Cuando la prensa no ayuda...

Una de las carencias de la política en El Salvador es su evidente desconexión de la realidad cotidiana de la población. Esto que parece ser una contradicción en una democracia, porque los políticos dependen de los votos de los electores para elegirse o reelegirse, sin embargo se ha consolidado como un destacado rasgo del sistema político. Los partidos se las arreglan para ganar elecciones sin siquiera discutir públicamente las demandas de sus votantes. La coyuntura política actual es un buen ejemplo de ello.

Los partidos han organizado elecciones internas para designar a sus candidatos para diputados y concejos municipales para las próximas elecciones. Tal actividad, que debió entenderse como un espacio propicio para un debate contradictorio dentro de los partidos sobre la marcha del país, de sus municipios y de su misma organización, no recibió tal consideración. Lo mismo se está produciendo en relación a la campaña de los candidatos presidenciales de ARENA. Se publican reportes de sus visitas a lo largo del país, pero no se tiene idea sobre su visión de la realidad nacional ni mucho menos de las diferencias entre ellos y los candidatos rivales de su partido.

La responsabilidad por estos ejercicios democráticos que no buscan representar, al menos desde un punto de vista programático, es sin duda compartida. Los políticos que eligen estas formas de proselitismo sin referirse a los problemas del país, los ciudadanos que aceptan sin demasiada oposición las ofertas de los primeros y, otros actores, creadores de opinión en la sociedad.

En este tema, la prensa nacional ha jugado un papel importante en los últimos días, especialmente de la promoción de los candidatos sin ideas. Es ella la que se dedica a destacar las supuestas virtudes de los pre-candidatos a la presidencia de ARENA, sin preguntarles por las diferencias entre ellos. Es ella que se muestra preocupada por las diferencias entre el alcalde del FMLN por San Salvador y su partido, sin preguntarse por el contenido por estas desavenencias. Finalmente es la que pasó por las elecciones internas en los partidos para diputados y concejos municipales, sin forzar a los candidatos a decir públicamente cómo piensan representar en adelante a los votantes.