Aterrados

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Rodolfo Cardenal
05/07/2018

No deja de ser fascinante, incluso divertido, observar el miedo que suscita el partido Nuevas Ideas; en particular, su líder. Desde todas las trincheras de la política establecida, las de la derecha y la izquierda, se lanzan los mismos argumentos descalificativos. Los más repetidos, aparte de la desacreditación personal, son la falta de ideas y el populismo. Pero el candidato de Arena, que gusta mucho del adjetivo “nuevo”, tampoco las tiene. En sus recorridos por el país, hace toda clase de promesas sin disponer de financiamiento y sin valorar su viabilidad social y política. El candidato del FMLN asegura que han rectificado y se han acercado a la gente, pero es dudoso que esta desee estar cerca de ellos. Dicho con otras palabras, los dos partidos grandes achacan al adversario una carencia que ellos mismos padecen, en grado igual o mayor. En todo caso, tienen más tiempo de estar en política y, por tanto, han tenido más oportunidades para encontrar ideas y concretarlas.

La acusación de populismo es similar, porque ellos también son populistas. Si por populismo se entiende prometer sin intención de cumplir, todos los candidatos de las últimas elecciones han sido populistas. Si por populismo se entiende arrogarse la representación del pueblo y, en virtud de ella, colocarse por encima de la institucionalidad para ejercer el poder ilimitadamente, todos tienden, unos más que otros, al populismo. En realidad, los políticos y los escribas llaman populismo a aquello que les desagrada sobremanera. Pero demonizar el populismo y utilizarlo como descalificativo no conduce a ningún lado.

La experiencia ha demostrado que el mejor antídoto contra él es abordar las razones que lo alimentan. Así, pues, aquellos que se sienten amenazados por Nuevas Ideas debieran indagar cuál es el origen del peligro. Seguramente, encontrarán mucha tela que cortar. Sin ir más lejos, los dos partidos grandes le han fallado a una buena parte de la población, que se ha hartado de sus mentiras, su corrupción y su arbitrariedad. La medida más eficaz para contrarrestar el populismo es responder a las necesidades e insatisfacciones de las mayorías secularmente excluidas. Una política alternativa al neoliberalismo que nos domina es más eficaz que el discurso descalificador o romántico.

Los ataques personales contra el líder de Nuevas Ideas ponen de manifiesto la irracionalidad del espanto que domina a los agresores. Al parecer, les molesta muchísimo su presentación rompedora, su informalidad y su desgarbo. No falta quien ponga reparos a su religión. Más real es el miedo que pueda infundir su capacidad dialéctica y su olfato político. Al parecer, son demasiadas habilidades insoportables para las cuales no tienen respuesta.

La amplia aceptación de Nuevas Ideas y su líder ha movilizado a los partidos grandes. Los de derecha se aprestan a alinearse para intentar contener una avalancha electoral contraria, aunque está por verse si Arena y GANA vencen su mutua repugnancia y pactan. El FMLN también habla de alianzas, lo cual hace de GANA una pieza codiciable. Hasta ahora ha sido su aliado natural. Pero fiel a su trayectoria, el partido de Guillermo Gallegos se irá con el que le ofrezca más dinero y mayor cuota de poder. En definitiva, de eso tratan las alianzas. Curándose en salud, el FMLN ya ha dejado caer la posibilidad de una alianza con Nuevas Ideas, pero en segunda vuelta. De ahí que haya condenado públicamente la manipulación de la institucionalidad para impedir la candidatura presidencial de su líder. El FMLN contempla con sumo interés el caudal de votos de Nuevas Ideas para impedir que Arena gane las elecciones.

Estos movimientos indican que ni Arena ni el FMLN las tienen todas consigo. Saben que en solitario no ganan la elección presidencial. El pragmatismo los empuja a hacer a un lado sus dogmas políticos. Por tanto, en la próxima elección presidencial no privará la pureza ideológica, los mentados principios, sino la ambición de poder, donde el pacto con el diablo está admitido.

La alianza de Nuevas Ideas con Convergencia Democrática no es ni más ni menos oportunista que los otros proyectos. El líder de Nuevas Ideas no hace otra cosa que poner en práctica el adagio al que tanto recurre la política local para justificar movidas inexplicables: en política nada está escrito en piedra. Si cierran una posibilidad, se busca otra y, si se la encuentra, se la apropia. Es fariseísmo exigirle al nuevo partido la coherencia que ellos no han observado en décadas de vida política.

