"Tenemos que enfrentarnos a la paradoja de que falta el empleo para uno de los pueblos más trabajadores del mundo", afirmaba el ex presidente Arturo Armando Molina, en su discurso de toma de posesión de gobierno en 1972. Ahora, 36 años después, el desempleo y la falta de oportunidades laborales siguen siendo algunas de las grandes preocupaciones para la mayoría de salvadoreños. A este tema dedicó el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) su Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2007-2008. Para dar a conocer los resultados de dicha investigación, el Departamento de Economía realizó, el 28 de agosto en el auditorio del ICAS, una conferencia.
En la actividad, Carlos Acevedo, economista del PNUD, afirmó que el empleo "no es solo un medio para satisfacer necesidades, sino también un medio para la inserción social". A su juicio, en términos de desarrollo humano, el trabajo que interesa es aquel que dignifica a la persona, no el que proporciona ingresos para estilos de vida precarios. Es decir, el "trabajo decente", que implica, entre otros aspectos, la remuneración adecuada para cubrir la canasta básica y la protección social.
En el informe se asegura que en El Salvador "el subempleo es una forma disfrazada de desempleo", pues este no garantiza un salario justo ni las prestaciones de ley. Esto significa, según Acevedo, que cuando se habla de índices de desempleo, se debe considerar la alta tasa de subempleo: "uno de cada dos salvadoreños está desempleado o subempleado".
Otros de los hallazgos son la influencia de la educación y el nivel de escolaridad a la hora de buscar trabajo, la falta de políticas públicas de empleo, y las graves consecuencias de las reformas económicas de los últimos años.
En la conferencia también participó el P. José María Tojeira, rector de la Universidad, quien a partir del análisis del informe del PNUD resaltó cuatro desafíos: conocer la realidad de El Salvador; acometer en conjunto la construcción del país, lo que implica "participar todos, y participar desde la igualdad de oportunidades"; tener claro el predominio del trabajo sobre el capital; y entablar un diálogo entre todos los sectores representativos de El Salvador para solucionar los problemas que aquejan a los ciudadanos.