Aunque se puede pensar lo contrario, hay jóvenes interesados en involucrarse activamente en la política. Unos optan por las organizaciones civiles y otros se unen a las filas de un partido. En la estructura partidaria, los sectores de la juventud suelen tener una mínima participación en momentos y situaciones importantes del ámbito político nacional. De hecho, los militantes jóvenes aparecen en las calles únicamente en época electoral y su rol se limita a acompañar a los candidatos en las caravanas, organizar actos culturales, ondear banderas o repartir calcomanías. Y cuando no hay campaña ni búsqueda de votos, la importancia de sus espacios de participación se queda en los discursos de sus líderes. En este contexto, surgen preguntas: ¿se sienten los jóvenes militantes identificados con las estructuras de dirigencia de sus partidos?, ¿cómo ven a sus líderes?, ¿creen en ellos o no?
Para indagar en el tema, los estudiantes del Seminario de Graduación de la Licenciatura en Comunicación Social, guiados por la catedrática Ivón Rivera, realizaron una investigación cualitativa para conocer cómo los jóvenes de los partidos políticos construyen representaciones sociales de sus propios líderes, a través del discurso y del lenguaje. "La gente no solo ubica a un líder, sino que lo asocia con términos y lenguajes", lo que "da una idea de cómo las personas construyen imágenes de una realidad [o de otra persona] sin haber estado, realmente, en contacto con ella", explicó Rivera, durante la presentación de los resultados, que tuvo lugar el 20 de noviembre en el Auditorio "Segundo Montes, S.J.".
En el estudio se empleó la teoría fundamentada, que permite identificar categorías y ciertos códigos en los discursos. El insumo para el análisis fue recopilado por medio de entrevistas individuales y a profundidad con jóvenes militantes de Arena, FMLN y Movimiento Unidad, de Apopa, Soyapango, colonia Zacamil, San Marcos, San Martín y Mejicanos. La investigación arroja dos primeros datos importantes para comprender el comportamiento político de estos jóvenes: la afiliación o identificación con una tendencia política nace en el entorno familiar, es decir, se adquiere por "herencia ideológica". Y los entrevistados opinan que los líderes en los partidos son impuestos.
A partir del análisis de las entrevistas, los estudiantes del Seminario categorizaron los tipos de liderazgo que construyen los jóvenes. Así, en Arena, se observa una admiración exagerada por los dirigentes; ven a los líderes del partido desde un rol empresarial: "trabajan a diario para que se consigan los objetivos de la organización", comentó un joven arenero de San Marcos. Además, predomina la idea del "líder reconocido", aquel que los jóvenes perciben como tal porque lo han visto en la televisión o en algún evento proselitista, pero no porque lo conozcan personalmente o trabaje con ellos. Y se muestra que la juventud de Arena, en la mayoría de casos, se acerca al partido por un interés económico y laboral.
En el caso del FMLN, se identifica la imagen del "líder histórico", siendo Shafick Handal el ejemplo más claro. Paralelamente, se observa en los discursos una idealización de los líderes, que los muestran como una especie de guías espirituales, situados en un nivel mental superior. Algunas frases ilustran estas representaciones: "te enseñan a caminar, a desarrollarte", "él te va a guiar" o "se comporta audazmente".
En los jóvenes de Unidad hay una idea muy fuerte del "nuevo líder", aquel que da oportunidades a la juventud y que es cercano. Pero, al carecer de referentes históricos, sus discursos muestran debilidad en términos de identidad e ideología.
Entre las conclusiones, destacan la perpetuación del discurso polarizado de los partidos políticos, la excesiva idealización de los líderes y el miedo de las cúpulas al relevo generacional. La investigación fue llevada a cabo por 18 estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Social, entre agosto y noviembre de 2013.