TSE, ¿máxima autoridad electoral?

La Constitución establece en su artículo 208 que el Tribunal Supremo Electoral será la autoridad máxima en materia electoral. Cuando los magistrados de este organismo colegiado claramente tenían vinculaciones partidistas, no había duda que el Tribunal respondía a los intereses partidistas. Pese a ello, las elecciones se llevaron a cabo sin mayores contratiempos aunque sí con las irregularidades notorias de centros de votación que se abrían tarde, muertos que votaban, ciudadanos que se quejaban que otros ya habían votado por ellos, etc. Con todo, no hubo duda del resultado electoral. El mismo fue aceptado por todos los contendientes.

En la medida en que los magistrados del TSE han ido siendo despojados de su clara vinculación partidista, por resoluciones de la Sala de lo Constitucional, las dudas sobre la gestión electoral han ido en aumento. Los partidos no parecen fiarse de la capacidad de los magistrados para realizar elecciones sin que se ponga en duda el resultado electoral.

Por otra parte, los partidos mismos contribuyen a minar la supuesta autoridad del máximo organismo electoral. No solo hacen alusiones a un posible fraude sino que hacen caso omiso de la legislación electoral en materia de propaganda. A todas luces, sin que el TSE se muestre capaz de detenerla, candidatos a diputados y alcaldes de todos los partidos están haciendo propaganda. Aunque no pidan el voto, se están promocionando como opción para que la ciudadanía les de su voto. Lo hacen territorialmente y a través de las redes sociales.

Los medios de comunicación también contribuyen a las dudas sobre el carácter de máxima autoridad en materia electoral que la Constitución otorga al TSE. A través de entrevistas a diversos candidatos, los medios están propiciando la propaganda adelantada. Y también lo hacen cuando presentan como noticias actividades de promoción de los candidatos. La propaganda que más sobresale en este sentido es la de precandidatos presidenciales.

¿Por qué el TSE no ha podido parar esta propaganda adelantada? Es que, pese a lo establecido por la Constitución, ¿no es la máxima autoridad en materia electoral?