El 10 de agosto, en el marco del Proyecto de Fortalecimiento de la Educación Superior para el Crecimiento Económico, promovido por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), se firmó un convenio que le permitirá a la UCA instalar el primer laboratorio de análisis de corrosión en El Salvador, como parte de la investigación “Mitigación y control de la corrosión en calderas de biomasa”.
La investigación buscar definir cómo el fenómeno de la corrosión afecta a las empresas que en el país utilizan la quema de biomasa (bagazo de caña, por ejemplo) como alternativa a los combustibles fósiles. Asimismo, se propone encontrar mecanismos que permitan, en el largo plazo, disminuir los costos de mantenimiento de las calderas y crear planes de contingencia ante emergencias.
Durante la firma del convenio y la presentación del proyecto, Carmen Elena Menjívar, docente del Departamento de Ingeniería de Procesos y Ciencias Ambientales, y coordinadora de la investigación, explicó que en la actualidad los problemas ocasionados por la corrosión son abordados por las industrias con medidas reactivas: “Cuando ocurre un fallo en una caldera, se cambian las piezas dañadas y no se indaga, al menos de forma sistemática, sobre las causas que propiciaron el fallo. Esto dificulta que las empresas tomen medidas preventivas idóneas y eleva los gastos. La industria puede gastar hasta $400,000 cada dos años en mantenimiento de calderas; la idea es reducir estas cifras”.
Para esto, el proyecto plantea desarrollar cinco etapas. Primero, acondicionar un laboratorio de análisis instrumental de corrosión, el primero de su tipo en El Salvador. Segundo, caracterizar los tipos de biomasa y las distintas mezclas que se utilizan en las calderas, así como los compuestos de las cenizas que produce la combustión. Tercero, simular las transformaciones físicas y químicas que sufre la ceniza, así como las condiciones de corrosión que se generan dentro de la caldera. Cuarto, diseñar y validar un procedimiento de evaluación de fallos por corrosión. Y finalmente, difundir los resultados de la investigación para que las empresas interesadas puedan crear planes de prevención que, con el tiempo, mejoren sus estrategias de mantenimiento de las calderas y disminuyan los gastos que conllevan estos procesos operativos.
Asimismo, se buscará que el laboratorio quede equipado e instalado para brindar servicio de forma continua. “La corrosión no se puede evitar, pero sí se puede determinar cómo y por qué se genera. Es importante que las empresas encuentren en el país un laboratorio que pueda realizar análisis químicos de biomasas y análisis metalográficos de piezas dañadas por corrosión para definir medidas preventivas ante eventos futuros”, afirmó Menjívar.
El proyecto se desarrollará en un año, con una inversión total de $209,888.58. Durante la ejecución, la UCA contará con el apoyo del grupo de investigación de Ingeniería de la Corrosión, del Instituto Químico de Sarrià (Barcelona, España).
En el evento también se firmaron convenios para el desarrollo de dos investigaciones que estarán a cargo de la Universidad Don Bosco y la Universidad Católica de El Salvador, siempre enmarcados en el proyecto de Usaid.
El acto de firma de convenios fue presidido por Merlin Barrera, viceministra de Comercio e Industria; Reina Durán de Alvarado, directora del Proyecto de Fortalecimiento de la Educación Superior para el Crecimiento Económico de Usaid; Sandra Lorena Duarte, gerente de Educación Superior de Usaid; Mario Rafael Olmos, rector de la Universidad Don Bosco; Moisés Antonio Martínez, vicerrector general de la Universidad Católica de El Salvador; Lidia Salamanca, vicerrectora académica de la UCA; y miembros de los equipos técnicos y empresarios que apoyarán durante la ejecución de los proyectos de investigación.