Violencia social, homicidios y elecciones

En la edición 17 de este boletín¹ cerré mi contribución planteando la siguiente pregunta: “¿Por qué no hacemos de estos temas (sistemas excluyentes de pensiones y políticas universales de cuidado de los adultos mayores) un tema de propuestas electorales, para que la ciudadanía tenga criterios claros para ejercer el sufragio? Así, además de votar, estaría ejerciendo directamente su capacidad de influir directamente en políticas”. ² Pues bien, ahora podría invitar a los lectores a formularse una pregunta similar para el caso de la violencia social, en general, y los homicidios, en particular.

Aunque hay una responsabilidad primordial en el Órgano Ejecutivo, pues es el responsable de la formulación e implementación de políticas públicas, el Órgano Legislativo también tiene responsabilidad en el asunto pues tiene como competencia darle carácter legal a esas políticas. El trato de la violencia y de los homicidios es un asunto de política pública y, por tanto, vendría bien a la ciudadanía votar en las elecciones de 2018 en función de lo que los partidos y sus candidatos le ofrezcan como medidas a adoptar en estas materias. Los datos recogidos en la siguiente figura deberían ser considerados espeluznantes pues expresan la abominable situación en la que vivimos los salvadoreños. Los ciudadanos debiéramos votar no en función de gustos sobre las características personales de los candidatos sino considerando lo que los candidatos y partidos piensan hacer, desde la Asamblea o los gobiernos locales, para reducir la tasa de homicidios en los próximos tres años. Pero no se trata de votar por quien diga que va a hacer todo lo posible para bajar los homicidios. Eso lo puede decir cualquiera y no tiene por qué ser creíble sin más. Necesitamos planteamientos más claros sobre las formas y medidas que se impulsarían para alcanzar tal fin.

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¹ Disponible en http://www.uca.edu.sv/noticias/brujula-electoral-387.

² Ver en el vínculo http://www.uca.edu.sv/noticias/breve-4958.