Inserción en cantón El Diamante

4
Mateo Flores
07/04/2015

En 2009 se implementó en la UCA el Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano, una iniciativa que se encuentra activa en varias universidades jesuitas de América Latina y que es una opción extracurricular para la formación espiritual y humana. Desde entonces, han participado aproximadamente cien estudiantes en el Programa, en el que se promueve un liderazgo juvenil con principios ignacianos, a través del contacto con la realidad y el trabajo por transformarla.

El Programa dura entre ocho y diez meses, y se divide en tres etapas: (1) la inserción en una comunidad del interior del país, que permita integrarse a las actividades diarias de los lugareños y conocer otra realidad; (2) la formación a través de, por ejemplo, el intercambio de experiencias con jóvenes que forman parte del Programa en otras universidades jesuitas América Latina (vía videoconferencias) y la realización de Ejercicios Espirituales; y (3) la fase de acción, en la que los participantes se involucran en proyectos de incidencia en la realidad, ya sea propios de la universidad o externos a ella.

Este año, 29 estudiantes de diferentes carreras participaron, del 16 al 21 de febrero, en la semana de inserción en el cantón El Diamante, del caserío Los Vásquez, municipio de Jujutla, Ahuachapán. De acuerdo a Alexander Méndez, jefe del Centro de Asuntos Estudiantiles (unidad a cargo del Programa), hace cinco años se seleccionó esa localidad debido a que el Servicio Jesuita para el Desarrollo desarrolla proyectos en ella.

Para Ignacio López, participante del Programa y estudiante de Licenciatura en Economía, convivir con la gente de la comunidad y compartir con ellos el día a día fue una oportunidad única parar comprender y valorar el esfuerzo que implica el trabajo en el campo y la realización de actividades cotidianas (como la preparación de alimentos) en condiciones de pobreza.

El contacto con este tipo de realidades, dice Melissa Pacheco, estudiante de Licenciatura en Comunicación Social, tiene gran impacto en la percepción de los problemas del país. Además, la formación recibida ayuda “a enfrentar una realidad complicada, que no se parece a lo que se vive en la Universidad; lo aprendido sirve en distintos aspectos de la vida”.

Una vez que los estudiantes han concluido las diferentes etapas del Programa, tienen la oportunidad de seguir colaborando con la iniciativa (como guías en futuras inserciones o con apoyo logístico, por ejemplo) o continuar su crecimiento personal con los Ejercicios Espirituales, que se ofrecen durante todo el año.

Lo más visitado
0