esperar
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Anónimo
04/03/2015
14:42 pm
De nuevo, agradecer la valentía con que la UCA expone hechos que muchos consideran \'mitos\' no comprobados. La UCA escribe acá un editorial donde se da como hecho verdadero el que Francisco Flores efectivamente desvió fondos hacia ARENA. Ello es para armarse de valor y luchar para tanto la podredumbre de derecha como la de la izquierda desaparezcan de una vez por todas. Por cierto, me alegran las tendencias que dan una derrota global al FMLN. Porque de sobra se conocen los robos y corrupción en muchas de sus alcaldías, el cinismo y corrupción de Sigfrido Reyes; la triste línea de esquemas neoliberales que ALBA sigue, en lugar de una genuina solidaridad con los más necesitados. Los errores históricos que está cometiendo el FMLN, como el no destituir al Fiscal General, entre otros, son síntoma de su ruptura con los nobles ideales que lo conformaron. Ambos partidos y todas las mal llamadas fuerzas políticas deben transformarse para bien de todos y de los más necesitados
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Anónimo
04/03/2015
10:19 am
Parece que desconocen la sentencia de la Sala de lo Constitucional sobre estos temas: http://es.calameo.com/read/002006195d390e124617d
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Anónimo
04/03/2015
10:19 am
Todo está muy bien dicho, en lo único que difiero es en esto: \"Sin embargo, si queremos vivir en democracia, necesitamos a los partidos políticos\". Me gustaría que nos explicarán en otro artículo está necesidad.
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