Una juventud sin futuro

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Editorial UCA
27/04/2015

Aunque en el primer trimestre de 2015 el crecimiento fue menor que el del año pasado, el importe de las remesas sigue aumentado anualmente en nuestro país. Esta tendencia ascendente es una buena noticia para la economía de muchas familias y para la economía nacional misma, en especial ahora que está dolarizada y que la balanza comercial es muy deficitaria. Sin embargo, detrás de las remesas hay factores negativos que deben ser considerados. La migración, que en la mayoría de casos se hace sin papeles, no es lo mejor para los salvadoreños que dejan a su familia y abandonan su ambiente cultural y social para iniciar una nueva vida en otra tierra. Los que hoy emigran son principalmente jóvenes que no ven oportunidades acá, no solamente por la falta de trabajo, sino por el asfixiante ambiente de violencia que impera en muchos barrios populares y zonas rurales.

Esos jóvenes no se van por el deseo de vivir el sueño americano ni por desamor a su patria; en la gran mayoría de casos, se van porque no tienen alternativa. Pero el compromiso de los migrantes con sus familias es firme y de ello dan fe los más de 330 millones de dólares que en suma envían mensualmente al país. Dineros que no siempre son utilizados de la mejor manera y que en su mayor parte no se quedan en El Salvador, sino que salen a través del consumo de productos importados, de pagos a los restaurantes de franquicia y de altos gastos en telefonía celular.

Son varias las causas que fuerzan a la migración de los jóvenes. Una de las principales es el alto índice de desempleo que viven, cuyas cifras casi duplican el desempleo general. Además, un reciente estudio a nivel latinoamericano señala que seis de cada diez jóvenes de la región trabajan en el sector informal. Es decir, más de la mitad no cuentan con un empleo formal. Según cifras de la Fundación para la Educación Integral Salvadoreña (Fedisal), en el área urbana del país más de 150,000 jóvenes trabajan en el sector informal. Y esto sucede porque no se crean suficientes empleos y porque muchos no tienen la formación académica que los empleadores exigen. Ante tal precariedad, que se conjuga con el acoso de las pandillas, no es de extrañar que los jóvenes decidan emigrar.

La OIT advierte que “el desempleo juvenil es (...) apenas la punta del iceberg del problema de falta de oportunidades para quienes recién inician la vida productiva”. Y hace un urgente llamado a que las autoridades no solo se preocupen por esta situación, sino que pasen a la acción y apliquen las políticas necesarias para superarla. Eso de modo que se contribuya tanto a crear empleos para los jóvenes como a ofrecerles más oportunidades educativas, lo cual sin duda tendrá un impacto positivo en varios aspectos. Si aumentan las oportunidades de formación, aumentarán las posibilidades de empleo. Si disminuye la informalidad del empleo y se incrementa el trabajo decente para los jóvenes, disminuirán también la emigración y la delincuencia juvenil.

La población salvadoreña es mayoritariamente joven. No podemos seguir diciendo que la juventud es el futuro del país y no hacer nada para que realmente puedan contribuir a ese futuro, más allá de enviar remesas. Hay que crear las condiciones para que esa afirmación tenga sustento, pues la realidad nos dice que nuestra juventud no tiene futuro o lo tiene muy sombrío. Cambiar ese panorama requiere de la decisión del Gobierno y del sector empresarial; y pasa por creer que los jóvenes tiene un gran potencial, tal y como lo afirmó Elizabeth Tinoco, directora de la OIT para América Latina y el Caribe: “Estamos hablando de aprovechar el potencial de la generación más preparada que hemos tenido en nuestra historia. Los jóvenes pueden hacer una contribución esencial para la reducción de la pobreza, para combatir la desigualdad y para contribuir con un crecimiento económico sostenible”.

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Anónimo
28/04/2015
13:48 pm
Buena redacción y descripción de la polarización de la juventud. Yo creo en la juventud, porque siempre han tenido ese deseo de superación y solo falta que se fomenten trabajos para los que salen graduados. Y si, aunque estoy a la contraria de muchos amigos, la organización de derechos humanos que observa el respecto a los derechos fundamentales de un ser humano se preocupan mas por respetar los derechos de un criminal o pandilleros. Dicha organización necesita ser disuelta y recrear una organización que ponga énfasis al derecho de los ciudadanos. El señor Sanchez Ceren necesita hacer cambios. O si no, su parido perderá en las próximas elecciones. Cambios como los detallados anteriormente, y cambios como el derecho del sufragio transparente, cuyo derecho se viola con impunidad.
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Anónimo
28/04/2015
09:44 am
Y se van los jovenes, se va la mayor y unica riqueza que tiene este país, su gente, sus jovenes si se invertiera en ellos como debe ser este pais seria diferente, no les da esperanza ver la noticia de la orquesta sinfónica del polígono industrial Don Bosco tocando en el Kennedy Center en Washingtong, estos jóvenes provienen de las zonas mas azotadas por la violencia, pero el proyecto del Padre Pepe Morataya y muchos colaboradores, los han ayudado a superarse y salir de su realidad, ese es un ejemplo de lo que los jovenes con influencias positivas y educación son capaces de hacer! emociona y motiva... queremos que sea el gobierno que se sume a estos esfuerzos reales de prevención de la violencia, gracias a la cooperación internacional es posible esto en nuestro pais... se vale soñar,, pues esos sueños pueden hacerse realdiad... por nuestro país que lo merece.
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Anónimo
27/04/2015
11:59 am
\"Y esto sucede porque no se crean suficientes empleos y porque muchos no tienen la formación académica que los empleadores exigen\". Al menos en mi caso ES por la falta de oportunidades, soy profesional, trilingüe y con experiencia pero NO tengo conectes y por eso tengo 2 años de estar desempleada, y al ir a los Ministerios encuentro ancianos jubilados trabajando y jóvenes que ni siquiera tienen interés en continuar una carrera universitaria, y sé que mi caso es similar al de muchas muchos jóvenes salvadoreños
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Anónimo
27/04/2015
10:59 am
¿Cuándo regresan las cátedras de Realidad Nacional a nuestra universidad? Es necesario que vuelvan, es necesario hablar de lo que está pasando en nuestro país. Como alumnos UCA no podemos ir sin saber lo que vive nuestro prójimo en su colonia, en el cantón; como alumnos UCA, no podemos hacer la mirada a otro lado. Es momento que como Universidad nos organicemos de nuevo para el verdadero cambio social.
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Anónimo
27/04/2015
09:11 am
Se van porque tambien salen muy jovenes de bachillerato, de ese bachillerato general que se inventaron, se van porque quieren su telefono de Ultima generación que promueve a diario las compañias de celulares, se van por el alto consumismo y las ganas de vivir estilo de vida (sin ser conformista) presentada en los videos de regetoneros donde todo es vino licor y mujeres autos de lujo y muchas cosas más.
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