El 1 de marzo inició la primera etapa del proyecto de remodelación y modernización de la Biblioteca “P. Florentino Idoate, S.J.”, siguiendo el modelo de los Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI). El modelo CRAI busca integrar todos los servicios informativos y tecnológicos de una universidad para potenciar y facilitar la docencia, la investigación y el aprendizaje tanto colaborativo como autónomo.
En línea con este modelo, los nuevos espacios con los que contará el recinto bibliotecario animarán a la creación y la innovación. “La idea es que la Biblioteca haga un trabajo transversal en la Universidad y pase a ser un espacio de convivencia y de socialización del conocimiento”, dice Jacqueline Morales, directora de la Biblioteca.
La remodelación irá por fases, hasta abarcar la totalidad de la instalación (sus tres niveles y la planta baja, conocida como “nivel cero”). Actualmente, se está interviniendo el primer nivel a fin de crear espacios amplios y acogedores, que ofrecerán herramientas para un modelo de enseñanza-aprendizaje innovador. Entre los cambios más importantes destacan el aumento de 205 a 310 plazas para estudio, posible gracias al rediseño y al mobiliario adquirido; dos salas de estudio grupal, equipadas con pantalla, pizarras y una conexión a Internet apta para videoconferencias y trabajo en línea; iluminación con lámparas LED; un nuevo aire acondicionado que cumple con estándares internacionales de ecoeficiencia; y la remodelación del espacio en el que se ubica el Centro de Impresión Digital.
Además de la redistribución y las mejoras en infraestructura, en el primer nivel se crearán dos nuevos espacios: una Sala Braille y una Sala Infantil. Morales explica que si bien la Biblioteca ya cuenta con libros en braille, la idea es tener más material en este formato, e incluso crear los propios. Para ello, se contará con impresores braille. Además, se adquirirá un software que convierte documentos de texto plano en audio.
Respecto a la idea de contar con un área para la niñez, Morales cuenta que en los últimos años muchos hijos de empleados o de alumnos llegan a la Biblioteca —en especial los sábados— mientras sus progenitores trabajan o estudian. Con el objetivo de que estas visitas sean de aprendizaje y lectura, se identificó la necesidad de contar con un espacio para este público. Así, la Sala cumplirá con los estándares asociados a las bibliotecas infantiles y tendrá secciones divididas por rangos de edad: de 2 a 6 años y de 7 a 13.
De acuerdo a Morales, con este proceso de modernización la Biblioteca está sentando las bases de un modelo que impacta en la forma en la que las personas aprenden. Las obras de esta fase inicial terminan en julio. Se espera que el primer nivel esté habilitado al público a inicios de agosto, luego del período vacacional.