Los presidenciables que la prensa quiere

La Prensa Gráfica (LPG) publicó el 1 de junio pasado su última encuesta. En ella preguntó a la ciudadanía qué opinión tenían sobre ciertos políticos. El subtítulo de la tabla de resultados sobre esa pregunta decía: “Bukele y Calleja en preferencias: alcalde capitalino y joven empresario encabezan lista de presidenciables”. Al restar el puntaje de opinión negativa, Bukele consiguió un saldo de 52.1 y Calleja un saldo de 6.4. No estaba ni por cerca de Bukele en el puntaje. Aun así, el titular de LPG sugería que Calleja estaba en los primeros lugares de preferencia.

Era evidente que el subtítulo destacado era tendencioso y buscaba posicionar el nombre de Calleja en la opinión pública. Estos titulares de la encuesta de LPG generaron una gran polémica y larguísimos debates entre periodistas y ciudadanos en las redes sociales. Sin embargo, lo que quedó muy claro es la preferencia y apuesta que un medio de comunicación importante en este país ha hecho por un empresario “millonario” y cómo, a través de sus publicaciones, le ha construido una imagen de empresario exitoso y comprometido con el bienestar y progreso del país.

La cobertura que hace LPG sobre Calleja también deja bien en claro que la batalla por la presidencia ha comenzado en los medios antes que en los mismos partidos políticos y el primer paso ha sido posicionar a través de sus coberturas diarias al personaje de su preferencia. Basta con ver la elección de titulares y hasta de las fotos para notar esta intención.

¿Por qué habría de ser noticia que un personaje x “agradezca un apoyo” o “comparta experiencias con jóvenes”? Desde un punto de vista periodístico los dos titulares mostrados en las imágenes no tienen mayor valor noticioso ni muestran información determinante para la vida de las personas, pero sí que buscan proyectar a Calleja como un empresario cercano a los jóvenes. Un tipo “cool” al cual es necesario colocarlo en la pauta diaria del periódico. Lo más grave de este tipo de coberturas es que no permiten que la ciudadanía pueda conocer las propuestas o posturas de los precandidatos a cargos públicos sobre temas relevantes para la situación del país. Por el contrario, y como ya estamos viendo, se limitarán a la mera vocería de mensajes vacíos de campaña que solo abonan a la primacía de la imagen por sobre las propuestas para solucionar los problemas más serios de este país.