Justamente cuando Arena y el FMLN se disponían a protagonizar una elección más, muy seguros de sí mismos, la fuerza popular de Nuevas Ideas los ha remecido hasta sus cimientos. Sorprendidos por el ímpetu del nuevo liderazgo político, se disponen a pactar dinero y poder con sus peores enemigos. El único límite que aún no parecen dispuestos a traspasar es el que separa a Arena y al FMLN.

* Rodolfo Cardenal, director del Centro Monseñor Romero.

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Anónimo
11/07/2018
07:37 am
El Padre Cardenal realiza muy buenos análisis, pero siempre deja la impresión de colocarse más allá del bien y del mal, y de poseer un punto de vista tan objetivo que la relatividad deja de existir como principio de la realidad, me imagino que es por ser religioso. No obstante es importante observar que su opinión no define derroteros concretos y posibilitadores, sino que se maneja en una crítica mordaz e inteligente, pero en el fondo esteril, de todos modos se le agradece.
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Anónimo
09/07/2018
19:22 pm
Excelente editorial, se siente uno como bañarse en un río en un día caluroso, agua refrescante, me refiero documentos que alegran, informan y educan, lástima que uno ya no puede leer periódicos ya que contienen información, o mentirosa, o sesgada y tenemos nostros que informarnos menos mal que tenemos la internet, mi hermana siempre me comenta sobre los editoriales y hasta hoy pude leer uno completo y me gustó. Saludos a Don rodolfo Cardenal.
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Anónimo
09/07/2018
06:10 am
Creo que lo más interesante de todo el contexto, es que para el pueblo está claro, lo que es Arena y el frente. El que apoye estos partidos no es porque no entiende, sino porque no quiere entender.
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Anónimo
08/07/2018
00:52 am
\"Dicho con otras palabras, los dos partidos grandes achacan al adversario una carencia que ellos mismos padecen, en grado igual o mayor\". Aquí está la clave de lo que hay que entender: Bukele no es peor que los grandes partidos, es casi igual. La gran diferencia es que Bukele se ha presentado como algo nuevo, distinto. Como el detergente que va a lavar el mundo politiquero y lo va a dejar más blanco que blanco. Pero se ha revelado que negoción con las pandillas, que se dedicó a encerronas con los de CD, que puede pactar con GANA en el puesto de vice-presidencia, etc. Incluso se negociado con el CD se daba mientras se debatía porque lo reconocieran como partido de manera \"express\". Me imagino que la salvación de nuestra vida política no va a venir de ninguno de esos partidos, incluyendo al partido en formación, cuyo lider nos ha demostrado ser perito en las movidas politiqueras.
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Anónimo
07/07/2018
21:49 pm
Opino que lo que los ciudadanos comunes podemos hacer es pedirle a Dios que nos proteja, nos vea con ojos de misericordia, y nos ayude para que nuestro querido pais salga adelante. Deseo que los candidatos tengan buenos consejeros, honrados sobre todo y que los escuchen. Pidamos las luces del Altisimo para escoger al mejor o al menos peor.
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Anónimo
07/07/2018
20:05 pm
Adelantándome a que algunos puedan decir que este artículo del P. Cardenal es en defensa de Nuevas Ideas y su líder, debo asegurarles que ha escrito una realidad latente que todos entendemos. Un claro ejemplo claro son las negociaciones que se están dando en la asamblea, hasta entre grupos otrora antagónicos, todo con el afán de remontar lo que dicen todas las encuestas, asegurando que el ex alcalde ganaría las elecciones aún en primera vuelta. Un caso singular ocurre en el otro candidato, que según dicen, fue creado por un grupo mediático empresarial, cuando intenta acercarse a las aspiraciones populares y después se echa para atrás, como cuando en una semana dijo que la distribución del agua debe manejarla el Estado; mientras que después replicó que \"no tenía nada de malo que la manejara el sector privado\", sin medir que esa incongruencia puede costarle caro en las elecciones. En el caso de Bukele, es triste que se le regatee su inscripción. Debe participar en 2,019.
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Anónimo
06/07/2018
06:33 am
Muy pocas veces, quizas nunca le habia visto una sonrisa tan amplia, sincera y natural al señor fiscal general de la republica como la que hizo cuando recibió la denuncia del TSE de supuestas amenazas a muerte por parte de los nayilistas. Ya no tienen ni la vergueza de aparenar. Ser funcionario público envuelve una dosis de inseguridad. Estos funcionarios a nada le tienen miedo ¿ que es diferente con las supuestas amenazas de los naylistas ?
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Anónimo
05/07/2018
18:24 pm
Estamos frente a una dictadura igual a la militar de los 80 donde todo el aparato estatal fue contra Duarte.
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