La dolarización, evaluada como una medida política impulsada por los Gobiernos de Arena, continúa recibiendo el rechazo de gran parte de la población. El redondeo de precios, por ejemplo, generó fuertes impactos en la economía doméstica de los salvadoreños. Sin embargo, para el Gobierno del presidente Mauricio Funes, la medida no tiene marcha atrás.